Cada año viajan a Europa 12 millones de chinos. El fotógrafo Jeremy Suyker acompañó a uno de estos grupos de turistas. Su plan de vacaciones: conocer el continente europeo en una semana y media, a 2000 euros por persona. ¡Rápido! Fotografías: Jeremy Suyker
Primer día: llegada a Londres
Tras aterrizar en Heathrow, el grupo dispone de un día para visitar el palacio de Buckingham, Westminster y el Museo Británico. En China, el turismo de masas es un fenómeno reciente. Con Mao, entre 1943 y 1976, viajar estaba prohibido. Solo en 2009 el Gobierno chino empezó a hablar del turismo como interés económico.
Segundo día: de Windsor a Oxford
Una hora y cuarto para visitar el castillo de Windsor y sus elegantes guardias… y luego a Oxford, para ir de compras y callejear por el casco antiguo de la ciudad universitaria. Para los chinos, lo importante no es la experiencia en el extranjero, sino la vuelta a casa con el móvil lleno de fotos. Los recuerdos son botín y símbolo de estatus. solo un cinco por ciento de los chinos tiene pasaporte.
Tercer día: París, su ciudad favorita
Sesión de fotos en el Sena. París es la ciudad favorita de los grupos de turistas chinos. Y Francia está dispuesta a sacar tajada de este gigantesco mercado en crecimiento. El país galo y Gran Bretaña ya han dado el paso de agilizar la concesión de visados turísticos a los ciudadanos chinos.
Cuarto día: compras de lujo
Los chinos gastan más que cualquier otro turista. unos 1800 euros de media durante una semana por Europa. Las agencias de viajes apenas sacan nada.
El beneficio lo obtienen sobre todo de las comisiones de las tiendas de lujo. Pueden llevarse hasta un 30 por ciento.
Quinto día: 30 minutos en las montañas suizas
Tras dejar París, el grupo goza de 30 minutos en la montaña en Suiza. Es la primera vez que muchos ven la nieve. Esto es para ellos más interesante que ver monumentos. Sobre todo porque -dice el fotógrafo- el guía apenas conoce la historia de Europa y la poca información que les da es a veces incluso errónea.
Sexto día: un alto en el camino
Tras un día de autorretratos con fondo de montañas, el autocar deja a los turistas en hoteles baratos, generalmente en polígonos industriales. Se trata de optimizar costes. Los viajeros, ya agotados, compran comida china. Prefieren tomar un bocado conocido en sus habitaciones.
Séptimo día: Venecia, ¿por fin solos?
Una pareja, en su viaje de novios, se separa del grupo para disfrutar de un romántico paseo en góndola. La próxima tendencia en el turismo -creen los expertos- podría ser la del viajero chino individual, es decir, que no viaja en grupo. Pero, para llegar a eso, el Gobierno tendrá que facilitar mucho más la salida del país.
Octavo día: Roma en tres horas
Los turistas chinos disponen de tres horas para disfrutar de Roma en su último día de viaje. El Vaticano se lo ‘ventilan’ en 40 minutos, museos incluidos. El fotógrafo escucha a uno del grupo murmurar. «Cuando nos pregunten qué recordamos de Europa, tendremos que responder. ‘Nada’».