Madrid, 1955. Soy la tercera de los ocho hijos de Antonio Molina y Ángela Tejedor. Estudié danza clásica y española y arte dramático. Por Virginia Drake

XLSemanal. Más de 40 años de profesión y un centenar de filmes, pero apenas ha trabajado en teatro.

Ángela Molina. Sí, solo en cuatro obras, todas muy especiales, que me atraían de un modo desesperado. Esta vez me atrajo mucho el personaje de Cleopatra, pero también que sea Magüi Mira quien la dirija. La quiero mucho.

XL. Cleopatra, reina de la seducción, enamoró a Julio César, a Marco Antonio y hasta lo intentó con Octavio…

A.M. ¡Eso dicen! Era una mezcla de amor y de estrategia.

XL. ¿Qué se da más hoy: la erótica del poder o el poder de la erótica?

A.M. La erótica del poder, sin duda. Ojalá se practicara más el poder de la erótica: sería todo más apasionante, una satisfacción muy sana. Cleopatra era muy intrépida, culta, se conocía a sí misma, conocía su cuerpo y sabía qué necesitaba. No creo que se suicidase, sino más bien que la envenenaron.

XL. ¿Se imagina a Rajoy, Merkel, Colau, Carmena o Juan Carlos Monedero ?

A.M. [Interrumpe] ¿Suicidándose por amor? No, no me los imagino [se ríe].

XL. Me refería a verlos ejerciendo el poder de la seducción.

A.M. ¡Tampoco! A ninguno. No creo que Merkel tenga tiempo de seducir a Rajoy [ríe] ni creo que le haga falta. Cleopatra era muy seductora, nada que ver.

XL. Musa de la Transición, Buñuel dijo de usted: «Tiene el rostro de una Virgen pagana». Y Gutiérrez Aragón: «Es la criatura más bella que vi por el visor».

A.M. Manuel no me ha dicho eso a la cara; cuando me ve, solo me da caña [ríe]. Respecto a lo otro, creo que todas las mujeres somos vírgenes y puras.

XL. ¿Quééé? 

A.M. Paganas o no, somos puras, sí. Y perspicaces, inteligentes, con otras cualidades humanas… Pero muy puras y muy directas en nuestros principios.

XL. ¿No le fastidia ni un poco cumplir los 60? Lleva meses anunciándolo…

A.M. Nada. Me emociona la vejez: tiene sus expectativas y yo quiero verlas. Me apasionan la naturaleza y la vida. Siempre he cogido la vida con pasión.

XL. ¿Y siguen preguntándole que por qué no se tiñe las canas?

A.M. No tanto, hoy lo que más me dicen por la calle es: «¡Ay, cómo me gustan sus canas!». Yo animo a las mujeres a que se las dejen y no se pinten el pelo de colores. No pienso resistirme al paso del tiempo, aunque deben de pensar que estoy loca por respetar la naturaleza como es.

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Desayuno: a las 7 de la mañana

 

Tomo fruta, café con leche y pan biológico, con todas las semillas posibles, con aceite de oliva. Hoy he añadido dos huevos fritos, por si no llego a comer en casa.