Predijo la crisis financiera de 2008. Y nadie la escuchó. También predijo hace diez años que, para detener el cambio climático, lo primero que hay que hacer es cambiar el sistema financiero. Y parece que esta vez alguien sí está tomando nota. Su propuesta, el ‘green new deal’, se ha convertido en el referente del ecologismo y del Partido Demócrata norteamericano. Hablamos con esta economista en su casa de Londres. Por Carlos Manuel Sánchez / Fotografía: Antón Goiri / Getty Images 

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Si la joven Greta Thunberg es el corazón de la lucha contra el cambio climático, la economista Ann Pettifor (Johannesburgo, Sudáfrica; 73 años) es el cerebro. Pettifor es la principal artífice del green new deal, un plan para descarbonizar el planeta y, de paso, salvar la economía, que se inspira en el programa new deal del presidente Roosevelt para sacar a Estados Unidos de la Gran Depresión en los años treinta. «Puede que sea demasiado tarde, pero rendirse no es una opción», advierte. Un plan que fue pergeñado en 2008 y que permaneció en el limbo mientras arreciaba la crisis mundial. Y que ahora es la sorprendente bandera del Partido Demócrata norteamericano para derrotar a Donald Trump en las elecciones de noviembre. Llegó de la mano de Alexandria Ocasio-Cortez -la congresista más joven-, que lo puso en circulación, hasta que fue adoptado por el candidato Bernie Sanders, favorito en las primarias. Este político promete crear 20 millones de ‘empleos verdes’ en 15 años, gastándose por el camino 16 billones de dólares.

Ann Pettifor se ha convertido en la gran dama de la ecología mundial, pero no es una recién llegada. En 2000 lideró una campaña que consiguió cancelar cien mil millones de dólares de deuda de los 35 países más pobres. Y en 2006 anticipó la crisis financiera en un libro que advertía que la deuda privada era insostenible y los mercados se iban a derrumbar. Es directora de investigación de Prime, un think tank de políticas macroeconómicas, y miembro de honor de la Universidad de la City de Londres. Ha publicado The case for the green new deal (Verso). Recibe a XLSemanal en su apartamento londinense, en un edificio de ladrillos rojos de estilo eduardiano.

XLSemanal. Póngame en situación: Londres, año 2008. Un grupo de amigos se reúne en este mismo apartamento una vez por semana mientras la economía mundial se va al garete…

Ann Pettifor. [Interrumpiendo]. Aquí, en esta misma habitación. Por cierto, vienen esta noche.

XL. Comida casera, buen vino, largas conversaciones. Y se dedican a lo que hacemos los españoles cuando nos juntamos en un bar: arreglar el mundo.

A.P. [Ríe]. Sí, esa era la idea.

XL. Una idea que cae en el olvido durante más de una década. Y que ahora está en muchas agendas. ¿Por qué ahora sí?

A.P. Mis amigos son economistas y ecologistas. ¡Una mezcla muy rara! Si le soy sincera, discutíamos mucho. No nos dábamos cuenta de lo vinculados que están el sistema financiero y el medioambiente… Hasta que lo vimos. Vimos que para arreglar el ecosistema, primero hay que arreglar las finanzas. Ahora hay una campaña en Estados Unidos liderada por Jane Fonda para que los bancos dejen de dar crédito a las compañías que invierten en combustibles fósiles. Ese es el camino.

«Con la crisis mundial, la gente tenía otros problemas que el clima. La izquierda se quedó paralizada. Y acabamos rescatando a los que se habían beneficiado de un sistema desquiciado»

XL. También podemos reciclar, limitar nuestra huella de carbono…

A.P. Todo eso está muy bien. En Inglaterra no podemos seguir trayendo las judías de Kenia y arruinando sus acuíferos. Cambiar el estilo de vida es esencial. Pero si las petroleras siguen recibiendo créditos de los bancos para continuar con sus actividades, no hay nada que hacer. Esa financiación debe redirigirse hacia las energías renovables. Eso, además, dará trabajo a nuestros hijos.

XL. Pero, dígame, ¿por qué antes su propuesta era un brindis al sol y ahora se toma en serio?

A.P. Porque, con la crisis mundial, el clima pasó a ser secundario. La gente tenía otras preocupaciones. Nadie entendía lo que estaba pasando. Y la izquierda, menos. Se quedó paralizada. Y acabamos rescatando a los que se habían beneficiado durante años de un sistema desquiciado.

Ann Pettifor: "La situación es peor que antes de la crisis. Y va a volver a ocurrir, se lo garantizo. 1

Angela Merkel -impulsora de las políticas de austeridad que impusieron los llamados ‘hombres de negro’ (representantes de la troika formada por el FMI, el BCE y la CE)- junto con su ministro de Economía durante la crisis, Wolfgang Schäuble (en silla de ruedas), y miembros de su partido.

XL. Usted misma ha dicho que era necesario.

A.P. Ya, la situación era muy peligrosa. Pero en aquel momento los banqueros pensaban que podían ir a la cárcel. Y los rescatamos. Y no les impusimos ninguna condición. No solo se fueron de rositas, se han beneficiado enormemente, siguen especulando… Resultado: el 1 por ciento de la población controla hoy el 83 por ciento de la riqueza. Y al resto nos castigaron con años de austeridad. Perdimos una gran oportunidad de reformar el sistema. Y la gente se enfadó, se enfadó con las élites, se sintió traicionada. Y votó a Donald Trump, a Boris Johnson… La extrema derecha avanza en Europa y la socialdemocracia ha sido barrida en muchos países.

«Perdimos la gran oportunidad de reformar el sistema. Hoy, el 1 por ciento de la población controla el 83 por ciento de la riqueza. Y al resto nos castigaron con años de austeridad. La gente se enfadó y la extrema derecha avanza»

XL. BlackRock, un fondo que ahora maneja siete billones de euros, ha anunciado que su prioridad es combatir el cambio climático…

A.P. Esa minoría que ha salido beneficiada de la crisis está preocupada; pero no se engañe, les importamos un bledo.

XL. ¿Resolvimos al menos la crisis?

A.P. No, en absoluto. Los desequilibrios financieros continúan, agravados por la inestabilidad política y la desigualdad creciente. La situación actual es peor que la de entonces. No solo lo digo yo. Basta con mirar los informes de la OCDE, del FMI… Y los mercados bursátiles se han vuelto locos. Han perdido el contacto con la realidad. Va a volver a ocurrir, se lo garantizo. La cuestión es cuándo y qué la desencadenará. Puede ser esta pandemia. El coronavirus ya está afectando a la economía. O una crisis climática. Un evento extremo, como un huracán, que afecte a Londres o Nueva York y los deje sin agua, como pasó en Ciudad del Cabo, o sin electricidad. O incendios como los de Australia que obliguen a evacuar Silicon Valley.

«Cambiar el estilo de vida es esencial. Pero si las petroleras siguen recibiendo créditos de los bancos no hay nada que hacer. Esa financiación hay que redirigirla hacia las energías renovables»

XL. Por cierto, ¿considera que Silicon Valley es parte de la solución o del problema?

A.P. Es una parte muy grande el problema. Ellos medran en un mundo sin fronteras para el dinero, donde no pagan impuestos y ningún Gobierno los controla. Si quieren operar en nuestros países, hay que imponerles unas condiciones.

XL. A España no le está resultando fácil cobrar la tasa Google…

A.P. Pero Europa tiene herramientas y tiene músculo, ¡lo tiene! Hay que obligar a Google, Amazon y Facebook a que paguen impuestos. Al menos un tercio de la riqueza del mundo está en paraísos fiscales. Y el 80 por ciento de las transacciones bancarias.

«Silicon Valley es una parte muy grande del problema. Europa cuenta con herramientas para hacer que paguen impuestos»

XL. ¿Y cómo se consigue que aflore ese dinero?

A.P. Con controles de capital. Para eso hacen falta fronteras. La globalización es la prueba de cómo hemos perdido el control democrático sobre el sistema.

XL. Volvamos al green new deal. Sus detractores lo tachan de que es un plan megalomaníaco. ¿Cómo se financiaría?

A.P. A crédito.

XL. Pero ¿no nos llevó eso a la crisis?

A.P. Nos llevó la deuda impagable. Pero el crédito, cuando se puede devolver, es bueno.

Ann Pettifor: "La situación es peor que antes de la crisis. Y va a volver a ocurrir, se lo garantizo. 3

Greta Thunberg, el año pasado, en una manifestación en Nueva York en la que sus seguidores defendieron las teorías de Ann Pettifor.

XL. Explíqueme cómo sabemos cuándo se puede y cuándo no.

A.P. Lo primero que tiene que entender es la verdadera naturaleza del dinero. La gente no sabe lo que es, aunque lo use todos los días. Muchos economistas tampoco lo entienden. No es una mercancía. No es oro ni plata ni bitcoins… Es una invención social. Es una promesa. La promesa de pagar. No es más que eso. Cuando yo voy a una cafetería y paso la tarjeta, no hay dinero que cambie de manos. Mi tarjeta dice que puedes confiar en que Ann Pettifor pagará su café.

XL. Pero tendrá dinero en su cuenta.

A.P. O no. Imagine que voy a una tienda y compro un frigorífico que vale 500 euros. Y utilizo mi tarjeta de crédito. La tarjeta me da poder de compra, aunque en ese momento no tenga nada. Mi banco hace una transferencia al vendedor y a final de mes me cobra. Lo que quiero que entienda es que no es dinero real, es una promesa de que voy a pagar.

XL. Entendido.

A.P. Si se para a pensarlo, es algo maravilloso. He trabajado en muchos países de África que no tienen un sistema monetario, cuya moneda no tiene valor y utilizan el dólar… Lo pasan mal. En Europa, cuando prometo que voy a pagar, subyace la amenaza de que, si no pago, seré castigada, tendré que pagar más o incluso iré a la cárcel. Esa promesa es creíble. En el Reino Unido tenemos un Banco Central que garantiza la autonomía de la libra. Es un organismo del Gobierno. El sistema monetario es una arquitectura financiera que nos da la posibilidad de pagar. Pero, además, nos permite tener un sistema judicial, unos impuestos…

«Hay que poner fronteras al dinero. Un tercio de la riqueza está en paraísos fiscales. La globalización es la prueba de que hemos perdido el control sobre el sistema»

XL. ¿Adónde quiere ir a parar?

A.P. A que el sistema monetario es mágico. Es el resultado del avance de la civilización desde que los banqueros florentinos del Renacimiento se dieron cuenta de que no hacía falta prestarle oro a un mercader, bastaba con extenderle un pagaré. Y cuando hay un sistema monetario nunca falta dinero. Jamás. ¡Esa es la magia!

XL. Oiga, que hay mucha gente que no llega a fin de mes.

A.P. Por supuesto. Si prometo que voy a pagar y no tengo trabajo, o propiedades, o algún ingreso, es una promesa vacía. Así que, a nivel individual, tengo ciertas limitaciones. Pero la sociedad en su conjunto no tiene esas limitaciones. Eso nos permitió rescatar a la banca en 2009 creando de la nada billones de dólares, euros, libras… Es un dinero que no existía. Ningún país lo tenía. No se creó con impuestos. Se creó a través del sistema de crédito de los bancos centrales. Esa es la parte buena del sistema.

XL. Intuyo que hay una parte mala…

A.P. Sí. Cuando hago una promesa, pero no puedo cumplirla. Entonces llego al límite del sistema. Lo que tenemos ahora es un sistema financiero donde no hay límites. Pero tampoco hay ingresos suficientes para devolver los créditos, lo que genera montañas de deuda impagable. Hay que reconducir el sistema…

«Tenemos un mercado financiero caótico y controlado por una minoría que lo manipula a su beneficio por nuestra ignorancia. Es preciso reconducir el sistema»

XL. ¿Y se reconduce con más créditos?

A.P. Sí, pero cambiando el destinatario de esos créditos. Hay que destinarlos a la actividad productiva -la que llevan a cabo las empresas y los pequeños negocios- y no a la especulativa. Hay que dar créditos siempre que con ellos se creen empleos. Porque los empleos generan ingresos para los trabajadores y, a través de los impuestos, ingresos tributarios para el Estado. Lo que tenemos ahora se nos hay ido de las manos.

XL. ¿Hasta qué punto?

A.P. Del todo. Tenemos un mercado financiero caótico y que se regula a sí mismo. Lo controla una minoría. Y lo manipula en su beneficio. Por nuestra ignorancia. Pero la autoridad de los bancos centrales no depende de que sean dirigidos por gente inteligente. Emana de nuestros impuestos: 30 millones de contribuyentes en el Reino Unido, 140 millones en EE.UU., 100 en Europa… ¿Y sabe cuál es el aval más cotizado para el sistema financiero? La deuda de los gobiernos.

XL. ¿Se refiere a los bonos, letras del Tesoro…?

A.P. Sí, ¿y sabe por qué? Porque un bono es la promesa de que una nación va a pagar. Y esa promesa es creíble gracias a los contribuyentes. Los países emiten bonos para pagar a sus enfermeras y maestros, reparar sus infraestructuras… Eso crea empleo. Pero, además, esos bonos son muy valiosos para los fondos, para el capital riesgo. Porque son los bienes más seguros del mundo. Si compran suelo en Londres o en Madrid, los precios pueden bajar… En cambio, la deuda soberana no. Incluso Argentina, con todos sus problemas, ha lanzado bonos que pagar en cien años. ¡Y se los quitan de las manos!

Ann Pettifor: "La situación es peor que antes de la crisis. Y va a volver a ocurrir, se lo garantizo. 2

La congresista americana Alexandria Ocasio-Cortez, que apoya la campaña de Bernie Sanders, es la principal valedora del ‘green new deal’ en Estados Unidos.

XL. Teniendo en cuenta que hay bonos alemanes en negativo…

A.P. Sí, pero los inversores también compran bono alemán a sabiendas de que incluso van a perder un poco. Y lo hacen porque les da seguridad. Para Wall Street o la City de Londres, la deuda de los gobiernos es una fabulosa oportunidad de inversión. Nunca tienen suficiente. Pero que esa deuda sea pagable depende de nosotros. ¿Sabe dónde se ha puesto de moda que los oligarcas rusos se divorcien? Vienen a Londres. Porque nuestro sistema legal es robusto. Y no es corrupto. Y tenemos una Policía que garantiza, hasta cierto punto, que no les van a asesinar por la calle. Eso no pasa en todo el mundo, no pasa en mi país…

XL. Usted es sudafricana, ¿echa de menos líderes de la talla de Mandela?

A.P. Sí, pero Mandela tampoco entendía de economía.

XL. ¿Y qué le parece Greta?

A.P. La irrupción de Greta ha dado una visibilidad espectacular a la emergencia climática. Y tiene razón en que tenemos que volver a la mentalidad de las catedrales, hay que construir los cimientos, aunque no sepamos todavía cómo hacer el techo.

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