Los medios británicos mantienen su acoso a los duques de Sussex. Ahora revelan que viven entre plantaciones de cannabis
El príncipe Harry y Meghan Markle se alejaron de la familia real para huir del acoso de los medios. Pero la presión no se reduce pese a mudarse a la remota isla de Vancouver, al oeste de Canadá. El lugar está hoy lleno de paparazzi y reporteros ávidos de exclusivas, como la publicada por el sensacionalista The Sun: la pareja vive rodeada de marihuana.
Meghan regaló 200 porros, que ella misma enrolló, a los invitados de su primera boda
El distrito donde se ubica su mansión de 16 millones es una especie de paraíso del cannabis, legal en Canadá desde 2018, donde brotan las plantaciones y los dispensarios de hierba’. Es más, una granja de pollos vecina será en breve zona de cultivo, según el diario, que insinúa con malicia que los duques de Sussex no verán esto con malos ojos, ya que «el príncipe admitió fumar de forma regular y Meghan regaló 200 porros, que ella misma enrolló, a los invitados de su primera boda, en Jamaica en 2011, según e-mails vistos por The Sun».
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