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PARADORES

Alojamientos sostenibles para amar la naturaleza

Los criterios de sostenibilidad determinan cada vez más las decisiones de consumo de los turistas. La red de Paradores, con casi un siglo de vida, es pionera y referente en el cuidado de la naturaleza

Prado Campos

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El Parador de El Saler (Valencia) es un ejemplo de sostenibilidad energética (Paradores)

Un Green Deal mundial, que implique a gobiernos, empresas y ciudadanos para frenar la emergencia climática y mejorar la calidad de vida de todos. La reducción de las emisiones, de la temperatura del planeta y de la contaminación son los principales retos que se están abordando en la Cumbre del Clima COP25, que se celebra esta semana en Madrid, y que los españoles asumimos, en gran medida, como propios.

España es uno de los países más preocupados por el cambio climático, según un estudio de Pew Research, solo por detrás de Grecia, Corea del Sur y Francia. El 73% de los españoles toma decisiones de consumo por motivos éticos y de sostenibilidad, apunta un estudio de la OCU. Una preocupación que alcanza también al turismo. Casi el 80% de los viajeros considera importante alojarse en hoteles sostenibles, según la Organización Mundial del Turismo. Una cifra que el Global Tourism Council y el Instituto Tecnológico Hotelero elevan hasta el 90%. Un 34% estaría dispuesto a pagar más por alojarse en ellos.

Las compañías hoteleras están empezando a tomar nota, aunque Paradores lleva casi un siglo de ventaja, ya que está enfocada al turismo sostenible desde sus inicios en 1928. “No hay otra opción. Tenemos que ser sostenibles. No podemos quedarnos de brazos cruzados si queremos que el planeta siga siendo un lugar habitable”, afirma rotunda Sonia Sánchez, responsable de Comunicación, Marca y Sostenibilidad de Paradores.


Parador de Cazorla

Parador de Fuente Dé

Parador de Bielsa

Parador de Vielha

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Las políticas de sostenibilidad vertebran toda la actividad de esta red de hoteles y restaurantes. El cuidado del entorno es su razón de ser. “Paradores es una compañía única, una empresa pública que reinvierte sus beneficios en la conservación del patrimonio histórico y del capital natural. La mayoría de los Paradores están en lugares pequeños, somos lo contrario al turismo de masas. Nuestros clientes buscan cultura, tradición y, en gran medida, naturaleza. Cuidar de la biodiversidad está en el ADN de Paradores. Tenemos muchos establecimientos en parques naturales o muy cercanos a ellos: Doñana, Monfragüe, Picos de Europa, Las Tablas de Daimiel, La Albufera… Desarrollamos numerosas campañas de sensibilización para concienciar a nuestros empleados y clientes sobre el respeto a la naturaleza y sobre lo maravilloso que es disfrutarla”, afirma Sánchez.

"No hay otra opción. Tenemos que ser sostenibles"

Sonia Sánchez

Compromiso transversal

El compromiso sostenible de Paradores abarca el sentido más amplio del término, no solo se refiere a lo medioambiental. Para empezar, los Paradores ubicados en pequeños municipios son fundamentales para luchar contra la despoblación de la llamada España vaciada. Ayudan a generar empleo, turismo y revitalizan económicamente estas zonas gracias al fomento de los productos kilómetro cero y la economía circular a la hora, por ejemplo, de comprar a proveedores o elaborar los menús de sus restaurantes. “Somos conscientes de nuestra responsabilidad y sabemos que como empresa pública tenemos que dar ejemplo. Por eso, trabajamos para estar a la vanguardia del sector”, asegura su presidente, Óscar López.

Desde enero, la cadena hotelera pública está dando pasos firmes para impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU. Los ODS son la guía para las nuevas aperturas (en breve abrirá sus puertas el Parador de Costa da Morte, en Muxía) y para la mejora de sus 97 establecimientos, por ejemplo, a través de planes de eficiencia energética para reducir su huella de carbono. De hecho, toda la energía eléctrica que utilizan los Paradores procede de fuentes renovables. “La factura es un poco más cara, pero merece la pena. El dinero que destinas a sostenibilidad no es un gasto, es una inversión especialmente rentable si se acompasa con un plan serio de eficiencia y ahorro energético. Además, estamos dotando a nuestros Paradores de instalaciones que les permiten generar su propia energía limpia mediante placas fotovoltaicas o aerotermia y cambiando antiguas calderas de gasoil por otras de biomasa”, cuenta Sánchez. Un claro ejemplo de ello es el Parador de El Saler (Valencia), que tiene instaladas placas solares para calentar el agua del Parador, el campo de golf y el spa y que, además, riega su campo de golf con el agua usada del hotel.

Imagen del Parador de Mazagón, ubicado en pleno Espacio Natural de Doñana (Paradores)

La lucha contra el plástico es otro de los compromisos sostenibles más contundentes de Paradores. Para ello, ha eliminado botellas de plástico, pajitas y vasos en todos los establecimientos de la red y los ha sustituido por otros de material biodegradable. A final de año todas las habitaciones de Paradores quedarán libres de plásticos de un solo uso. Los nuevos amenities están realizados con materiales sostenibles, reciclados y reciclables y contienen cosmética animal free (no testada en animales). “Solo la eliminación de las pequeñas botellitas de champú o gel hace que dejemos de poner en circulación 18 toneladas de residuos de plástico al año”, confirma Sánchez.

Pero en la cadena son conscientes de los gestos tienen que ir acompañados con educación y sensibilización y, por eso, impulsan campañas como Por un mar sin plástico, junto a la Fundación Oceanogràfic, con la que conciencian a sus empleados y clientes sobre la importancia fundamental de luchar contra esta contaminación. Cada año llega a los mares y océanos el equivalente en basura a hasta 1.200 veces el peso de la Torre Eiffel y una aparentemente sencilla botella de plástico tarda 500 años en descomponerse. Esta campaña comenzó en los 25 Paradores ubicados cerca de las costas del Cantábrico, el Mediterráneo y el Atlántico, como los de Mazagón, Hondarribia, Baiona, Pontevedra, Cádiz, El Hierro, La Gomera, La Palma, Lorca, Nerja o Gijón, a recoger los plásticos de las playas. Después, se extendió a los Paradores de interior para subrayar que todo lo que tiramos a los ríos acaba en el mar.

``Solo la eliminación de las pequeñas botellitas de champú o gel hace que dejemos de poner en circulación 18 toneladas de residuos de plástico al año``

Luchar con el desperdicio alimentario es otro de los objetivos de la ONU asumidos por Paradores. En España, solo el año pasado se tiraron a la basura 1.339 millones de kilos/litros de comida y bebida, es decir un 8,9% más que el año anterior. Para frenarlo, los restaurantes cadena pública ponen a disposición de sus clientes envases biodegradables y compostables para que se puedan llevar la comida que les ha sobrado. “Es un gesto muy sencillo, una forma básica de economía circular, que ayuda a generar menos residuos. Si el cliente no se lo lleva, el destino de lo que sobra en los platos servidos es la basura. Nuestros comensales lo aprecian se lleven o no la comida. Cada vez se la llevan más, por cierto”, asegura la responsable de Sostenibilidad de Paradores. Además, y para fomentar un consumo responsable, la red hotelera ajusta la compra de materias primas y apuesta por las de kilómetro cero para apoyar la economía local.

Predicar (en verde) con el ejemplo

Predicar (en verde) con el ejemplo

Parador de Cangas de Onís (Paradores)

Ya sea respirando el aire libre de la sierra desde la terraza del Parador de Gredos, admirando el cielo estrellado desde los paradores de Guadalupe o Las Cañadas del Teide, disfrutando de la naturaleza más plena en Vielha, Fuente Dé o Santo Estevo o en parques naturales como Las Tablas de Daimiel, La Albufera o Doñana, los clientes pueden apreciar como la red de Paradores predica (en verde). Más allá de sus planes de eficiencia energética o su lucha contra los plásticos, las experiencias son la mejor manera de concienciar a quienes visitan Paradores. Nada es más didáctico que saber cuáles son la flora y la fauna propias de la Sierra de Cazorla para aprender a cuidarlas y preservarlas. Conocer al quebrantahuesos, al alimoche o al águila real es tan fácil como acudir al Aula de Naturaleza del Parador de Cazorla (Jaén), ubicado en el corazón de la sierra. Otra excelente manera es contemplar la naturaleza en su esplendor y a los animales en su propio hábitat recorriendo los dos kilómetros de la Senda del Duero, cerca del Parador de Soria, que la hotelera pública ha recuperado junto a la Asociación Forestal de Soria

La Fundación Aquila colabora con el Parador de Oropesa (Toledo) para la conservación del cernícalo primilla y la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos también lo hace con el Parador de Cangas de Onís (Asturias), situado a las puertas de los Picos de Europa, para impulsar el turismo científico entre sus clientes. Organiza visitas a la zona y observación de animales para concienciar sobre la recuperación de especies en peligro de extinción y la necesidad de mantener sus ecosistemas. Además, en el Parador hay un arboreto con la flora más significativa de los Picos de Europa y un hotel de insectos que visitan regularmente colegios y escuelas de la comarca, además de los huéspedes. En breve, Paradores va a poner en marcha el proyecto Vive la Naturaleza de inmersión responsable en espacios naturales que rodean a sus establecimientos. Todo para que el turismo sea, de verdad, verde y sostenible.

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Paradores. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.