Donostiarra del 58. Fundé la Orquesta Mondragón. Actúo en ‘Pluto’, una sátira de Aristófanes llena de ‘rock. Ahora, en Madrid, hasta el 3 de mayo. Después, en Murcia, Pontevedra, Santiago
XLSemanal. Pluto fue escrita hace 2500 años. Hemos cambiado poco, ¿no?
Javier Gurruchaga. ¡Poquísimo! Al leerla, me pareció un telediario. Tiene mucho que ver con los viejos tiempos, con los nuevos y con los de siempre.
XL. Pluto es un dios ciego que reparte la riqueza sin saber a quién se la da.
J.G. Es una obra que habla de dinero, de corrupción y de todos los emos que suenan hoy. podemos, queremos, robemos Es muy actual. La que está cayendo es muy dura y, sin llegar a lo de Grecia, estamos muy en la línea.
XL. ¿Es la historia de una utopía?
J.G. Sí. Ya se hundirán en su propia utopía [declama, histriónico]. Todo suena a muchas cosas y a mucha gente; cada uno que saque sus conclusiones
XL. Su rol es el del dios del dinero.
J.G. Sí, hago de Pluto, pero a la vez de la diosa de la pobreza. Un Jekyll y Hyde
XL. ¿Acabó usted Filosofía y Letras?
J.G. No, empecé muy pronto con la Orquesta Mondragón y con la música Tampoco acabé la carrera de saxofón, me quedé en quinto curso. Pero todo aportó a aquel tío inquieto que quería cantar.
XL. Prepara a la vez un nuevo disco.
J.G. Sí, y como yo no podía ser menos que otros, será un álbum de duetos con esas canciones que más han marcado a unas cuantas generaciones. Tic tac, Viaje con nosotros, Caperucita feroz
XL. Casi 30 años de Orquesta Mondragón, ¡cómo pasa el tiempo!
J.G. Acabo de hacer 57 años y me impresiona mucho. No me hace mucha gracia cumplir años.
XL. Ha pasado de hijo único a hijo solo.
J.G. Sí, mis padres fallecieron hace poco y A pelearla, que esta carrera es difícil.
XL. Cuenta que de niño acompañaba a su madre a las casas donde ella trabajaba y le regalaban magdalenas
J.G. Sí, yo era un niño pobre, hijo de cocinera y ferroviario. Y, cuando no tenía escuela, para no quedarme solo en la calle, iba con mi mamá. Me quedaba en la cocina quietecito, esperando a que ella terminara. Era un niño estudioso, pero humilde ¡y a mucha honra! Lucho con lo que me ha tocado y no tengo ningún rencor hacia nadie ni hacia nada.
XL. ¿Era niño un niño bueno?
J.G. ¡Eso ya es otro tema! [Ríe]. Era un poco rebelde y muy contestón, pero siempre aprobaba todo en junio.
XL. Desde el año 81 vive en Madrid.
J.G. Y tan a gusto. Soy de ese Madrid de la Movida, desde Tierno Galván.
XL. ¿Echa de menos San Sebastián?
J.G. Me siento a gusto en Donosti y en Madrid. Soy ciudadano del mundo.
Su desayuno. Me encanta tomar un té y un cruasán. Pero el médico me ha mandado tomar pan sin gluten. Me está yendo muy bien, pero confío en que sea solo temporal .
