El espectacular ‘look’ que Emma Watson lució en la última edición de la Gala Met es la respuesta a un desafío ecológico: llevar la moda sostenible a la alfombra roja… y teñirla de «verde». Por Daniel Méndez / Fotos: GETTY Images y Fotolia
• ‘Bio’, ‘eco’, orgánico: ¿sabes distinguirlos?
Corpiño blanco y negro, pantalones satinados y una larga cola desmontable… Todo elaborado con botellas de plástico recicladas (y un poco de algodón ecológico). El look de la actriz Emma Watson durante la última Gala del Met de Nueva York -evento benéfico y fecha señaladísima en el calendario anual del mundo de la moda- fue la respuesta de Calvin Klein al desafío ecológico lanzado por Livia Firth, activista medioambiental y esposa del actor Colin Firth. A través de su consultora ecológica, Eco Age, Firth ha lanzado el llamado Green Carpet Challenge (el desafío de la alfombra verde), que pretende hacer de la alfombra roja un escaparate de la moda ecológicamente sostenible. Gucci, la joyería Chopard o Stella McCartney también se han sumado ya al proyecto. «Cambiemos el mundo vestido a vestido», dijo Emma Watson hablando del diseño que lució en la gala.
De una botella o una rueda… a un vestido
Los materiales del vestido de Watson se componía de cremalleras de plástico reciclado; los revestimientos, de algodón ecológico; y el resto, elaborado con el hilo de poliéster NewLife, de la firma italiana Sinterama: su único ingrediente son botellas de plástico recicladas.
Todo fue elaborado con un procedimiento mecánico y no químico. El consumo de agua se reduce así en un 94 por ciento, se necesita un 60 por ciento menos de energía y las emisiones de carbono se quedan en menos de un tercio de las que se producen en la elaboración del poliéster mediante métodos químicos. Además, el vestido está hecho de tres piezas separadas que pueden utilizarse en diferentes tipos de look.
España no se ha quedado al margen de este apasionante reto. Una de las firmas especializadas en moda sostenible más significativas de nuestro país es Ecoalf. Para su proyecto Upcycling the Oceans cuenta con la colaboración de las cofradías de pescadores de la costa de Levante. Cada barco extrae entre cuatro y seis kilos de basura al día, que queda atrapada en sus redes: vidrio, plástico, aluminio… Pero, en lugar de tirarlo, lo recuperan y una vez procesado acaba convertido en hilo de calidad para la elaboración de tejidos que, de paso, salvarán vidas en nuestros océanos: en los últimos 15 años se ha producido más plástico que en todo el siglo XX; solo en el Mediterráneo flotan en torno a tres millones de toneladas de basura.
Ecoalf, en colaboración con Antex y Textil Santanderina, lo transformará en tejidos para prendas. Pisadas recicladas Para otro proyecto, Ecoalf, compañía liderada por Javier Goyeneche -que fundó, y después vendió, Fun&Basics-, ha buscado otro aliado: Signus, una asociación sin ánimo de lucro que cada año recupera cerca de 200.000 toneladas de neumáticos usados para darles una nueva vida en forma de asfalto, pistas ecuestres, suelos para parques infantiles o barreras de seguridad en la carretera (las llamadas New Jersey)… «Todo surgió con una llamada de Javier -cuenta a XLSemanal Isabel López, responsable de marketing de Signus-, que siempre busca materiales reciclados para incorporarlos a sus colecciones». Con las célebres abarcas menorquinas en la cabeza, Javier pensó que los neumáticos podían serle útiles. «Pero él quería dar un paso más allá -recuerda Isabel-. Porque su filosofía es utilizar materiales reciclados, pero que no se note». Siguieron dos años de investigación en el Centro del Calzado Tecnológico de La Rioja. La suma de esfuerzos dio como resultado la primera colección de sandalias flip-flops íntegramente elaboradas con material reciclado.
Primero hay que triturar los neumáticos hasta conseguir partículas de polvo. Una de las dificultades radica en conseguir fijarlas utilizando únicamente presión y altas temperaturas, sin ningún adhesivo ni producto químico. Sus objetivos son incrementar el reciclado de neumáticos y optimizar los procesos para multiplicar sus usos y, al mismo tiempo, reducir el coste de reciclado. Actualmente, cada vez que adquirimos un neumático nuevo, pagamos 1,33 euros para contribuir a su reciclaje.
«Y la legislación hizo que figurara en la factura, para concienciar al ciudadano. Cuando empezamos, en 2006, pagábamos 1,98 euros, pero a lo largo de estos años hemos conseguido optimizar la gestión y, sobre todo, darle un nuevo valor al producto». Tendencia en alza También forma parte de este movimiento la firma Ekocycle, puesta en marcha por el rapero Will.i.am y Coca-Cola -clientes, por cierto de la española Ecoalf-. Otros, como los diseñadores Viktor & Rolf, optan por el reciclaje de parches, lazos y retales para sus diseños de alta costura.
Te puede interesar
• Todos los ojos puestos sobre Ezra Miller