Mientras revolucionan el mundo inventando ‘software’, ‘apps’ y redes sociales, los millonarios ejecutivos de Silicon Valley también están cambiando su forma de vestir. Se acabó ir en bermudas y chanclas. Bienvenidos a la era del ‘geek chic’. Por Ixone Díaz Landaluce / Fotos Cordon y Getty

Sobre la pasarela, un ejército de ‘drones-percha’ cerraba el desfile ‘luciendo’ vestidos de fibra óptica, piezas revestidas de luces ‘led’ y complementos salidos de impresoras 3d.

El pasado mes de mayo ¿se celebró en el barrio de Mission, en San Francisco, la primera edición de la Silicon Valley Fashion Week? Y el signo de interrogación no es ninguna errata. Promovido por la irreverente marca textil Betabrand, creadora del ya célebre suitsy (un traje de negocios de una sola pieza), el evento atrajo a curiosos y miembros de la prensa mientras Twitter se partía de risa por el hecho de que Silicon Valley y Semana de la Moda fueran juntas en una misma frase. ¿No es esto un oxímoron? ¿Qué será, un desfile de sudaderas?, tuiteaban los más ingeniosos en la red social.

La guasa tiene su razón de ser. Desde que Silicon Valley ejerce como capital mundial de la tecnología, su desdén por la moda ha sido su santo y seña. Al fin y al cabo, Steve Jobs era famoso por vestir siempre de ‘uniforme’. vaqueros, zapatillas y jersey negro de cuello alto, del que llegó a tener cien unidades iguales. Y el nuevo mesías, Mark Zuckerberg, sigue siendo fiel a sus vaqueros, su archifamoso hoodie (sudadera con capucha) y su camiseta gris. Dice el fundador de Facebook igual que Jobs explicaba en su día que no tener que pensar en lo que ha de ponerse cada mañana le despeja la cabeza para tomar decisiones más importantes a lo largo del día. Y esa filosofía, traducida en vaqueros, camisetas, zapatillas en invierno y chanclas en verano, sigue formando parte del look dominante de los que trabajan en el valle. Por lo menos hasta hace poco.

UN MERCADO MILLONARIO

La sensibilidad por el estilo está despertando entre los techies y, en los últimos años, marcas como Dior, Balenciaga, Yves Saint Laurent, Prada o Cartier han inaugurado sucursal en alguno de los centros comerciales de la zona. La clientela millonaria está garantizada; sin embargo, la ostentación no forma parte del ADN de uno de los códigos postales más opulentos de Estados Unidos. Por eso, los techies están poniendo de moda un nuevo estilo. el geek chic. Y el mercado se está adaptando a sus necesidades. Tiendas on-line como Buck Mason ofrecen camisas y pantalones básicos pero muy bien confeccionados para aquellos ingenieros que no pueden pasarse la tarde de shopping, pero quieren cuidar su estilo. Sus ventas en Silicon Valley son espectaculares. Igual que las de Brooks Brothers.

El cambio es más evidente entre la clase dirigente de Silicon Valley que entre el ‘currito’ (muy bien pagado, eso sí) de a pie. Cuando buscaba inversores para Twitter, Jack Dorsey tuvo que renunciar al piercing de su nariz. Ahora es el más fashionista de los gurús tecnológicos, con sus camisas de Dior y sus jerséis de Hermès. Elon Musk, el fundador de Tesla, va siempre hecho un pincel con sus vaqueros de diseñador y sus camisetas negras; y el fundador de Instagram, Kevin Systrom, ha sublimado el look preppy (o pijo). Entre las chicas, Sheryl Sandberg, número dos de Facebook, es más pragmática, pero extremadamente eficaz gracias a un estilo basado en vestidos de ejecutiva (a menudo de Calvin Klein) y zapatos de un tacón razonable. En cambio, Marissa Mayer, directora ejecutiva de Yahoo, es famosa por tener un armario repleto de diseños de Carolina Herrera o Balenciaga. Sus posados en revistas como Vogue o Glamour fueron interpretados como una frivolidad por los puristas, pero ella supo darle una explicación de lo más convincente. Tenemos que dejar muy claro que no necesitas renunciar a ser como eres para tener éxito. Te puede gustar la moda, no tienes por qué ser un programador paliducho que se queda despierto trabajando toda la noche .

TECNOLOGÍA DE MUSEO

La sinergia entre moda y tecnología es ya inevitable. El Metropolitan Museum de Nueva York y la fundación que dirige Anna Wintour, la directora de Vogue, han anunciado que el MET dedicará la próxima exposición anual del Costume Institute a la fusión entre alta costura y la tecnología. Quizá cuando las estrellas de cine o las divas del pop luzcan vestidos de fibra óptica ya nadie hablará de oxímoron. Y ese signo de interrogación que cuestiona la relación entre moda y tecnología habrá desaparecido.

* Frederik Pferdt. El director global para la innovación de Google defiende la creatividad tanto en los negocios como en la forma de vestir.

* Sheryl Sandberg. La número dos de Facebook elige zapatos de Prada o chaqueta de Calvin Klein para sus looks más habituales.

Tiempo libre

* En la foto, Rickhouse, el punto neurálgico para tomar una copa. Abajo, dos jóvenes practican el deporte de moda en Silicon Valley. el Ultimate Frisbee.

La cultura ‘geek’ en 8 claves

¿Qué leen?

Las obras futuristas y las novelas distópicas, que han divagado sobre el futuro tecnológico, han inspirado a toda una generación de genios. Desde Yo, robot, de Isaac Asimov, hasta Guía del autoestopista galáctico (Douglas Adams), Neuromante (William Gibson), Forastero en tierra extraña (Robert A. Heinlein) o Hyperion, de Dan Simmons.

¿Qué ven?

Son serieadictos. Siguen éxitos como ‘The Big Bang theory’ o ‘Juego de tronos’, y series degalactica’. Pero también han demostrado que saben reírse de sí mismos. Silicon Valley, la serie de HBO sobre una start-up de Palo Alto, arrasa entre los geeks.

¿Qué deporte practican?

El geek no es un deportista de élite. Por eso, igual que los hombres de negocios cierran acuerdos jugando al golf, los techies lo hacen jugando al Ultimate Frisbee. La mecánica es sencilla. Dos equipos, un frisbee y un objetivo. marcar en una zona de anotación situada en el extremo opuesto del campo. No se permite ningún tipo de contacto (una ventaja para el geek enclenque) y no hay árbitros. Juegan desde empleados rasos hasta mandamases como Sergey Brin o Brian Acton y Jan Koum, fundadores de WhatsApp.

¿En qué piensan?

El movimiento mindfulness es el nuevo ‘opio’ de Silicon Valley. Compañías como Google ofrecen cursos impartidos por gurús como Chade-Meng Tan, autor del superventas Search inside yourself. Pero las clases de mindfulness que consiste en alcanzar estados de atención y conciencia plena, que ofrecen muchas de las compañías más prominentes de la zona, no son solo una herramienta de enriquecimiento personal, sino también una forma de fomentar la productividad de sus empleados.

¿Qué comen?

El geek vive obsesionado con la comida orgánica, la quínoa y las ensaladas o los batidos de kale (col rizada). La última moda en nutrición (que no gastronomía) es consumir batidos de proteínas que se preparan a partir de polvos (de marcas como Schmoylent, Soylent, Schmilk o People Chow) mezclados con agua o leche. Son baratos y perfectos para consumir ante el ordenador.

¿Dónde alternan?

Todo en Silicon Valley está consagrado al networking. Es decir. a entablar relaciones profesionales que puedan favorecer sinergias empresariales o tu mejora laboral. Por eso, es tan importante escoger bien dónde ir a comer o tomarse una copa. Bucks, en Woodside, es un dinner clásico en el que se han cerrado acuerdos históricos, como la creación de Yahoo, Hotmail o PayPal. Aunque para relacionarse como es debido hay que salir por la noche en San Francisco. Lusk es donde las start-ups organizan sus fiestas, Rickhouse es popular entre los empleados de Google, y Local Edition es un bar de cócteles.

Estilo ‘Geek chic’

* Erik Schnakenberg y Sasha Koehn, creadores de Buck Mason. El estilo ‘elegante sin esfuerzo’ de su tienda on-line arrasa. La bici. el transporte preferido.

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