Manuela Carmena: «El diálogo político está enfermo: es un reproche constante de unos a otros»

Madrid, 1944. Jurista de profesión y exalcaldesa de Madrid (2015-2019). Soy también conferenciante y cuentista. Publico ‘Cuentos para soñar un mundo mejor’ (B de Blok). Por Virginia Drake/Fotografía y vídeo: Javier Ocaña

XLSemanal. Me hubiese gustado una abuela que cuente los cuentos como usted.

Manuela Carmena. Quizá porque no conocí a la mía, me he esforzado por ser una abuela diferente.

XL. ¿Sus cuentos tienen moraleja?

M.C. Yo he pretendido iluminar las cosas positivas del ser humano. la tolerancia y la capacidad de resolver problemas y de inventarnos.

XL. En un cuento, los niños negros quieren saber si los blancos hacen cacas blancas.

M.C. Es que los niños africanos de ese cuento ven a los de la raza blanca como unos extraños seres desteñidos [ríe]. Yo quería ser escritora como Jo, de Mujercitas, y, al preguntar qué debía estudiar, me dijeron: «Periodismo». Pero mi padre me dijo que de eso no se vive y acabé haciendo Derecho.

XL. ¿Como abogada laboralista se hizo rica?

M.C. No [ríe]. Mi padre era comerciante y a mí me gustaba el emprendimiento. Si no hubiera vivido la cultura de la izquierda en la universidad, quizá hoy sería una gran empresaria. el comercio me gusta mucho.

XL. No sé si le gustaría ser alcaldesa hoy, y cerrar comercios y recortar libertades.

M.C. No lo sé. No soy de las que dicen «de la que me he librado». me gusta estar en el filo buscando soluciones.

XL. Dice que no sabe si los políticos saben contar cuentos, pero sí mentiras.

M.C. Hay una cultura de que en política se puede mentir, y el diálogo -muy enfermo- es un reproche constante sobre las mentiras de unos y otros, en vez de ser una actividad útil y noble.

XL. ¿Ve necesaria una ley que regule las fake news y la manipulación?

M.C. Por supuesto que no. Además, antes de dictar una ley, hay que consultar a la ciudadanía sobre qué alternativas hay para resolver el problema, estudiar la raíz y buscar soluciones. Y, como eso no se hace, las leyes se crean sin rigor y eso hace que no se respeten y se incumplan.

XL. Participa en la campaña Ser mayor importa, ¿imaginaba el abandono y maltrato destapados en las residencias?

M.C. No tanto. Se estaba produciendo un proceso de infantilización de los mayores terrible en el que su voluntad no contaba y se decidía por ellos. Se les ha estado arrancando la esencia de la vida, la integridad de la persona, su libertad.

XL. ¿Agnóstica de libro y la casó Jesús Aguirre por la Iglesia?

M.C. El expediente de apostasía era muy complicado y nos propuso casarnos ‘en nombre de los hombres’, no en el de Dios. Y, como era muy seductor, nos convenció. Fui con un traje azul y un ramo de margaritas naranjas, para hacer constar que había otro modo de vivir.

Desayuno: ligereza

 

 

«Me gusta desayunar algo ligero. Solamente tomo un café con leche y algo de fruta. Esta mañana, dos mandarinas y un kiwi».

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