La exuberancia de Lacroix

1 El salón · A la izquierda: silla de metal Knotted Chair, de Marcel Wanders, y sillón de tweed, de Pierre Paulin. A la derecha. sillón, de Rodrigo Almeida y Sacha Walckhoff con tela de Christian Lacroix. La escultura de cámaras de aire es de Daniel Firman, y las fotos, de Mohamed Bourouissa (derecha) y Thierry Fontaine (izquierda).
2 El rincón · Repisa metálica con una colección de cerámicas de Walckhoff y acuarela adquirida en un mercadillo.  
3 Juego de luces · La luz de techo es de Michael Anastassiades. En el suelo, lámpara Luna Park; y en la pared, lámparas Pulcinella, de Garouste & Bonetti.  
4 Safari urbano · La cebra de la tienda de Deyrolle preside el comedor. La mesa es de Hans Bellmann (años cincuenta); y las sillas y la alfombra, de Christian Lacroix. La lámpara de techo es de los hermanos Bouroullec para Flos.
5 El dormitorio · Cama tapizada y diseñada por Walckhoff con textiles de Anne de Solene. Lámparas, de Catellani & Smith, y alfombra Cabanon, de Lacroix.  
6 El baño · En la pared, cuadros con dibujos de Walckhoff, lámpara de techo Conrand Shop, silla de la tienda parisina de Merci y estatua adquirida en un mercadillo de París.

Sacha Walckhoff, diseñador y director creativo de la Maison Lacroix, ha aplicado en su apartamento parisino su estilo más exótico e iconoclasta. Por Ana Cardinale / Fotos: Francis Amiand

El distrito 10 de parís, ubicado en la margen derecha del Sena, se ha convertido en los últimos años en uno de los barrios de moda. La clave: su carácter alternativo y multicultural y su rica historia de arquitectura de estilo Louis Philippe (1830-1848) y de edificios industriales. A su vez, es también aquí donde Sacha Walckhoff, diseñador y director creativo de la Maison Lacroix, eligió establecer su domicilio. El hombre que sustituía al maestro Christian Lacroix después de que la firma francesa entrara en bancarrota y que le dio un nuevo rumbo a la firma, más centrado en la decoración para el hogar y el prêt-à-porter masculino, ha conseguido que su casa refleje el espíritu exhuberante que caracteriza a la casa de alta costura.

Contra la simplicidad

Influido por el estilo de los años 50, 60 y 70, Sacha ha reunido en el mismo espacio una mezcla perfecta entre antigüedades y arte contemporáneo.

Su apartamento, que data de 1840, posee unos 140 metros cuadrados y todo el esplendor de la época de su construcción. pisos de tarima, chimeneas de mármol, espejos dorados y frisos en los techos. «Me mudé justo después de que un famoso actor francés dejó el lugar que había remodelado. Así fue que recuperar la base original significó un gran trabajo. Pero al final logré rescatar su sabor parisino», nos cuenta. En este apartamento, que tan bien refleja la estétia barroca y expresiva de su dueño, todo está pensado para evitar la simplicidad, con objetos tremendamente dispares.

Nacido en 1962, Sacha no crea un estilo concentrado en ninguna época en particular: podríamos estar en un gabinete de curiosidades en el que piezas procedentes del mercado de antiguedades de Saint Ouen conviven con obras de arte y fotografías de vanguardia y muebles de diseño de las más famosas galerías. Respecto al mobiliario, Sacha lo tiene claro: «Es importante que todo irradie personalidad. Me encanta contrastar y arriesgar», concluye.

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