Lugo, 1982. Soy enfermero, escritor y divulgador sanitario. Trabajo en el hospital 12 de Octubre, de Madrid, y acabo de publicar mi nuevo libro: ‘Nosotras, enfermeras’ (Plaza & Janés). Por Virginia Drake/Vídeo y foto: Javier Ocaña

XLSemanal. Firma con el pseudónimo ‘Enfermera saturada’ y en todos sus libros predomina el sentido del humor.

Héctor Castiñeira. Esta vez, por el coronavirus, el humor ha sido imposible. No sé si en un futuro podré contar lo que vivimos en los hospitales con tanto humor como antes.

XL. ¿Todas las anécdotas son reales?

H.C. Sí; pero, en este caso, no ha habido que exagerar nada, aunque tampoco he querido dulcificar lo que hemos vivido.

XL. Se sentía, dice, como soldado sin fusil.

H.C. No teníamos material para protegernos. Nos enfundábamos en bolsas de basura sujetas con cinta aislante y reutilizábamos las pocas mascarillas que había. Parecíamos Mortadelo y Filemón contra el virus. Nos sentíamos como personal sanitario reemplazable, peones intercambiables según iban contagiándose o falleciendo. En más de 17 años de Enfermería, nunca había tenido esa sensación de pánico.

Héctor Castiñeira: "En más de 17 años de Enfermería, nunca había tenido esa sensación de pánico"

XL. ¿Tuvo tentación de dejar de trabajar?

H.C. No, si te ibas, los pacientes no tenían a nadie. Muchas compañeras no volvían a su casa para no poner en riesgo a su familia. Algunas acabaron contagiadas e ingresadas en la misma UCI en la que trabajaban.

XL. Morir en soledad debe de ser terrible.

H.C. Sí, morir solo, con la cabeza bien y sintiendo que te ahogas es espantoso. Por eso acompañábamos a los pacientes cuanto podíamos. Tuvimos que reaprender a trabajar, era como una enfermería de guerra… Indescriptible.

XL. ¿Consiguieron acompañar a todos cuantos murieron en su hospital?

H.C. Creo que sí. Hicimos todo lo que estaba en nuestras manos para que ningún paciente muriese solo.

XL. ¿No mostrar lo que ocurría dentro de los hospitales ha sido positivo?

H.C. No. Había un especial interés en comunicar que todo iba a salir bien y en ocultar lo que pasaba realmente, por eso se ha perdido el respeto al virus. A los medios no se les permitía grabar dentro de los hospitales. En esta segunda oleada sí, pero llegamos tarde.

XL. ¿Estamos ahora mejor dotados?

H.C. Mucho peor. Hay más respiradores, pero menos sanitarios y el ambiente ya no es el mismo. Estamos menos unidos, más cansados y desmotivados. Llevamos un año sin vacaciones y nos han quitado todos los permisos. Hay mucho cansancio acumulado y vemos que gran parte de la población se ha relajado, no cumple las medidas y algunos se han hecho negacionistas. Y los políticos se preocupan por ganar votos o por no perderlos. Esto hace que trabajemos casi como autómatas.

Desayuno: sin complicaciones

Héctor Castiñeira

 

«Suelo tomar una pieza de fruta -hoy, por ejemplo, he tomado una manzana-, un café con leche, unas galletas y un yogur».

Te puede interesar

Colapso en Atención Primaria por Covid: cuatro testimonios médicos aterradores

Marcas de guerra: los médicos y el coronavirus

Nuevo XL Semanal
El nuevo XLSemanal

A partir de ahora consulta los nuevos contenidos en la web de tu periódico

Descúbrelos