Decían de la Callas que solo era feliz cuando cantaba… Fotos: Cordon Press
Por eso, para ella el escenario, los ensayos y los estudios de grabación eran un refugio donde, a diferencia de en su turbulenta e insatisfactoria vida privada, podía alcanzar la perfección. Creen sus biógrafos que, cuando el deterioro de su voz le impidió seguir cantando y grabando, la diva se dejó morir. Prueba de su afección al canto es que en su corta carrera –menos de dos décadas–, Maria Callas grabó 26 óperas y 13 recitales.