Los grandes de la gastronomía han protagonizado una campaña sin precedentes durante la crisis del coronavirus. Un movimiento donde las estrellas Michelin, los voluntarios, las redes sociales y el coraje de todos se han unido para llevar comida allí donde se necesite. Daniel Méndez / Foto: Fernando Pérez y Javier Peñas (WCK)
Yo estaba en casa volviéndome majareta, pensando en qué iba a hacer cuando acabara todo esto». Habla Ángel León, chef al frente del triestrellado restaurante Aponiente en Cádiz. «Pero hace unas semanas me llamó José Andrés y me dijo: ‘Angelito, ¿en Cádiz, vamos o no vamos?’». Ángel León pasó la noche en vela, pero al día siguiente se sumó a la ONG del chef asturiano afincado en Washington, World Central Kitchen. Aponiente y LÚ Cocina y Alma (ambos, de Juan Luis Fernández, quien fuera segundo de a bordo de Aponiente durante diez años) reparten ya más de 500 menús diarios en Cádiz.
Ellos cocinan y Cruz Roja los reparte entre los más necesitados. «Dejamos de pensar en nosotros para ponernos a trabajar para los demás. Estoy supercontento. Se ha creado un movimiento superbestia». Tan bestia que a finales de abril ya repartían más de 20.000 comidas diarias en toda España.
«Se ha creado un movimiento superbestia», afirma Ángel León. El chef se sumó al proyecto nada más proponérselo su colega José Andrés: «Angelito, en Cádiz, ¿vamos o no?»
Diego Guerrero, con dos estrellas Michelin, en DSTage; Álvaro Castellanos e Iván Morales, del Grupo Arzábal; o Pepa Muñoz, entre otros, en Madrid. El restaurante Fierro, en Valencia; Carles Tejedor, en Barcelona; Xanty Elías, en Huelva… y muchos más han puesto sus fogones al servicio de esta iniciativa, aglutinada en las redes sociales bajo el hashtag #ChefsForSpain. La ONG World Central Kitchen pone el método y la financiación. Las donaciones y el trabajo voluntario hacen el resto. Javier García, secretario general de la ONG, cuenta a XLSemanal su secreto.
«Trabajamos en la nube, sin una estructura física en los países. Eso nos permite empezar con nuestra actividad en 24 horas». Pero sobre todo -afirma- «esto es un movimiento. Nuestro músculo llega hasta donde llega. El resto lo hace la propia comunidad». Un ejemplo: en Villaverde Alto (Madrid) contactaron con la ONG. «A las 24 horas estábamos repartiendo comida. Pero no nosotros: los vecinos. Fuimos con un food truck y protocolos de seguridad. El resto lo hicieron ellos».
Y no están solos. Son muchas las iniciativas del sector de la alimentación. Cristina Oria es una reconocida chef, propietaria de un catering de lujo en Madrid. Cuando empezó a montarse el hospital de emergencia en Ifema, ofreció su apoyo. «Nos dijeron que sería de utilidad un tentempié para el personal, que trabajaba muchas horas». Se pusieron manos a la obra y, una vez más, pidió ayuda en las redes sociales. ¿El resultado? Comida gratuita en Ifema y un crowdfunding que ha recaudado ya más de 200.000 euros. «Con ese dinero llevamos termómetros, mascarillas y material a doce hospitales, seis residencias…. y también palés de comida a los bancos de alimentos», cuenta a XLSemanal.
El sector se ha volcado en las donaciones a los Bancos de Alimentos de las distintas comunidades para garantizar el abastecimiento de los más vulnerables
Grandes establecimientos alimentarios también están sumando esfuerzos. Mercadona colabora con más de 210 comedores sociales y 60 bancos de alimentos. Carrefour ha donado ropa de cama a Ifema, tabletas para los ingresados en el hospital Gómez Ulla de Madrid y colabora con la Cruz Roja, al tiempo que proporciona alimentos o cestas de compra a personas en situación de vulnerabilidad.
La empresa Damm, por su parte, ha proporcionado miles de litros de alcohol 96º a diversos hospitales, así como agua mineral o respiradores y bifurcadores de campaña que la alianza del Consorci de la Zona Franca de Barcelona ha fabricado a través de la impresión 3D. Por citar solo algunos ejemplos. También la cadena Rodilla, que pertenece al grupo Damm, se ha sumado a la ola solidaria. Ha repartido torrijas y sándwiches entre distintos colectivos: ancianos en residencias y también personal de transporte municipal.
Telepizza, por su parte, ha repartido más de 10.000 pizzas gratuitas para las administraciones y para colectivos sin recursos. Y la cadena de supermercados Eroski ha puesto en marcha diversas iniciativas para ayudar a los colectivos más vulnerables. En colaboración con Cruz Roja ha organizado una campaña de donaciones en sus supermercados e hipermercados para recaudar fondos para la alimentación e higiene de niños y familias en riesgo de exclusión social. Desde Eroski, se han comprometido a duplicar lo que se done. «Y comenzamos la campaña donando 50.000 euros para activar la ayuda desde el primer día», en palabras de Alejandro Martínez Berriochoa, director de Salud y Sostenibilidad.
También El Pozo Alimentación ha donado al Ministerio de Sanidad un millón de EPI. La empresa, con sede social en Alhama de Murcia, colabora con la entrega de productos en el punto de aseo y avituallamiento habilitado por el Ayuntamiento de Murcia y el Real Murcia para los trabajadores del transporte. Cada uno pone su grano de arena y así, entre todos, consiguen dar forma a una playa bañada por una gran ola de solidaridad.
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