Los mejores lugares para desconectar
1 Lagunas y glaciares (Islandia) · ¿Qué voy a ver? Con sus glaciares, sus verdes paisajes y solo en verano sus días interminables, esta isla nos transportará a un mundo mágico. Dejarse mecer por sus arroyos de aguas termales y dormir en los hogares cubiertos de musgo después de pasear por sus increíbles senderos son experiencias únicas.
¿Por qué voy a desconectar? Por la ausencia de la noche en los días de verano, apenas un atarceder que, de madrugada, da paso a un sol cegador. Es lo que más ‘descoloca’ en menos tiempo.
¿Qué llevo? Ropa de abrigo, por si acaso. Y para entrar en ambiente, puede leer Tres años en el Ártico, de Ramón Larramendi.
2 Arugam (Sri Lanka) · ¿Qué voy a ver? Al sureste de Sri Lanka, a 230 kilómetros de su capital, Colombo, se encuentra uno de los secretos mejor guardados de Asia: la bahía de Arugam, al este del Parque Nacional Yala, el Serengueti de Asia. Los elefantes salvajes, los búfalos y los esbeltos leopardos se pasean tranquilos dejando sus huellas en la playa mientras nosotros aprendemos a cabalgar sobre las olas.
¿Por qué voy a desconectar? La bahía, que sufrió el tsunami de 2004, es un lugar de naturaleza salvaje y playas solitarias al que solo llegan algunos surfistas y algún mochilero despistado. En una pequeña cabaña sobre la arena, pronto olvidará en qué día vive.
¿Qué llevo? Solo unos prismáticos, un bañador y, por ejemplo, Cosas de familia, de Michael Ondaatje.
3 Templos de Bagan (Birmania) · ¿Qué voy a ver? Un lugar único en un país único. En una llanura árida del noroeste de Birmania, a orillas del gran río Ayeyarwady, se alza uno de los conjuntos de templos más impresionantes de toda Asia. Bagan.
¿Por qué voy a desconectar? Pasear entre este conjunto de más de tres mil templos hace que nos olvidemos del tiempo. Es momento de deshacernos de relojes y móviles; por otro lado, con improbable cobertura. La parsimonia del sudeste asiático se mete por las venas. Vea atardecer desde lo alto de un templo, contemplando los miles de pináculos que se pierden hasta el gran río.
¿Qué llevo? Un buen sombrero para protegerse del sol y un chubasquero por si le sorprende alguna tormenta tropical. Y para leer, Cartas desde Birmania, de Aung San Suu Kyi, y Los días de Birmania, de George Orwell.
4 Puerto Viejo (Costa Rica) · ¿Qué voy a ver? Un pueblo rastafari a orillas del Caribe con la selva a sus espaldas, kilómetros de naturaleza para pasear en llano y miles de peces de colores para olvidar si somos hombres o anfibios. Por las noches, pescado fresco y música reggae.
¿Por qué voy a desconectar? Ya sea en una de sus sencillas cabañas o en alguno de los hotelitos boutique que han aparecido últimamente, estamos en uno de los mejores sitios de América para olvidarse del estrés. Esta pequeña aldea, que surgió de los esclavos africanos que escapaban de las colonias inglesas del Caribe, ha mantenido ese ritmo alegre y desenfadado. Solo cuenta el presente.
¿Qué llevo? Unas gafas y un tubo de snorkel para bucear; la bicicleta se alquila allí. Para leer, Pura vida, de Eduardo Mendiluce.
5 Tras los nómadas (Kirguistán) · ¿Qué voy a ver? Las solitarias montañas e impresionantes estepas de Asia Central. En este tipo de expedición se deja atrás el mundo tecnológico y se avanza despacio con la compañía de los nómadas, alternando caminatas y paseos a caballo bajo los grandes picos de las cordilleras más altas del planeta.
¿Por qué voy a desconectar? Si queremos olvidarnos hasta de nuestro nombre, nada mejor que hacer un gran viaje como los antiguos exploradores. Ni móvil ni ordenador ni agua caliente
¿Qué llevo? Solo necesitamos una cosa, pero es importante: espíritu aventurero. Con él, los días sin ducharnos y las noches en yurtas y tiendas de campaña bajo las estrellas nos parecerán el mayor lujo. Para leer. Dersú Uzalá, de Vladímir Arséniev.
6 Isla de Lamu (Kenia) · ¿Qué voy a ver? Una isla donde apenas existen los coches y aún son mayoría los asnos que caminan por sus callejuelas. Lamu Old Town forma parte de un archipiélago de pequeñas islas; casi todas, deshabitadas. Pequeños hoteles de lujo escondidos en los recovecos de la medina nos transportarán a Las mil y una noches.
¿Por qué voy a adesconectar? Esta ciudad suajili, la mejor conservada de África, con ese ritmo y color que da la mezcla de africanos y árabes, es aún hoy un reducto no conquistado por el progreso. En los muelles, nos esperan los barcos de madera que nos llevarán a disfrutar de playas vírgenes y pescado fresco cocinado sobre la arena.
¿Qué llevo? Nada especial. El único problema es no querer regresar, como le ha pasado a más de un occidental asentado allí.
Si todavía no sabes dónde puedes escaparte unos días, estos son los mejores lugares para olvidarse de la civilización. Y si se te acabaron las vacaciones, ya puedes ir planeando las próximas… O soñar. Fotos Cordon Press
También te pueden interesar estos otros artículos sobre lugares donde viajar
Detroit, la ciudad que renació de sus cenizas
Nueva Orleans, el nuevo destino ‘cool’
Detroit, la ciudad que renació de sus cenizas