Mascarillas para el escote, cosmética que cambia de color según incida la luz, ‘boosters’ Recopilamos las novedades que debes conocer para convertirte en una auténtica ‘beauty fan’.
Erase una vez un tiempo no muy lejano en el que ser una experta en cosmética no era muy complicado. No usábamos una cantidad excesiva de productos y nuestra máxima preocupación era distinguir una hidratante de una nutritiva. Pero, como cantaba el ‘zarzuelero’ don Hilarión, hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad y estar a la última requiere cierto trabajo. Por eso hemos querido recopilar ¡y adelantar! algunas de las tendencias de belleza. En un mundo globalizado donde el lujo más suntuoso y el low cost se mezclan en perfecta armonía, la oferta cosmética es tentadora y muy variada.
Máscaras que van más allá de la cara
Sí, las mascarillas son esas cremas que se aplican una o dos veces por semana para dar un extra a la piel. Era así, ¿no? Pues ya no Las más novedosas vienen en formato tela. O celulosa. O papel. Las llamadas sheet mask han venido (como la gran mayoría de las novedades) desde Corea, la nueva meca cosmética y fuente de importación e inspiración.
Las primeras sheet mask nos recuerdan a versiones modernizadas de las mascarillas transepidérmicas. ‘caretas’ que, impregnadas de activos cosméticos, tienen un efecto de tampón sobre la piel que ayuda a una mejor penetración del producto. ¿Las más divertidas? Las animal masks, que tienen impresa en la superficie la cara de un animal para darle un aire carnavalero al rostro. Carne de selfies.
Pero esta fiebre no acaba en el rostro. Se multiplican las mascarillas para zonas habitualmente menos mimadas. El contorno de los ojos, claro está, pero también el contorno de la boca; las manos, los pies (en forma de calcetines) o el escote. Y nos adelantamos, no tardaremos en ver más para áreas como la zona genital, el pelo o las uñas. ¡No va a quedar centímetro del cuerpo sin su sheet mask a medida!
Como la espuma
Cushion. término inglés que significa ‘cojín’. El aplicador más popular de esta temporada es una gomaespuma porosa a medio camino entre el dispensador del Kanfort y las almohadillas para humedecer los sellos que se estilaban en los tiempos a. m. (antes del mail). Y sí, los cushion, como tantas otras fórmulas, son también importación de Corea. Primero fueron las bases de maquillaje cushion. su textura muy ligera, la practicidad del formato y que fuera novedad lo han convertido en un éxito. Ahora, a las ya numerosas bases se unen iluminadores, coloretes, labiales y hasta eyeliner.
Efectos especiales
* Engañar a la vista, crear sorpresa, jugar con los sentidos La cosmética se ha puesto juguetona, sobre todo cuando se trata de labiales. arrasan las barras y lápices que de un color parecen y de otro son. Gracias a sus pigmentos camaleónicos, que reaccionan con el pH de la piel, dejan un color diferente al que aparentan. Desde un azul que se transforma en malva a un berenjena casi negro que deja un brillo berry.
* Con un cierto aire ochentero llegan los productos holográficos. colores en los que se suspenden pigmentos reflectantes que provocan que cambien de color según incida la luz, como un prisma. Se encuentran tanto en sombras de ojos quedan espectaculares por la noche como en brillos de labios o en uñas.
* Los labiales reveladores del color viven una auténtica efervescencia. Se pueden aplicar hasta con los ojos cerrados pues solo dejan un suave rubor sobre los labios, ya que reaccionan con el pH de esa piel, como si ese tono saliera desde el interior.
* Las cremas negras. Dejan la piel suave y luminosa. ¿La razón? Las propiedades purificantes y limpiadoras de la arcilla negra, que se convierte en el activo de moda en las fórmulas más detoxificantes para el rostro.
Uñas largas largas
Pensemos en Adele. En Rihanna. En Ariana Grande. Todas, además de ser cantantes de éxito, cuando cogen el micrófono, lo hacen con uñas muy largas, muy afiladas y (para qué negarlo) muy acrílicas. Frente a las uñas más cortas, sean cuadradas o almendradas, que llevan el resto de las mortales (especialmente aquellas que hacen cosas menos glamurosas), se observa una tendencia a uñas exageradas, atrevidas y, cómo no, siempre perfectamente esmaltadas.
De quita y pon
Melenas que se convierten en bobs. Flequillos que aparecen y desaparecen. Ojos que pasan de ser castaños a verdes, grises o azules. La moda se hace juguetona y, sobre todo, temporal. Desde trucos de peinado a postizos, de lentillas de colores a falsos tatuajes, la belleza descubre que no solo el maquillaje es ‘de quita y pon’, sino también el cabello, la mirada y los piercings.
Canas, ¿sí o no?
Toda la vida usando el tinte para tapar las canas y, ahora, resulta que la moda es darlo todo para tener el pelo gris Es la moda del granny hair o pelo gris, con tonos que van del gris plata muy claro al lila típico de las abuelitas de los años setenta. Eso sí, lo llevan las jóvenes. El precio, y no nos referimos al económico sino al capilar , es alto, pues conlleva decolorar el cabello por completo y luego darle color, lo cual es un procedimiento que fragiliza y castiga muchísimo el pelo.
‘Puppy liner’
Es imposible hablar de tendencias de maquillaje y color sin acabar usando más anglicismos que el diccionario de Oxford, pero mucho nos tememos que son el nombre que se acaba imponiendo. El puppy liner (o liner de cachorrito) se basa en enfatizar la línea más redonda del ojo. En vez de usar el trazo del delineador para elongar, elevar o subir la forma del párpado, este se dibuja con una línea muy fina, muy pegada a las pestañas que, al llegar al extremo exterior, en vez de ascender ligeramente, sigue su curva descendente. Esto hace los ojos más grandes, pero con un aspecto de cachorrillo perdido.
Suavidad, por favor
Contaminación. Cansancio. Estrés. Activos irritantes sobre la piel. Son cada vez más las mujeres que tienen la piel sensible, sea todo el año o de forma puntual, como en épocas de mucho agotamiento o, como ahora, en primavera, cuando los alérgenos no solo provocan rinitis, sino también hipersensibilidad cutánea. Esta es la razón por la que aparecen cremas reparadoras. fórmulas muy suaves con una altísima concentración de activos calmantes, que combaten tanto la irritación como la inflamación, destinadas a actuar como cura de urgencia cuando la piel se rebela.
Nuevas fórmulas, diferentes texturas
Algunos ya han llegado Otros están por llegar (no tardarán en hacerlo). Estas sonuevas categorías cosméticas que se deben tener en cuenta.
* Los boosters son concentrados destinados a pegar un impulso, un ‘empujón’, a la piel para ponerla en forma. Basta con añadir de tres a cinco gotas del booster elegido en el tratamiento de siempre para convertirlo justo en lo que necesitamos en ese momento, sea reparación, energía y vitalidad o detox.
* Más que el sérum. la ampoule o concentrado de sérum es una versión ultraconcentrada de este producto, para cuando la piel necesita un golpe de efecto contundente.
* Piel nueva y reluciente. los tratamientos con efecto peeling diario y gradual son una auténtica joya. Eliminan las células muertas con suavidad y con un doble beneficio. atenúan las imperfecciones de la superficie y, además, estimulan el trabajo de los fibroblastos, donde se produce el colágeno y la elastina que le dan firmeza a la piel.
Aún por llegar
* Para quienes adoran las texturas gelificadas están a punto de llegar los sérums en crema, absolutamente evanescentes, o la bruma preparadora para las mascarillas, categorizada como mask primer. Se aplica antes de la mascarilla para potenciar su eficacia.
* Los bálsamos y los concentrados encontrarán su sitio en los productos waterless o sin agua. la teoría que hay tras esta categoría es que el agua que tiene la cosmética se lleva consigo nutrientes vitales de la piel al evaporarse, por lo que se elimina el H2O de la fórmula para que potencie la función barrera de la piel.
* Divertidas, crujientes y chispeantes son las mascarillas carbonatadas, que generan una especie de espuma sobre la piel durante su aplicación, activando la microcirculación y generando un efecto microsauna y de limpieza profunda para un efecto detox total.
