Pasamos un día con el cuarto mejor tenista del mundo, justo antes de que comience el Masters 1000 de Madrid. Ferrer, embajador de Gillette Fusion ProGlide, habla de la nueva temporada, de sus retos y de su futuro. Por Raquel Peláez y Juan José Esteban

David Ferrer tiene un reto mayúsculo: reeditar en 2013 los éxitos del año pasado, el mejor de su vida profesional. El desafío empieza esta semana, en el Masters 1000 de Madrid. Con el tenista alicantino, de la mano de Gillette, pasamos 24 horas en las que repasamos su carrera, su amistad con Nadal, sus objetivos y sus planes para cuando deje el tenis.

XLSemanal. Djokovic anda con dudas, Nadal está fuerte pero su rodilla es una incógnita, y Federer no está al nivel de 2012. ¿Será 2013 su gran año?

David Ferrer. Djokovic ganó a principios de año el Open de Australia y acaba de ganar en Montecarlo, Rafa viene de ganar en Indian Wells y en los anteriores torneos sobre tierra, y Federer siempre está ahí. Y aparte está Murray. Así que será difícil repetir lo de 2012, que fue mi mejor temporada.

«Nadal es único. Pasarán cien años y lo que ha logrado él no lo habrá superado nadie»

XL. Tras la final en Miami está cuarto en el ranking ATP. Y por encima de Nadal. ¿Lo firma para final de año?

D.F. Claro. ¿Quién no lo firmaría?

XL. Pero ¿qué firma? ¿Estar delante de Nadal o quedarse en el número cuatro en el ranking?

D.F. No, hombre [ríe]. Firmo estar a final de año entre los ocho primeros para ir al Torneo de Maestros.

XL. Vuelve al Masters 1000 de Madrid tras caer el año pasado en cuartos frente a Federer. ¿Cómo llega?

D.F. Bien. Este año no hemos tenido Copa Davis y gracias a eso he tenido un poco más de tiempo para descansar, así que físicamente llego bien. A ver si tenísticamente también.

XL. En Madrid, los circuitos masculino y femenino de tenis coinciden. ¿Hay mucho roce con las tenistas?

D.F. Hay roce en el sentido de que compartes pistas de entrenamiento, club, torneo Pero cada cual hace su vida. Aunque coincidir con las chicas da un toque diferente a los torneos.

XL. Algún roce debe de haber no me dirá que Fernando Verdasco y Ana Ivanovic se conocieron en una ONG.

D.F. [Ríe] Acercamientos hay, claro.

XL. Algún cotilleo seguro que sabe.

D.F. Creo que [Grigor] Dimitrov sale con una tenista, pero ahora no sé con quién [La rusa Maria Sharapova].

XL. Sin embargo, las parejas de tenistas no son comunes

D.F. Es difícil. Porque cuando terminas tu trabajo, quieres estar en casa y hacer tu vida. Y si estás con una tenista, todo el día sería tenis, tenis y más tenis.

«El macho ibérico está pasado de moda. Es hora de que los hombres admitamos que nos cuidamos»

XL. Y nada más terminar en Madrid, a París, a Roland Garros. ¿Siente que es su último tren para ganar un grande?

D.F. No. Realmente nunca siento nada. Solo pienso que llega la primera ronda y que tengo que hacerlo bien para ganar ese partido. Y si gano, habrá otro. Así hasta que pierda. En cada torneo pienso igual.

XL. Los aficionados valoran mucho su lucha y sus remontadas, como cuando levantó un 0-2 al checo Radek Stepanek en la Copa Davis de 2009. ¿Cómo fue aquel partido épico?

D.F. Dramático, pero con final feliz. El partido lo comencé con muchas dudas y Stepanek empezó a jugar un enorme partido. Por suerte tuve el apoyo del capitán, Albert Costa, y del público de Barcelona. Gracias a eso levanté el partido. La Copa Davis es donde he vivido las mayores emociones de mi carrera. Y esa final que ganamos en Barcelona fue una de ellas.

XL. En el vestuario, mediado el partido, lloró. ¿La rabia gana partidos?

D.F. Por supuesto. A veces, cuando tienes miedo a perder y sientes la rabia por dentro, es cuando sacas lo mejor de ti. Eso me pasó a mí.

XL. El sorteo de la Copa Davis para permanecer en el grupo Mundial ha emparejado a España con Ucrania. Con Nadal y con usted, y jugándose en España, ¿esto es pan comido?

D.F. Desde fuera se ve fácil, pero ganar a Ucrania no va a ser sencillo. Están [Alexandr] Dolgopolov, que está entre los 15 primeros del mundo, y [Sergiy] Stakhovsky, que juega muy bien el doble. Y es en septiembre, así que aún pueden pasar muchas cosas

XL. Es de los pocos tenistas que ha ganado torneos en todas las superficies (hierba, tierra, cemento y bajo techo). ¿Desmiente eso su fama de gladiador de la tierra batida?

D.F. Sí. Esta fama es porque a veces a la gente le falta información, porque mis mejores resultados son en pista rápida.

XL. Cierto. Tiene un récord de 11 triunfos consecutivos bajo techo. Ni Nadal, oiga

D.F. [Resopla]. Bueno, Nadal Eso es otro nivel. Rafa es único. Es el mejor tenista español de la historia. Lo que ha logrado él pasarán cien años y no lo habrá superado nadie.

XL. Con Nadal eclipsándolo todo, ¿cree que se lo valora lo suficiente?

D.F. Sí. Siento que se me valora. En ese aspecto no me puedo quejar.

XL. ¿Pero no le da coraje que algunos medios, cuando hablan de tenis, solo tengan ojos para Nadal?

D.F. Es lógico que hablen de él, porque lo que ha logrado es increíble. Yo miro el lado positivo: hay un jugador muy bueno, Nadal, y para mí es un placer poder imitarlo y aprender de él. En ese aspecto, me ha ayudado mucho a mejorar como tenista.

«A los 31 años, me encuentro en mi mejor momento: competitivo y con ganas»

XL. ¿En qué sentido?

D.F. En el de jugar cada punto; mantener la concentración, la lucha y el sacrificio.

XL. El top cinco de la ATP no se mueve desde hace un lustro: Djokovic, Nadal, Murray, Federer y usted. ¿No cree que resulta un poco aburrido?

D.F. A mí no me parece aburrido, porque me cuesta mucho estar ahí. Pero es cierto que Murray, Rafa, Federer y Djokovic llevan manteniendo un nivel altísimo estos últimos años.

XL. ¿Solo ellos cuatro? ¿No se incluye?

D.F. [Sonríe]. No. Es lo que pienso

XL. Recambio generacional a la vista no parece haber. ¿Debería hacer algo la ATP para aportar sangre fresca?

D.F. Es que no se puede nada; depende de los jugadores. Vivimos una gran etapa, con cuatro profesionales que en cualquier otra época hubieran sido números uno. Muchos de los que lo han logrado en la historia no tienen ni la mitad del currículo de Murray.

XL. ¿Y en España? ¿Quiénes serán los próximos Nadal y Ferrer ?

D.F. Hay muy buenos jugadores. Está Nico Almagro, que se mantiene en el top ten. Y luego vienen Pablo Carreño o Alberto Alcaraz. Igual cuando nos retiremos Rafa o yo habrá periodo de transición, pero el tenis español acabará recuperándose. Hay futuro.

XL. Tiene 31 años recién cumplidos y es profesional desde hace 13. ¿Hasta que el cuerpo aguante?

D.F. Sí. Hasta que me echen o hasta que el ranking me tire.

XL. ¿Y hasta dónde aguanta el cuerpo de un tenista de élite?

D.F. Normalmente con 32 o 33 años los tenistas suelen dejar la competición.

XL. Pero usted con 31 está en su mejor momento como profesional

D.F. Sí, es verdad, y me siento competitivo y con ganas.

XL. ¿Su academia de tenis en Jávea es el plan B cuando cuelgue la raqueta?

D.F. No. La academia es de mi hermano Javier y él la lleva. Yo echo una mano, pero no es lo que pienso para el futuro.

XL. ¿Y qué piensa?

D.F. Bueno [duda]. Algo relacionado con el tenis. No me importaría jugar el circuito sénior, pero sí pienso llevar una vida menos estresante para poder disfrutar más de mi gente y mi familia.

«Cuando Rafa o yo nos retiremos habrá una transición, pero en el tenis español hay futuro» 

XL. La familia. ¿Es su punto sensible?

D.F. Sí, sin duda. Mi vida personal tiene que estar muy bien para que pueda competir a tan alto nivel.

XL. ¿Tan sensible como para llorar con una película como El diario de Noa?

D.F. Tanta sensibilidad, no, y menos para llorar con El diario de Noa. Aunque igual con La vida es bella

XL. Y si le preguntamos a Marta, su novia, ¿qué diría?

D.F. Estaría de acuerdo. Marta es más sensible que yo en ese aspecto, pero tampoco mucho, no te creas…

XL. ¿Cree que ya es hora de que los hombres admitan que se cuidan sin que parezcan de otro planeta?

D.F. Por supuesto. El macho ibérico está pasado de moda.

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