Nací en Tafalla (Navarra) en 1985. Soy actriz, creadora escénica, guionista principiante y fundadora de la compañía La Tristura. Protagonizo ‘La Virgen de agosto’, dirigida por Jonás Trueba, recién estrenada en cines. Por Virginia Drake / Foto y vídeo: Javier Ocaña
XLSemanal. Dice que le gusta pasar agosto en Madrid, ¿friolera?
Itsaso Arana. [Ríe]. Me gusta porque la ciudad está más tranquila, la puedes disfrutar de otra manera y te da tiempo a pensar en otras cosas. Madrid en verano es el plan de los que no tienen plan y la gente se solidariza entre sí. Y la película habla un poco de eso.
XL. La Virgen de agosto es un retrato generacional de treintañeros…
I.A. Sí y no porque es extrapolable a cualquier edad, a ese momento en el que te paras a replantearte si la vida que tienes es la que quieres o si hay que cambiar algo. Y para dudar hace falta mucha valentía. Dudar es de valientes.
XL. Eva -su personaje- se hace mil preguntas, pero ninguna política. ¿A su generación le importan poco los políticos?
I.A. La política está en todo y claro que nos interesa, pero en este caso nos preocupa más una política emocional, la forma de relacionarnos…
XL. Eva es bondadosa, no se queja de nada. ¿Eso puede hacerla parecer simplista?
I.A. Se suele confundir la bondad con la simpleza, sí. Se piensa que la bondad es naíf y creo que es todo lo contrario. El cinismo y la ironía imperantes son bastante adolescentes. Yo espero morirme siendo muy bondadosa.
XL. Acaba de rodar en agosto una serie para Movistar que le ha exigido ir bien abrigada… «por el frío que hace» [risas].
I.A. Sí, es para Dime quién soy, basada en la novela de Julia Navarro. Rodar en verano con abrigo no es lo ideal, pero lo prefiero al frío vivido en otros rodajes…
XL. Y pronto empieza a rodar Hil Kanpaiak.
I.A. Es una película en euskera; significa: ‘Campanas a muerto’. Después, con La Tristura, estrenaremos en los Teatros del Canal la obra Renacimiento.
XL. Teatro de autor, cine alternativo… Dice que se siente un poco marciana.
I.A. Bastante [ríe]. Mi idea va a ser abrazar mi marcianidad, aceptarla y no preocuparme por encajar. Con La Virgen de agosto estoy recibiendo una aceptación que me sorprende porque es coherente con lo que yo quería hacer. Y estoy muy contenta porque en el Festival Karlovy Vary nos han dado el Premio Fipresci y una mención especial del jurado.
XL. ¿Qué precio se paga por hacer solo lo que le gusta, las cosas en las que cree?
I.A. Es un precio más emocional que económico, aunque, claro, mi cuenta corriente no es la más abundante… Pero esta profesión es igual de incierta para la gente que está en la ola. Creo que hay que gustar, pero no demasiado; hay que gustar de forma moderada, que no sea todo una algarabía [ríe].
Desayuno: pura naturalidad
«Tomo un vaso de agua templada con limón y rodajitas de jengibre. Café con leche sin lactosa en un bol con cereales. Y fruta. en verano, sandía o piña».