La actriz Inma Cuesta nos presenta los ‘looks’ de maquillaje que iluminan el verano de tonos tierra, bronce y rosa mientras nos cuenta el secreto de su éxito personal y profesional: la naturalidad.
Los seis millones de espectadores que siguieron el tira y afloja entre Gonzalo y Margarita durante la última temporada de Águila Roja y los nueve millones de euros que recaudó la taquilla con Primos y La voz dormida han convertido a Inma Cuesta en una de las actrices españolas más rentables de los últimos tiempos. Una corona de oro que ella, menuda y racial, ni siquiera se toma en serio. Para ser una chica de oro, debería tener ya una edad, ¿no? , asegura mientras nos presenta la colección estival de maquillaje de Chanel.
XLSemanal. Tienen ustedes a media España pendiente de lo que ocurrirá con Águila Roja
Inma Cuesta. Pues estamos todos igual, porque nosotros tampoco sabemos nada. Hay 17 capítulos grabados de la siguiente temporada, pero dependemos de las decisiones que se tomen ahora en TVE. Nos dicen que es por la crisis económica, que afecta a todo, y que tienen que reestructurar.
XL. Pero algo nos podrá adelantar ¿Avanzará su relación con Gonzalo?
I.C. Se nos va a seguir cruzando gente a los dos, aunque sí te puedo decir que algunos van a resolver esa tensión sexual mejor que otros. A mí es que este chico ya me tiene harta [se ríe].
XL. Y, mientras, en otoño la veremos en la versión española de Blancanieves.
I.C. Será la mejor de todas porque, con perdón de Charlize Theron y Julia Roberts, nosotros tenemos a una Maribel Verdú que se come con patatas a las otras madrastras. Yo soy Carmen de Triana, la madre de Blancanieves; mi marido es torero y mi hija nace en una plaza de toros. ¡Imagínate qué familia!
XL. Y, en diciembre, el thriller de acción Invasor, con Alberto Ammann
I.C. Un peliculón. La historia arranca en Irak y cuenta el drama de un soldado español. Yo hago de mujer de Ammann y soy la que aporta un poco de coherencia a la trama. Es curioso que siempre me toca dar vida a mujeres con mucho sentido común. A mí, ¡que soy una loca!
XL. Cuentan que el rodaje fue durito
I.C. Es que nos pilló en Navidad, el tiempo era horroroso y yo soy niña sureña. Pero siempre acabo convirtiendo la habitación del hotel en mi propia casa. Me llevo un reloj antiguo de hojalata, una foto de mis abuelos bailando, compro flores
XL. ¿Es usted muy hogareña?
I.C. Sí, soy muy de mantita y sofá, aunque también salgo de vez en cuando a tomar algo por Madrid.
XL. ¿Se preocupa mucho por su imagen cuando está fuera de la pantalla?
I.C. No mucho. A veces veo a otras actrices y pienso. Siempre están monísimas; jamás las pillan en un mal día, oye . Pero yo no soy así.
XL. ¿Pesa mucho el personaje televisivo cuando sale usted a la calle?
I.C. Sí, pero a mí me gusta la naturalidad. Mucha gente cree que los actores tenemos que vender sueños, pero yo opino todo lo contrario. Me gusta saber que hay actrices normales, con curvas, con culo y con celulitis, porque vender que somos perfectas no es real, es contraproducente, sobre todo para las mujeres más jóvenes.
XL. ¿Alguna recomendación para esas chicas jóvenes que quieren estar estupendas y no morir en el intento?
I.C. Hay que intentar cuidar la alimentación con una dieta equilibrada y dormir bien, pero nada más. Yo creo que el mayor truco de belleza es estar bien de la cabeza; si eso no funciona, no hay crema que valga.
XL. Pero algún truquito habrá aprendido después de tantas sesiones de maquillaje en el cine y en la tele
I.C. Es que, gracias a Dios, tengo una genética muy buena. Quizá lo más importante es cuidarse del sol. Yo soy negra, pero, aun así, me cuido mucho la piel y me pongo pantalla total.
Trucos para mujeres morenas
Objetivo: dar luz. Las mujeres de piel morena y pelo y ojos oscuros necesitan, sobre todo, dar luz a su rostro. El maquillador Mauro Saccoccini nos dice cómo conseguirlo.
- Tu arma secreta. Son los iluminadores. Es fundamental que los uses para aclarar la parte central de la frente, por debajo de los ojos y la barbilla.
- Los colores básicos. Los que más te favorecen son los rosas, fucsias y violetas, especialmente para la zona de los ojos y las mejillas.
- Los tonos prohibidos. Los colores mate. Hasta los labios te favorecerán más con un toque perlado. Si no te gustan los tonos claros, puedes apostar, además, por otros más llamativos, pero siempre que ilumines la piel.
- El maquillaje. Puede ser en tonos tierra, sobre una base irisada que proporcione luz con algún toque dorado o rosáceo. Las tonalidades doradas iluminan los párpados o las mejillas
