Santanderino del 39. En 1990, recibí el Premio Nacional de Artes Plásticas y, ahora, el de Arquitectura. El Museo ICO, en Madrid, hace un recorrido por mi obra hasta el 1 de febrero. Por Virginia Drake/ Fotografía: Javier Ocaña

XLSemanal. En estos 40 años, ¿ha cambiado más la arquitectura o usted?

Juan Navarro Baldeweg. La arquitectura resiste bien el paso del tiempo [Ríe]. Se vive estupendamente en casas antiguas bien acondicionadas.

XL. ¿Cómo es la suya?

J.N.B. Relativamente antigua, de 1935, en la Colonia Residencia, en El Viso.

XL. Lo imaginaba en una casa moderna y grande, construida por usted.

J.N.B. Eso no es frecuente. La mía es más bien pequeña, sencilla, pero es una gozada, una preciosidad vivir en ella.

XL. La austeridad dice es una buena receta contra el paso del tiempo .

J.N.B. Hay muchas razones para vivir con cierto gozo en situaciones de austeridad; hasta se producen satisfacciones más grandes. Ahora, con la crisis, me gusta aún más pensar en esas posibilidades sencillas.

XL. ¿La crisis le ha parado proyectos?

J.N.B. Claro; sobre todo, en España. Pero he tenido, por suerte, otros proyectos en Suiza, no afectados por la crisis y terminados con generosidad.

XL. Ha hecho grandes obras para la Administración, ¿le han pedido comisión al adjudicarle alguna?

J.N.B. ¡No! Nunca he tenido la más mínima sensación de ese tipo. Además, no es posible porque la ley lo impide.

XL. Pero hay varios en la cárcel por ello.

J.N.B. Pues a mí nunca me ha ocurrido.

XL. Dígame, ¿por qué el presupuesto de las obras se dispara siempre?

J.N.B. Muchas veces, el arquitecto pone el valor real y los constructores lo abaratan hasta un 30 por ciento para ganar el concurso. Es un error. Y la ley está mal. la obra se adjudica al más barato y luego hay grandes conflictos.

XL. ¿Qué es lo primero que mira cuando entra en un edificio?

J.N.B. ¡Buena pregunta! Siempre quiero saber cómo se apreciará justo al entrar. Me gusta tener una impresión global, entender el espacio en su conjunto.

XL. ¿Ha querido llorar al ver cómo decoran algunos de sus edificios?

J.N.B. Sí, sí. Y duele. A veces no puedo volver a un espacio que he hecho porque ha perdido la razón de ser.

XL. ¿Por qué la mayoría de los garajes son tan incómodos y tan feos?

J.N.B. [Sonríe]. Llevas razón. Supongo que por aprovechamiento del espacio, pero deberían cuidarse más. el garaje es la primera y la última impresión que te llevas del edificio. Yo busco cuidarlos.

XL. Y eso que ha vivido sin coche, sin chófer y sin carné ¿Cómo lo hizo?

J.N.B. Tengo buenos amigos [Ríe].


Su desayuno

Desayuno formado por un zumo de naranja, un vaso de leche con cacao en polvo y una napolitana

Me levanto pronto, a las 6.30, y desayuno solo. No suelo tener hambre a esa hora y por eso tomo un zumo de naranja, un té, un yogur y un poquito de bizcocho, muy poco .

 

 

 

 

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