Es la clave del nuevo ‘gentleman’. Estampado, liso, de seda, de algodón, lo importante es cómo colocarlo. Se lo contamos. Por Jesús Cano / Fotografías Carlos Carrión 

El traje masculino de dos piezas -más o menos como lo conocemos hoy- llega al armario del hombre a finales del siglo XIX en Inglaterra. Al principio, solo está permitido en el campo. Una vez aceptado en la ciudad se impone rápidamente, pero con un segundo pañuelo que no esté en contacto con monedas u otros enseres en el bolsillo del pantalón. De esa forma, esta sencilla pieza de tela escala posiciones hasta el bolsillo de la chaqueta. Para los más románticos, además, permite el gesto de galantería de ofrecer un pañuelo limpio a las damas.

En los años veinte, el pañuelo se asienta en el vestuario masculino y se convierte en el complemento obligatorio de los modernos gentlemen. Especial acomodo encuentra en la Edad de Oro de Hollywood -hablamos de los años treinta y cuarenta-, donde las estrellas se encargan de popularizarlo.

No hay actor masculino del celuloide sin pañuelo dentro y fuera de las pantallas. Hasta se libra una batalla soterrada para imponer cómo llevarlo, que crea clanes irreconciliables. Clark Gable apuesta por mostrar los picos del pañuelo en todo su esplendor; Cary Grant dibuja la elegancia discreta mostrando una sencilla tirita, preferiblemente en blanco, de un pañuelo perfectamente doblado; y Fred Astaire, simplemente, confunde el pañuelo con una flor.

Clark Gable

Clark Gable en los años 30

El declive llega a finales de los cincuenta. James Dean impone un nuevo uniforme entre los jóvenes y el pañuelo cotiza a la baja. En los años posteriores, solo James Bond parece resistirse a jubilar el trozo de paño.

El hombre y los detalles

Rescatado efímeramente en los ochenta -cuánta culpa tuvieron Michael Douglas y su Wall Street-, es abandonado con el minimalismo de la década posterior. Ahora resurge como un signo que marca el estilo propio. «En estos últimos tiempos, el hombre se preocupa más por los detalles, por su estado físico y por su forma de vestir, y el pañuelo es un complemento que, siendo muy pequeño, refleja la personalidad de cada uno» , afirma el sastre Lander Urquijo. Y añade: «Por ejemplo, si alguien es más discreto, se pone un pañuelo blanco; si es más atrevido, puede decidirse por un pañuelo de seda estampado…  Incluso la manera de ponérselo marca la forma de ser de una persona. Por ejemplo, si se es más atrevido, se lo pondrá de un modo que el pañuelo sobresalga más… -en pico, en tres picos, en cuatro picos… -. Si es más sobrio, optará por uno recto o enseñando solo un vivo del pañuelo»

El pañuelo en el bolsillo se ha convertido en una marca de estilo

El pañuelo de bolsillo no solo ha vuelto, sino que evoluciona para quedarse. La marca norteamericana J. Crew lanzó en 2015 The Pocket Dial, un pañuelo que corona una funda del móvil en cuero pensado para lucir, cómo no, en el bolsillo superior de la chaqueta. El inventor -es un decir- es el presentador de The tonight show, de la cadena NBC, Jimmy Fallon. Nadie pone en duda su labor como conductor de late shows, pero como diseñador podríamos tener algún reparo. Eso sí, por lo menos los beneficios de la venta de su artilugio son para una ONG. De momento, apueste por el clásico pañuelo de 46 por 46 centímetros. Que su gran preocupación sea si es de seda o algodón, liso o estampado o como ponérselo. elegante y plegado, como en Mad Men o al estilo de ‘vividor’.


Doble triángulo

Reportaje de moda "Operación pañuelo"

Apueste por él si se siente como un lord inglés. Perfecto para las ocasiones formales. Algo de almidón ayuda al trabajo de papiroflexia. Total look, de Hackett.

Doble pañuelo

Con el primer pañuelo se hace la base, apostando por algo sencillo como doblar en cuadrado o en doble triángulo. A eso se le añade un segundo pañuelo a modo de flor. El pañuelo es una forma de dar luminosidad. Total look, de Lander Urquijo.

Cuatro puntas

Es un ejercicio de papiroflexia. Mejor hacerlo con un pañuelo de algodón que con uno de seda. Recuerde la única norma: nunca a juego con la corbata. Total look de CH Carolina Herrera.

Cuadrado

Era el preferido en el Hollywood de los años cuarenta y cincuenta. ¿Recuerda Mad Men? El cuadrado perfecto blanco se puede llevar de dos formas. con la doblez hacia arriba o enseñando los bordes.Total look, de Emidio Tucci para El Corte Inglés.

En escalera

Es el más difícil de hacer y el menos común. Apueste por los pañuelos de algodón, con los de seda es imposible. El pañuelo da el punto final de distinción, ya sea en un traje, en una americana o incluso en un abrigo. Total look, del servicio Personal Tailoring hecho a medida de Massimo Dutti.

En corona

Es muy parecido a un doble triángulo, aunque en este caso las puntas quedan más estilizadas y finas. Este modo de usarlo fue el preferido de los chicos de Wall Street en los ochenta.Total look, de Purple Label Ralph Lauren

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