La locura de las sopas

La moda de tomar zumos y batidos naturales ha muerto. ¡Viva la sopa! Más saciantes, más sabrosas y más versátiles, las sopas se han convertido en la última tendencia en dietas depurativas. La moda viene de Estados Unidos. Y arrasa. Por Ixone Díaz Landaluce

Corría el año 2013 y el accesorio fetiche de las celebrities era un vaso, generalmente de plástico y adornado con una pajita, con un zumo verde no identificado en su interior. No había estampa de Instagram o Twitter que no inmortalizara la bebida más mítica. Entonces, la fiebre por los zumos de frutas y verduras parecía no tener límites ni fecha de caducidad. No eran simplemente una bebida refrescante, sino el símbolo de un estilo de vida. Varias marcas comercializaban dietas depurativas con precios prohibitivos, y las estrellas de Hollywood hablaban maravillas de la nueva dieta para desintoxicar el organismo. Pero, como a cualquier otra moda, al juicing (como se ha hecho llamar internacionalmente) podría haberle llegado su hora. Ahora, el souping -¿qué fue antes el nombre o la tendencia?- amenaza con arrebatarle el trono.

·Las mejores recetas soperas de Martín Berasategui

La tendencia consiste en cambiar la pajita por la cuchara y durante cinco días (como máximo) limitar la dieta a la ingesta de sopas. De esta nueva moda ya habló Gwyneth Paltrow ( ¿quién si no?) en Goop, su muy seguida y muy vilipendiada (por esnob) web dedicada a temas de estilo de vida. Y de la noche a la mañana se convirtió en tendencia.

Para sus adeptos, que empiezan a ser legión en ciudades como Nueva York o Los Ángeles, las ventajas de la sopa frente a los zumos son innumerables. Al aprovechar el agua de la cocción de las verduras, las sopas conservan todos los nutrientes de los alimentos. Además, aunque son bajas en calorías, resultan mucho más saciantes que cualquier zumo, pues en su elaboración no se descarta la fibra. Eso ayuda a controlar el apetito y a perder peso. Además, apenas tienen azúcar, una de las principales contraindicaciones del juicing. Y, sobre todo, las sopas son más versátiles. se pueden consumir frías o calientes y admiten especias y hierbas como el comino, la pimienta o la cúrcuma, que hacen que sean mucho más sabrosas.

El poder de la cuchara

La fiebre sopera se ha convertido en un negocio muy boyante en Estados Unidos. Sus precios suelen ser desorbitados. Soupelina, una de las marcas más reconocidas en este mercado creciente, cobra 65 dólares por una dieta depurativa de 24 horas y 325 por una de cinco días. Y Splendid Spoon, que nació en 2013 en el barrio neoyorquino de Williamsburg, además de comercializar sopas (todas ellas, veganas y sin gluten) o cleanses como la competencia, también ofrece su propio programa nutricional de siete días.

Sin embargo, la marca pionera fue Soupure, que empezó enviando sopas a domicilio en Los Ángeles y ya opera a nivel nacional con una amplia oferta de sopas sin pesticidas ni ingredientes modificados genéticamente. Sus fundadoras, Vivienne Vella y Angela Blatteis, decidieron poner en marcha el negocio cuando, durante una comida en un restaurante, les sirvieron una sopa mediocre. «Nos quedamos perplejas con el nicho de mercado que existía. Las dos habíamos probado dietas con zumos y estábamos de acuerdo en que pasábamos hambre y nos poníamos ansiosas. Así que decidimos crear Soupure», explica Vella. Ahora se dedican a evangelizar sobre el poder de la sopa y sus múltiples beneficios.

A diferencia de los zumos, las sopas no tienen azúcar, por lo que ayudan a controlar mejor el peso, afirman sus defensores

«El souping utiliza todo el alimento y deja que tu cuerpo se desintoxique como dicta la madre naturaleza. dejando que tus riñones y tu hígado hagan su trabajo -dice Vella-. En muchas dietas a base de zumos, el cuerpo entra en una especie de pánico de supervivencia en el que siente la necesidad de beber zumo constantemente y en el que se desatan pensamientos obsesivos sobre la comida. Eso no ocurre con las sopas porque estás alimentando a tu cuerpo con las partes más densas en nutrientes de la fruta o la verdura en vez de dejar que pase hambre. Por eso, la pérdida de peso es más sostenible. Además, sin los beneficios de los macronutrientes, como las proteínas y las grasas buenas, muchas de las vitaminas y minerales son inutilizables. Y algunas verduras tienen que ser cocinadas para maximizar sus beneficios», argumenta.

Claro que, como a cualquier otra dieta detox, a esta tampoco le faltan detractores. Muchos nutricionistas recomiendan que las sopas no sustituyan a otras comidas, sino que formen parte de una dieta variada.

En España, el souping no ha aterrizado de momento. Al menos, como dieta detox. Eso sí, algunas marcas, como Kaiku sin lactosa, han aprovechado el tirón para promocionar su gama de lácteos ligeros y digestivos en la elaboración de sopas más cremosas con leches desnatadas y quesos sin lactosa. Pero que no cumpla los estrictos requisitos de la tendencia (nada de lácteos ni quesos) no quiere decir que la sopa no esté de moda. Comer de cuchara siempre será la tendencia otoño-invierno por excelencia.


LOS FANS

 

Modelos como Gisele Bündchen o Miranda Kerr y estrellas de Hollywood como Gwyneth Paltrow han sido las primeras en apuntarse a la fiebre por la cuchara. La sopa de miso y berros y la de calabaza o brócoli son algunas de las preferidas por las celebrities.

 

 


SOPA DE MISO Y CALABAZA

La receta completa pinchando aquí.

 

 

 

 

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