Se las conoce como ‘hiyabistas’, mezcla de ‘hiyab‘ (pañuelo) y ‘fashionista’. Son musulmanas apasionadas por la moda que no renuncian a la vestimenta islámica. Son el nuevo fenómeno de Internet y un negocio en alza. Por Elin Berge / Institute
El negocio de la ‘moda Ramadán’
La industria de la moda musulmana alcanzará los 488 billones de dólares en 2019, según un informe de The Thomson Reuters State. No es de extrañar que HandM haya convertido a una londinense de origen marroquí en la primera mujer con hiyab protagonista de una campaña de moda a gran escala. O que muchas firmas (como Oscar de la Renta, Tommy Hilfiger, DKNY o Mango) creen líneas de ropa específicas para musulmanas. Se llaman ‘colecciones Ramadán’.
El estilo ‘modesto’
Shama Vafaipour, de 25 años, nació en Irán, pero vive en Estocolmo. Además de ‘hiyabista’ es actriz. Forma parte de la comunidad Svenska Hijabis, en la que jóvenes musulmanas comparten sus experiencias en el escenario. Las ‘hiyabistas’ también tienen su propio Sartorialist, un bloguero de referencia que documenta su moda en todo el mundo. Se llama Langston Hues y es un fotógrafo de Detroit. Su blog se llama Modest Street Fashion.
‘Mipster’ y punks
Entre las ‘hiyabistas’ hay también muchas tendencias diferentes, desde las más clásicas, a las integradas en el movimiento mipster (una mezcla de musulmán y hipster) o las ‘radicales’, como la bloguera Tesnim Sayar, una joven danesa musulmana, punk y seguidora del Taqwacore, el movimiento punk-rock islámico. Savar, entre otras cosas, suele añadir una cresta al hiyab.
‘Sexy’ pero sin marcar curvas
El hiyabismo lo han impulsado blogueras con cientos de miles de seguidores, como Mariam Moufid, sueca de 23 años. Es una influencer con más de 650.000 seguidores en Instagram, red donde son conocidas como islamgramers. Mariam anuncia ya marcas de moda y es invitada a desfiles internacionales. La hiyab fashion impone el uso del velo y de prendas holgadas que eviten marcar la silueta.