A Amy Adams, le costó bastante hacerse un hueco en Hollywod, tuvo que pasar por un calvario de películas de serie B antes de que la cinta ‘June’ la pusiera por fin en el mapa en el año 2005. Por Ixone Díaz Landaluce
Amy Adams fue dependienta de una tienda de ropa, camarera en una cadena de restaurantes, intérprete en películas de bajo presupuesto… Desde entonces ha pasado de cero a cien en un tiempo récord y ha demostrado registros para dar y tomar: princesa naíf en Encantada, monja abnegada en La duda, barriobajera en The fighter o esposa manipuladora del líder de una secta en The master.
«No todo es el ‘glamour’ que se ve en las revistas. Hay mucho trabajo duro detrás de la carrera de un actor»
Nació por casualidad en la base militar de Aviano, en Italia, donde su padre, un actor aficionado, trabajaba como oficial. Pero ella y sus seis hermanos crecieron en Colorado, donde Amy cantaba en el coro del colegio y empezó a hacer ballet y teatro. A sus 38 años, Adams, nueva imagen de Eau de Lacoste, es una de las actrices más cotizadas de la gran pantalla, pero no tiene el aura cegadora de las divas de la alfombra roja. Es tan sencilla, dulce y natural que resulta extravagante para ser una estrella.
XLSemanal. Dicen algunos críticos que es usted la mejor actriz de su generación. ¿Le gusta el piropo o le puede la presión?
Amy Adams. Yo me lo tomo como un halago, aunque tengo mi propia opinión sobre quiénes son las mejores actrices de mi quinta… Pero me enorgullece que me incluyan en esa lista, claro.
XL. Cuatro nominaciones al Óscar en siete años. ¿Se acostumbra una a tanto reconocimiento?
A.A. No creo que jamás pueda habituarme a eso Es un honor increíble que te incluyan en ese grupo de actores y cineastas, sobre esto este año con las interpretaciones femeninas maravillosas que ha habido.
XL. Alcanzó la fama entradaen la treintena y después de hacer unas cuantas películas de serie B. ¿Había perdido ya la fe en convertirse en una estrella?
A.A. Hubo momentos en los que tuve poca confianza en mi futuro en este negocio. No sabía si sería capaz de encontrar mi hueco o de hacer el tipo de trabajo que a mí me gustaba No me preocupaba no ser una estrella, lo que más miedo me daba era no ser capaz de ganarme la vida como actriz.
XL. Antes sirvió mesas en Hooters [una cadena de restaurantes distinguida por la escasez de ropa de sus camareras]. ¿Qué le enseñó la experiencia?
A.A. Cuando tienes que fichar cada día a la misma hora para hacer algo que no te apasiona, aprendes una ética de trabajo muy valiosa. También te enseña a sacar lo mejor de cada situación. Eso es lo que me llevé de mis tiempos de camarera.
XL. ¿Y cuándo empezó a pensar en sí misma como en una actriz profesional?
A.A. Antes había sido bailarina, pero me lesioné y me di cuenta de que no iba a ser capaz de bailar para siempre. Esa revelación me ayudó a concentrarme en la interpretación y por eso decidí trasladarme a Los Ángeles. Pero nunca pensé que llegaría hasta aquí…
XL. ¿Es Hollywood lo que se esperaba cuando fantaseaba con ser una estrella?
A.A. No. Ahora que formo parte de ese mundo, reconozco que no todo es el glamour que se ve en las revistas. Hay mucho trabajo duro detrás de la carrera de un actor. Además, la percepción que se tiene de las estrellas ha cambiado mucho en la última década. Pero yo sigo creyendo firmemente que mi trabajo es la interpretación, no ser famosa.
XL. ¿Cuál es el secreto para sobrevivir en un negocio tan hostil y, encima, triunfar?
A.A. No lo hay. Si lo hubiera, sería mucho más fácil llegar hasta aquí y no lo es. Pero, si tuviera que dar un consejo, diría que tienes que ser capaz de aceptar el rechazo, aprender de él y seguir adelante. Y tratar de que tu corazón no se agriete por el camino.
XL. Será Lois Lane en ‘El hombre de acero’. Los fans del cómic suelen ser muy quisquillosos con las adaptaciones. ¿Nota la presión de interpretar a un icono?
A.A. Sí, es una responsabilidad enorme. Quieres asegurarte de realizar un buen trabajo, porque debes hacerle justicia a su legado. Pero traté de olvidarme de la presión y me concentré en disfrutar del rodaje con mis compañeros.
«Admiro a Meryl Streep, por ser fiel a sí misma y por saber combinar su carrera con la maternidad»
XL. ¿Idolatra a alguien en este negocio?
A.A. Siempre he admirado a Meryl Streep, porque ha conseguido mantenerse fiel a sí misma. Es una actriz fabulosa que ha sabido combinar su carrera con la maternidad. Ella ha logrado un equilibrio perfecto y yo la admiro por eso.
XL. Como ella, usted también ha conseguido que su vida privada siga siendo precisamente eso, privada. ¿Cómo lo ha logrado?
A.A. Creo que a la gente le gusta leer sobre la vida de personas que tienen existencias muy diferentes a la suya. Pero mi vida es, en realidad, muy normal y mundana. Los paparazis están hartos de fotografiarme haciendo la compra en el súper o llevando a mi hija al parque, el único lugar donde suelen pillarme. Encima llevo diez años con la misma persona [el actor Darren Le Gallo] y por eso no tengo ningún interés para ellos. Además, cada vez que me persiguen, los sermoneo.
XL. Creció en una familia de siete hermanos. ¿Cómo influyó eso en su carácter?
A.A. Cuando te crías en una familia numerosa como la mía, hay mucha gente a tu alrededor recordándote quién eres a cada momento. Eso te hace mantener los pies en la tierra y ser fiel a ti misma. Ellos son los responsables de que yo no haya perdido el norte. Creo que mis prioridades están en el lugar correcto.
XL. Hablando de prioridades, ¿la maternidad le ha abierto los ojos en algún sentido?
A.A. Ha puesto las cosas en perspectiva. Ya no me defino por mi trabajo, algo que antes sí solía hacer. Mi familia se ha convertido en un reflejo mucho más fiel de mi identidad. Ahora, mi carrera ocupa un lugar diferente y me ayuda a sentirme realizada.
XL. Quizá por algunos de los personajes que le ha tocado interpretar, la persigue una imagen de mujer naíf. ¿Encaja con su personalidad?
A.A. Bueno, soy una persona que realmente intenta ser feliz. No me gusta andar por el mundo con una mueca triste en la cara. No hay nada atractivo en ser desdichado.
XL. ¿Le interesa la moda o es solo una de las obligaciones de su gremio?
A.A. No, me encanta la moda como medio de expresión porque tiene la capacidad de cambiar tu estado de ánimo. Mi look en la alfombra roja es completamente diferente al del día a día y me permite explorar mi lado más femenino, pero mi estilo un día normal es mucho más relajado. Me gustan los tejidos suaves y siempre escojo la simplicidad y la comodidad antes que el glamour.
XL. Tiene usted una de esas pieles de porcelana privilegiadas. ¿Cómo la cuida?
A.A. Trato de comer bien e intento estar relajada. Creo que el estrés y el agotamiento se reflejan en tu rostro más que cualquier otra cosa. Aparte de eso, utilizo mucha protección solar. Muchísima.
XL. ¿Y qué hace para evitar el estrés?
A.A. Hace poco estuve de vacaciones en Ravello, Italia. La temperatura era perfecta y el viento traía un aroma de jazmín y naranjas delicioso. Si estoy estresada, pienso en ese instante. Me ayuda a relajarme. He plantado un jazmín junto a mi ventana para que su olor me devuelva a esa calma.
«Intento ser feliz. No me gusta andar por el mundo con una mueca triste. No hay atractivo en ser desdichado»
XL. Este año cumplirá 39 años. ¿Le gusta lo que ve en el espejo?
A.A. Bueno, todos tenemos cosas que desearíamos cambiar de nuestro aspecto, pequeños detalles que no se corresponden con lo que piensas que es el canon de belleza… Pero hay que aceptar las imperfecciones y seguir adelante.
XL. Es el rostro del nuevo perfume de Lacoste. ¿Por qué se identifica con esta marca?
A.A. Es una fragancia muy femenina, pero al mismo tiempo poco convencional; por eso me sentí reflejada en ella. Veo campañas de otros perfumes preciosas y muy glamurosas, pero me resultan poco naturales. En cambio, esta fragancia tenía que ver con ser tú misma, no tratar de encajar en ningún molde y, pese a todo, sentirse chic.
XL. ¿Qué es un planazo para usted?
A.A. Tengo que viajar tanto por trabajo que mi casa es mi lugar favorito en el mundo. Me gusta estar con mi familia…
XL. ¿Y dónde se ve Amy Lou Adams dentro de diez años?
A.A. No me gusta hacer planes a largo plazo, prefiero dejarme llevar Pero aspiro a encontrar un buen equilibrio en mi vida. A veces estoy tan volcada en la maternidad que no estoy pendiente de mi carrera y, si estoy demasiado concentrada en actuar, siento que no sé qué está pasando en mi relación Siempre estoy ahí para mi hija, pero quiero ser capaz de encontrar la armonía perfecta.