Estrellas del Camino de Santiago: su gente maravillosa
Un Luthier en el bosque
Xermán Arias nació en medio del Camino de Santiago. En su pueblo, Vilei, en la parroquia de Barbadelo, el Camino bordeaba su casa. «Desde pequeño vi a gente caminando», cuenta este luthier de 55 años en su taller de la localidad de Sarria (Lugo). Acaba de reconstruir una viola que aparece en la arquivolta del pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago. Con madera de un peral y un cerezo de su pueblo. «Estoy seguro de que miles de peregrinos han descansado a la sombra de estos árboles», dice. Gracias al Camino, explica, la Galicia medieval se convirtió en una vanguardia cultural y artística. «Es un dinamizador de mentes». Y cuenta una anécdota de la época en que el peregrino dependía de la solidaridad de los vecinos. Recuerda a aquel japonés que llegó pidiendo un vaso de agua una mañana muy fría. Tan fría que las cañerías se habían congelado y no salía nada del grifo. En su lugar, le ofreció una Estrella Galicia. Y como agradecimiento, él le regaló un dibujo de su casa. Años después buscó en Google el nombre de la firma. Era Munehiro Ikeda, un reputado artista japonés