Sevilla, 1978. Soy música-intérprete y acabo de sacar mi último trabajo, ‘El beso’, un disco hecho con el corazón en el que me regalo absolutamente y que espero que os guste muchísimo. Por Virginia Drake / Foto y vídeo: Javier Ocaña

XLSemanal. Después de tres discos dedicados al dúo Lole y Manuel, ahora se la escucha más jazzera y menos flamenca.

Alba Molina. Quise hacer esos trabajos tras la muerte de mi padre (Manuel) y me costó: es muy difícil recordar a alguien que quisiste tanto y se te va. Ahora estoy más dulzona.

XL. Y aterciopelada, pero con voz de fumadora y bebedora.

A.M. Beber algo sí, pero nunca fumé. Esta es mi voz afónica desde que nací: una mezcla de dulce y de desgarro.

XL. En El beso están Alejandro Sanz, Antonio Vega, su madre, sus hijos…

A.M. Me he rodeado de las personas que me apetecía, por eso ha salido un disco precioso. Mi madre (Lole) es la mejor; y con mis hijos, Lucía (19 años) y Anyelo (10), siempre he vivido el cante en casa.

Alba Molina: Es difícil ser positivo sin saber qué pasará mañana. Vivo de alquiler y no tengo un duro"

XL. ¿Qué queda de aquella Alba, modelo a los 12 años, Miss Elegancia en Jerez a los 14 y desfilando en Cibeles con solo 15?

A.M. Nada. Fue una etapa bonita que disfruté hasta los 19: conocí sitios, me desenvolví bien y aprendí muchas cosas, pero ya no tengo nada que ver con aquello, y peso 20 kilos más [ríe].

XL. Pero, cuando se centró en la música, la vida se le volvió mucho más difícil.

A.M. Gané mucho como modelo y me lo gasté todo: soy la más ‘gastona’ del mundo; pero es más agradable trabajar en lo que de verdad te gusta. Viví bastante bien de la música un tiempo; ahora, bastante mal, pero soy incapaz de dejarla, aunque no tenga un duro. La música es arte y la respeto tanto que creo que no se debería comercializar para vivir de ella. Esto lo hago por amor.

XL. ¿Mal tiempo para la lírica y para todos?

A.M. Desde luego, pero mis compañeros flamencos llevan mucho tiempo muy mal. No tenemos ayudas ni cobramos el paro, y si tengo que pedir para comer, pues pido. Y si debo dinero, pues debo.

XL. ¿Está en esa situación?

A.M. Sí, claro; he cantado en muchos países y hoy no tengo ni un bolo: ni uno. Es muy difícil ser positivo sin saber qué pasará mañana. Vivo de alquiler y no tengo un duro: me refugio en mis hijos y en la música para seguir, no queda otra.

XL. ¿Y se arriesga a producir en solitario?

A.M. Porque durante una pandemia es imposible encontrar un productor, es la primera vez que lo hago todo sola.

XL. Pero, al escucharla, da la sensación de que estoy ante una mujer empoderada.

A.M. [Ríe]. Parece que me como el mundo… y es solo apariencia. Muchas veces tengo miedo y soy inestable, pero en mi vulnerabilidad está mi fuerza, creo. Por fuera tiro para adelante con lo que sea, pero por dentro soy una niña con muchos miedos.

Desayuno: según lo que haya

Alba Molina: Es difícil ser positivo sin saber qué pasará mañana. Vivo de alquiler y no tengo un duro" 1

 

«Un par de tostadas de pan de centeno con aceite de oliva y jamón del bueno, cuando se puede. Si no, le echo pavo o solo aceite. Y un zumo de naranja».

 

 

 

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