La elegancia masculina ha recuperado uno de sus símbolos. el traje a medida. Y, con él, una nueva generación de sastres que apuesta por un clasicismo urbano y la experimentación con colores, tejidos y accesorios.
La sastrería artesanal, a medida y exclusiva, ya no es solo algo propio de nuestros padres y abuelos, ni siquiera de las grandes ocasiones. La época del ready to wear, el prêt-á-porter y la pronta moda ha revitalizado, entre las nuevas generaciones, el aprecio por el detalle, la calidad y lo único. Pero a la sobria elegancia en marengos, marinos y negros, los zapatos Oxford y el pañuelo de seda le sucede en la actualidad un mundo de colores, texturas y combinaciones inesperadas con sneakers o bufandas oversize que apuestan por un armario masculino alegre, personal y rompedor. Y no solo para las ceremonias, también para el día a día profesional o simplemente por disfrutar de lo bien hecho, de lo que durará toda la vida. Repasamos la nueva exquisitez vestimentaria masculina de la mano de dos de los nuevos sastres más reputados de España.
Lander Urquijo. 37 años
Lander Urquijo Store. Madrid, Bilbao y París
«Las nuevas generaciones buscan que la prenda sea exclusiv, personalizada»
Quería ser arquitecto, pero tuvo que ponerse a trabajar siendo todavía adolescente. Aunque aquel primer trabajo como mozo en una sastrería de Bilbao, donde nació (1978), le descubrió su futura profesión. Llegó a Madrid en 2002, se matriculó en la Escuela de Sastres y en 2009 abrió su propia tienda dedicada a la sastrería a medida en la calle Serrano. Su cartera de clientes ya era abultada y fiel. Hoy, Lander Urquijo presenta, además, sus propias colecciones de prêt-á-porter en sus tres tiendas de Madrid, Bilbao (2011) y París (2013). Producen en España, Portugal, Inglaterra, Italia y Francia. Queremos responder al estilo de una nueva generación , dice Urquijo. Desfila en la Pasarela Masculina de Madrid Fashion Show la alternativa a la oficial de Cibeles desde hace tres ediciones. En los Goya, Paco León llevó uno de sus esmóquines.
XLSemanal. ¿Cómo es su cliente?
Lander Urquijo. Tiene entre 25 y 50 años. Y luego tenemos un cliente que viene a hacerse su primer traje con sus padres. O gente más mayor que ha perdido su sastre de toda la vida. Es bastante exquisito, sabe lo que quiere y conoce las tendencias. Y busca un clasicismo más vanguardista, con detalles.
XL. ¿Cuáles son esos detalles?
L.U. El patronaje. Con pequeños detalles en las texturas más arriesgadas, el contraste de colores y tejidos. Nuestras ediciones de la colección van casi todas numeradas. Ninguna reposición es igual.
XL. ¿Los españoles arriesgan?
L.U. Hay de todo. En los últimos años, un poco más.
XL. ¿Hay un resurgimiento de la sastrería tradicional?
L.U. Sí, hay una educación diferente en las nuevas generaciones, buscan que la prenda sea propia y más exclusiva. Que personalices el forro, el ojal. Un producto único. Lamentablemente, la sastrería tradicional va a sufrir una falta de oficiales en los próximos años, porque no se han formado nuevos, y tendrá que transformarse.
XL. ¿En qué ocasiones recurre el cliente al diseño a medida?
L.U. Una boda, un evento o ceremonia. Pero también hay gente que simplemente quiere tener un traje suyo, con su medida y con los detalles que lo hacen exclusivo. Personalizado al cien por cien. Este tipo de encargos son casi el sesenta por ciento.
XL. ¿Cuáles son sus referentes?
L.U. Tom Ford, por su libertad a la hora de diseñar. Buscamos la fusión de estilos y la tendencia urbana, de la calle. Nos fijamos en ingleses e italianos, pero también en la sastrería española tradicional. Jaime Gallo, Puebla, Calvo de Mora o Collado.
XL. ¿Se puede ser elegante con vaqueros?
L.U. Claro. La elegancia es la actitud.
Mi breviario de elegancia
-¿Se puede ser elegante sin corbata? Por supuesto. Es uno de mis complementos favoritos, pero hay profesiones en las que no es necesario llevarla.
-¿Qué debe tener un buen fondo de armario masculino? Un esmoquin, imprescindible en un evento elegante. Además, un buen traje azul, un blazer azul y unos buenos zapatos, porque le dan un empaque insustituible a cualquier traje. Especialmente el Oxford o zapato de cordón, marrón o negro.
-¿Un ‘look’ ideal? Un traje sastre con una zapatilla en primavera. En invierno, un traje de tres piezas, de tweed, con una deportiva; o un vaquero y una americana con un zapato de vestir.
-¿Qué no encontraremos nunca en su armario? Una camisa de manga corta. Prefiero remangarme.
Las claves del «gentleman», por Lander Urquijo
-La chaqueta. desestructurada, que no sea una armadura. La carencia de patronaje se suplía antes con entretela, lo que le daba una consistencia muy rígida. Hoy gustan las prendas más informales. A la chaqueta hay que quitarle capas, entretelas. De hilo, pero anatómica, natural, pegada al cuerpo.
-Los pantalones. dependen de la personalidad del cliente. Ahora se llevan más pesqueros, pitillo y pegados.
-El tres piezas tradicional. ya sea en formato clásico o más innovador, de cuadros, de algodón o tweed, es una prenda imprescindible para el día. Un novio puede llevar un chaleco contrastado, porque es la manera de marcar su protagonismo. Con vaquero y americana, perfecto.
-Las camisas. blancas o de rayas, con texturizados muy sutiles, que se aprecian en las distancias cortas. Esta temporada trirales y las Jacquard bordadas con un pequeño dibujo.
-La corbata. en verano, de lino o tejidos camiseros; de lana, cachemira o tweed en invierno.
-El pañuelo. imprescindible. Viste la americana o el traje de forma especial. Blancos, con textura, de colores o lisos y de seda.
– El calcetín. mejor discreto.
-Joyería. un reloj antiguo dorado y plano, con correa de cuero, años cuarenta.
-Las zapatillas. es una forma de sentirse cómodo, pero de seguir yendo bien vestido. Se pueden llevar con traje, incluso con un Príncipe de Gales. En la mezcla hay también un estilo.
Manuel García. 45 años.
Fundador de García. Madrid
«Los jóvenes ya no se conforman solo con el azul marino, el negro y el gris»
De familia de costureros de toda la vida, me he criado debajo de una máquina de coser , recuerda Manuel García Madrid.Estudió Empresariales y patronaje industrial. Pero sobre todo me formé viendo , explica. En 2008 fundó García-Madrid, una de las marcas de prêt-á-porter masculinas cuyas colecciones se fabrican en los mismos talleres que trabajan para Paul Smith o Alexander McQueen más demandadas de la capital entre los nuevos elegantes y en cuyo taller a medida se visten los más exigentes. Fueron los propios clientes los que empezaron a pedirme trajes a medida, querían otros acabados, otros tejidos , cuenta García Madrid.
Nuestro patrón es exclusivo para cada cliente, estudiamos su fisonomía y creamos la silueta, le asesoramos y le damos una visión personal . Dani Rovira, Jorge Sainz o Dani Guzmán lucieron su costura en los últimos Goya. Y Fernando García, creador de vestuario y afinador el que ajusta el traje hasta que está perfecto de la marca, recogió el Goya al mejor vestuario por La isla mínima. Hoy, tras veinte años en el oficio, su objetivo es abrir nuevas tiendas fuera de España, además de las tres que posee en Madrid y Santiago de Chile.
XLSemanal. ¿Hay un resurgir de la sastrería a medida?
Manuel García. Le faltaba evolucionar. La forma de vida iba cambiando, pero la sastrería no. Mi generación y las siguientes buscamos algo en consonancia con el momento. Yo, por ejemplo, no quería verme igual que mi padre Tenemos como referencia la estética Hollywood del cine de los cincuenta o la de nuestros padres en las bodas de los sesenta, pero ahora vivimos en otro mundo y la moda tiene que reflejarlo.
XL. ¿Qué hombre viste a medida con vuestras propuestas?
M.G. De todo tipo. Cuando empezamos eran muy jóvenes, entre 20 y 30 años. Ahora tenemos clientes de 60.
XL. ¿Para qué ocasiones?
M.G. Tradicionalmente, las chicas han sido la estrella en las bodas, pero los chicos ahora ya no quieren ser menos.
XL. ¿Tienen los jóvenes una mejor educación en moda hoy?
M.G. La gran evolución es que el hombre ya va a comprar solo, está informado y sabe lo que quiere. Y eso le da una libertad total a la hora de elegir. Los futbolistas, que son como los toreros en los años cincuenta, las alfombras rojas Todo eso les llega, mientras que antes se limitaban a clonar el vestuario de su padre.
XL. ¿Arriesgan los hombres españoles?
M.G. Están aprendiendo. Buscan color. Ya no van solo al azul, negro y gris.
XL. ¿Cuál es su estilo?
M.G. Contemporáneo, fresco, con un toque de rebeldía, de humor. De la calle. Y con mucho color, frente a esa oscuridad tradicional del mundo masculino.
XL. ¿Es el sastre un confesor?
M.G. Claro, ten en cuenta que se desnudan con nosotros
XL. ¿Saben llevar los españoles el traje a medida?
M.G. Sí, perfectamente. No son inseguros. Eso sí, hay chicos cuya vida es la zapatilla. ¿Y por qué no se van a poner un traje con zapatillas? Pero hay que elegir la adecuada.
XL. Un secreto de estilo.
M.G. No disfrazarse.
Mi breviario de elegancia
-Un ‘look’ ideal. El jersey de cachemira de cuello de pico sobre una camisa blanca o solo con un pañuelo.
-¿Abrigo, parka o impermeable? Depende. Me encantan las gabardinas, pero también un traje con parka y zapatillas. Y, por supuesto, un buen abrigo de cachemira.
-¿Sombreros o gorras? Sombreros. Este verano tenemos de copa de paja natural, para la piscina o el campo. En invierno, un gorro de lana de cachemira.
-¿Pañuelos o bufandas? Bufanda grande o pañuelo metido en el cuello con el traje.
-Un buen fondo de armario debe tener Traje azul marino, camisa blanca, jersey de cachemira de un color y un vaquero.
-¿Qué no recomendaría nunca? Los pantalones de campana.
Las claves del «gentleman», por Manuel García
-El pantalón. con talle un poco bajo, para estilizar y alargar el busto, y con el bajo del pantalón siempre en su justa medida. ni muy alto ni muy bajo, sin arrugas, posado a un centímetro a ras del zapato.
-La chaqueta. mejor corta, porque estiliza, y poco armada de hombro. Entallada, pero sin la misma anchura en hombros y cadera. Las solapas, estrechas. Un acierto seguro. de color azul. Los ojales cosidos a mano y separados, de forma que se pueden abotonar y que queden cerrados si no se utilizan. Aunque es irreemplazable el tres piezas, me encanta combinar el pantalón negro con la chaqueta azul marino.
-El tejido. lana, mohair, cachemira también en verano una cachemira fina, una lana fría, además de un algodón, que da un aspecto fresco y deportivo muy agradable. Siempre tejidos naturales.
-El color. el azul. Turquesas, verdes esmeralda o, en primavera, granates oscuros, rojos carruaje, estampados, linos en azul marino, y beis texturizados, además del insustituible gris. Negro para las ocasiones más formales y para la noche.
-La camisa. siempre blanca, con un leve diseño, un estampado pequeño, casi imperceptible. Menos es más. Y mejor sin botón en las palas, redondeadas y pequeñas. Los botones forrados solo en ocasiones muy formales. Y mejor gemelos que botón, pero ¡ni bolas de golf, ni coches ni logos! Oro pulido con una piedra preciosa diminuta, como un diamante.
-La corbata. cuando te apetezca. Mejor estrechas, aunque depende de la talla.
-Los zapatos. en azul marino muy oscuro, o negro, siempre de cordón, porque se adaptan al pie. Y romos. Y los calcetines ¡de colores! Con dibujos. Lo peor, estilo ejecutivo.
