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Lo nuevo es apostar por lo viejo
Adolfo Domínguez convierte a Benedicta Sánchez en la modelo perfecta para representar la campaña Ropa Vieja
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Cuando Benedicta Sánchez recogió el premio a actriz revelación en los Goya 2020, los reporteros de la alfombra roja ya habían desvelado un dato insólito: la intérprete lucía un diseño original de Adolfo Domínguez de 1990. Al verla posar en la red carpet, y al observar cómo recogía su galardón, nos dimos cuenta de que el look no podía parecer más actual. Pero entonces, ¿cuál es el secreto para que un diseño de hace 30 años parezca recién salido de la pasarela? La respuesta es sencilla: para lograrlo, hemos de apostar en la calidad de las prendas y en su vocación atemporal. Sí: cuando un diseño no ha sido creado para alcanzar miles de likes, sino para perdurar en el armario, está destinado a ser casi, casi, eterna. Como de Benedicta.
La magia de lo viejo
No es de extrañar, por ello, que Benedicta Sánchez forme ahora parte de la campaña Ropa Vieja de Adolfo Domínguez, orquestada con prendas con más de 20 años y en la que la reedición de varios diseños históricos ha sido clave. Cuando una mujer de 85 años se erige como actriz revelación, queda claro que lo más innovador puede ser a veces lo más añejo. La actriz se ha convertido en la modelo perfecta para Adolfo Domínguez al encarnar muchos de los valores de la casa: sencillez y autenticidad frente a lo superfluo, el juicio y el criterio construido a través de la experiencia y una actitud que se escapa de los cánones del mundo de la moda. Esa frescura ha sido precisamente la que ha enamorado al público, cansado ya de ver siempre las mismas poses y respuestas aprendidas y ajenas a la espontaneidad.
Benedicta Sánchez se convierte así en la imagen idónea para reflejar el espíritu de la marca. La actriz luce diseños procedentes del archivo histórico de Adolfo Domínguez, modelos con entre 15 y 35 años de antigüedad, junto con piezas de la nueva colección de la marca. La esencia es la misma: diseños pensados para durar. La naturalidad con la que Benedicta posa deja claro que el estilo es atemporal y, ante todo, una cuestión de actitud. Si algo le sobra a Benedicta no son, sin duda alguna, años, sino actitud. Y esa, y no otra, es la llave hacia el verdadero estilo.
Con esta campaña Adolfo Domínguez invita a la sociedad a reflexionar acerca de los hábitos de consumo que rigen el presente para aprender así a valorar la durabilidad y la atemporalidad de la moda frente a la fugacidad que el fast fashion impone. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya señaló este problema hace unos años y urgió al sector de la moda a revisar sus engranajes y ser responsables con el medio ambiente, una conciencia ecológica que siempre ha estado presente en la firma gallega: desde utilizar el lino, considerado un producto slow fashion por su sostenibilidad, como tejido predominante en sus colecciones a ser pioneros en la introducción de alternativas a la piel animal. “Ropa vieja recoge la esencia de moda de autor que reivindicamos desde hace 44 años en Adolfo Domínguez: creatividad atemporal y respetuosa con el medio ambiente”, explica Tiziana Domínguez, Directora Creativa de la firma. La ropa de Adolfo Domínguez, en definitiva, no tiene obsolescencia programada. Está pensada para durar.