Reus, 1965. Comediante sin estudios televisivos, publico ‘Reírse es la única salida’ (HarperCollins) ante el reto de mi vida: hacer humor en medio de una tragedia mundial. Por Virginia Drake

XLSemanal. Durante dos meses y medio ha hecho el programa Late Motiv (#0) desde su casa.

Andreu Buenafuente. Ha sido la época más dura de toda mi carrera para hacer humor. Estoy muy orgulloso porque hemos trabajado todos mucho más, manteniendo, además, los puestos de trabajo sin ERTE. Mi equipo es mi otra familia, sinceramente.

XL. ¿Se lo pasa tan bien como parece?

A.B. Sí, me lo paso muy bien, aunque justo ahora no tanto. Muchas veces, al oír la musiquilla de arranque del programa, me emociono un poco y me gusta que así sea.

XL. Reírse es la única salida es un diario de su trabajo entre 2016 y 2018.

A.B. Fueron años difíciles, de un esfuerzo muy duro: escribía al llegar a casa, por la noche, bastante cansado. Resumía lo ocurrido en el programa, las reflexiones… Acabé un tanto extenuado.

XL. Habla bien de todos sus invitados.

A.B. Es que soy una persona educada y agradecida [ríe]. Un presentador de televisión es un anfitrión y uno no invita a quien no le gusta ni a quien cree que no va a ser interesante para sus espectadores. Y ahí me muevo. Yo no hago periodismo de investigación ni me enfrento a cosas desagradables.

XL. ¿Sin presiones y libre como un pajarito?

A.B. Pues sí. Mira, hace poco eliminé de las previsiones a unas personas que no me caían bien, con las que no iba a estar a gusto. Llevo treinta años en esto y tengo 55, como para estar con alguien con quien no me siento cómodo. Pero, oye, que también hay gente que no ha querido venir… y esto me ha jodido un poco [ríe], pero lo respeto.

XL. Con el virus en nuestras vidas, ¿seguro que no queda otra que reírse?

A.B. Espero que la gente entienda que esa es una expresión retórica, una licencia poético-humorística: hoy las únicas salidas son la sanidad, la precaución, las medidas sociales… No te creas que no me da cierto pudor salir con la banderita de la risa en estas circunstancias, pero la gente agradece un poquito de bálsamo y de desconexión de esta acritud y enfrentamiento constantes.

XL. Hace un año nos dijo que los políticos aguantaban poco el humor y que no eran tiempos para la lírica, ¿esto ha mejorado?

A.B. ¡Nada! Ahora los humoristas tampoco aguantamos a los políticos [ríe]. La clase política pasa por sus momentos más críticos de credibilidad y aceptación. Su actitud a veces es tan vergonzosa que no se puede traducir ni a comedia. Yo ya no les veo la gracia por ninguna parte.

Desayuno: bipolar

Andreu Buenafuente: "La actitud de los políticos es a veces tan vergonzosa que no se puede traducir a comedia" 1

 

«O tomo huevos fritos, zumito, tostadita y aguacate: o un café y un cruasán de chocolate. No encuentro la regularidad».

 

 

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