Álvaro Cervantes: «Espero que los cines vuelvan a llenarse: es triste verlos casi vacíos y los bares, llenos»

Barcelona, 1989. Soy actor y, de la mano de Fernando González Molina (‘Tengo ganas de ti’, ‘Legado en los huesos’), me convierto en perturbado mental en ‘Ofrenda a la tormenta’ (Netflix). Por Virginia Drake/ Fotografía: Javier Ocaña

XLSemanal. Y antes fue pollo, lobo, policía, narco, soldado y rey emperador.

Álvaro Cervantes. Sí, es muy divertido meterte en la cabeza de gente tan antagónica. Desde pequeño, mi día favorito era el de carnaval, para disfrazarme. Con los años he convertido mi gran ilusión en mi oficio.

XL. A sus 11 años, una profesora le aconsejó que se dedicara al teatro.

A.C. Así fue, tengo ganas de volver a verla para tomarme un vino con ella y agradecerle ese impulso.

XL. Debutó en televisión con Rosa Maria Sardà en ‘Abuela de verano’, en 2005.

A.C. Sí, yo tenía 15 años y ella nos invitaba a comer en su casa. Era una tipa divertidísima y una actriz que en escena te lo daba todo. Ha sido realmente una gran pérdida.

XL. Y Silvia Munt dijo que quería adoptarlo.

A.C. ¡Jajaja! Silvia se convirtió en mi mentora total. Muchas cosas que me dijo se convirtieron en un mantra.

XL. Hoy estoy con Berasategui, un doctor maquiavélico (Ofrenda a la tormenta, en Netflix) que nos deja sin respiración.

A.C. De eso se trata [ríe], de poner los pelos de punta. Es el personaje más retorcido que he hecho, pero muy divertido de interpretar. Y rodar en la Cárcel Modelo de Barcelona ya te pone los pelos de punta, fue la guinda.

XL. En esta última parte de la Trilogía del Baztán, las sectas satánicas inquietan…

A.C. Que la gente crea en ellas les da poder. El hecho de que muchas personas se unan compartiendo un objetivo común trae consecuencias reales y convierte el poder de Satán en algo real. Hay escenas escalofriantes. El filme ha ido muy bien en todos los países que lo emitieron.

XL. ¿La COVID-19 le ha frenado proyectos?

A.C. Por suerte, no. Pero llevaba dos años frenéticos y, justo antes de la pandemia, acababa de rodar Llámame loco, de Dani de la Orden, para Netflix. Así que bien…

XL. Llegó a marzo con la lengua fuera.

A.C. Sí [ríe], si no nos confinaban, me confinaba yo. Aproveché esos meses para otra de mis pasiones: la cocina. Me dediqué también a las plantas, que me encantan: soy hijo y nieto de floristas; y, aunque tarde, le he pillado el rollo. He hecho vida de jubilado, preparando croquetas y plantando flores.

XL. El 11 de septiembre también se estrena Malnazidos y está pendiente de programarse la serie Los relojes del diablo.

A.C. Malnazidos es una aventuraza. Espero que los cines se vuelvan a llenar: es triste ver los bares llenos y no las salas de cine ni los teatros. Y Los relojes del diablo, una coproducción de Mediaset, va a gustar mucho.

Domingos de gloria

 

«Los domingos me gusta desayunar más potente: dos huevos fritos -son la gloria, una maravilla-, un buen trozo de pan, un zumo de naranja y un café».

 

 

 

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