La red eléctrica, muy diversa según qué parte del mundo, ‘estimula’ la variedad de modelos. Europa sí tiene un patrón común.

No existe un enchufe ni toma de corriente que valga para todas las redes eléctricas del mundo. En este campo hay una amplia variedad de enchufes (hasta 20), con diversa cantidad y tipo de patas y agujeros, que dependen de la tensión, el amperaje, la seguridad o la frecuencia de la red de cada país.

Con todo, la UE ha unificado bastante el criterio, y gran parte de los países miembros lo cumplen: el europlug (o euroenchufe) es de clavija plana de dos polos para uso doméstico (es el que suele venir en los cables de los electrodomésticos o de los prolongadores) y está diseñado para voltajes de hasta 250 V y corrientes de hasta 2,5 A. Ideado para funcionar de forma segura en las tomas de casi toda Europa, solo no es válido en Gran Bretaña, Chipre, Gibraltar, Irlanda y Malta. En la UE es también muy usado el schuko, más caro, muy seguro y cuyas tomas admiten el europlug.

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