Olivier Martínez. «El juego de la seducción no me gusta»
El actor francés, al que conocimos noqueando el orgullo de Richard Gere en la película ‘Infiel’, pasa por España para hablarnos de sus raíces andaluzas, sus inicios en el boxeo y su pasión por la fuerza que transmite el perfume masculino de YSL.
No le gusta que identifiquen su imagen con la de un galán. Es lo primero que deja claro en cuanto se le pregunta por sus papeles en la gran pantalla o su relación con las mujeres. En la prensa del corazón tengo fama de seductor, pero quiero desmentirlo , dice muy serio. Combativo, directo y con las ideas claras, Olivier Martínez cambia de registro y suaviza la expresión cuando recuerda sus raíces españolas. Mi personalidad está muy unida con la cultura del sur de España. Mi abuelo era andaluz y mi abuela, de Valencia, pero tuvieron que marcharse muy pronto para buscarse la vida fuera . El actor, que estuvo cinco años con la cantante Kylie Minogue y al que se ha relacionado también con Mira Sorvino, Goya Toledo y Elsa Pataky, pasa ahora por uno de sus mejores momentos junto con Halle Berry, a la que conoció durante el rodaje de Marea letal, en el año 2010. Con 46 años, dos películas por estrenar, una serie en Internet y campanas de boda con la actriz estadounidense, Olivier nos cuenta cómo recuerda su etapa de boxeador y en qué se identifica con L’Homme, el perfume de Yves Saint Laurent.
XLSemanal. ¿Cómo acabó su familia viviendo en Francia?
Olivier Martínez. Yo siempre he creído que mi abuelo, como no sabía ni leer ni escribir, cogió un barco para irse a América, pero se equivocó y acabó en Argelia [se ríe]. Luego se fue a Marruecos para empezar una vida nueva y allí nació mi padre. Después se marcharon a Francia.
XL. ¿Qué ha heredado de su familia andaluza?
O.M. Mucho. Soy un francés superespañol. Me identifico mucho con ese carácter orgulloso que tenéis aquí y con la forma de ser directa de los españoles, que no os andáis por la ramas. Los franceses van de sutiles y siempre hay que leer entre líneas lo que quieren decir, y a mí eso me cansa.
XL. Incluso estudió usted en la escuela de tauromaquia
O.M. Fue para el rodaje de Toreros, la película que hice con Maribel Verdú y en la que conocí a Joselito. Fue una gran experiencia porque aprendí a valorar a los matadores, que se juegan la vida. En mi familia, muchos hemos sido boxeadores y tenemos muchas cosas en común.
XL. ¿Cómo recuerda su etapa como púgil entre las doce cuerdas?
O.M. Siempre lo he vivido como algo natural porque mi padre boxeaba, ¡y con los mejores!. Carlos Monzón, Nino Benvenuti Recuerdo que hubo un momento en el que me planteé que no quería ser el campeón de la calle, sino del cuadrilátero. Fueron muy buenos tiempos, pero hay una persona en mi familia que hizo lo imposible para que yo dejara el boxeo. mi madre [se ríe].
XL. ¿Siguió su consejo entonces?
O.M. Fueron muchas circunstancias. El problema en la carrera de un boxeador es el tiempo y, si lo pierdes, no tienes nada que hacer. Yo paré para hacer el servicio militar y luego tuve un accidente que me dejó fuera de juego mucho tiempo, así que decidí cambiar de vida y dedicarme a hacer teatro.
XL. Y su madre, tan contenta, claro
O.M. Y mi padre también. Estaban encantados. Empecé haciendo teatro clásico porque descubrí que un escenario es como un ring, hay una luz especial que te envuelve mientras el público está en la oscuridad. Y encima nadie te pega [se ríe]. Me pareció superfácil.
XL. Pronto lo veremos en la película Marea letal, en la que trabaja con tiburones. ¿Eso también ha sido fácil?
O.M. No tanto, pero fue muy interesante. Cuando trabajas con animales salvajes, no puedes llegar y hacer lo que te da la gana, sino que tienes que adaptarte a la situación; y a mí eso es algo que me encanta.
XL. También llegará en breve la adaptación del superventas El médico, de Noah Gordon.
O.M. Creo que se estrenará en 2013, pero todavía no hay fecha concreta. Rodamos en Marruecos y mi personaje es el sah de Persia. Estoy muy contento porque he podido trabajar con actores como Ben Kingsley o Stellan Skarsgard.
XL. ¿Y qué tal su experiencia en Internet con una serie web?
O.M. Muy bien. Cybergeddon es del productor de C.S.I., Anthony E. Zuiker, y me ha servido para conectar con un nuevo público. Al final, el trabajo como actor es el mismo; solo cambia el modo de difusión.
XL. ¿A usted le gusta el formato?
O.M. Yo soy un poco prehistórico y para mí el cine es una gran pantalla. Sin embargo, los jóvenes ya tienen otro concepto cultural y todo les llega a través de pequeñas pantallas, con vídeos que duran muy poco tiempo.
XL. Otra de sus facetas es la publicidad, donde lo vemos como imagen del perfume LHomme, de YSL. ¿En qué se identifica con la marca?
O.M. Me gusta YSL porque es una firma muy exclusiva, pero también tiene algo de rebelde, de rock and roll.
XL. Según dicen en la firma, este perfume es la representación de todas las facetas de la masculinidad . ¿Eso no es mucha responsabilidad?
O.M. Es verdad, creo que he sido un poco inconsciente al firmar esto [se ríe]. En realidad, solo es una forma comercial de explicarlo. Yo no represento nada ni me veo como líder de nadie. Lo único que he reivindicado siempre es la libertad y la sensibilidad, pero de forma individual.
XL. También le otorgan la cualidad de seductor
O.M. No, yo creo que eso es para Vincent Cassel, que es la imagen de otro de los perfumes de la casa. Puedo ser seductor, pero de forma natural, no me gusta jugar. En la prensa del corazón tengo fama de galán, de guapo, pero para nada soy así.
XL. ¿Por qué le molestan tanto esos calificativos?
O.M. Porque es al revés, yo soy muy directo. El juego de la seducción no me gusta. No soy de los que dan muchas vueltas para conseguir algo. Soy mucho más predecible, más sencillo de manejar. P insisto en que me gustan más los españoles que los franceses, porque son más directos.
XL. Pues tendrá que venirse a vivir aquí definitivamente.
O.M. Ya he vivido en España en tres ocasiones. Hay una parte de mí que encaja muy bien con esta cultura, que es todo lo contrario de Los Ángeles o Francia. Soy francés, pero me caen mal los franceses, y los parisinos son los peores. Prefiero España.
XL. ¿Y ha barajado nuestro país para su boda con Halle Berry?
O.M. Todavía no está entre mis planes, pero voy a pensarlo