Nací en Madrid en 1975. Soy actriz y empresaria, flamante ganadora de ‘MasterChef Celebrity 5’ y de las pocas personas agradecidas al 2020, aunque ha sido extremo y echo de menos la vida familiar. Por Virgina Drake/ Fotografía: Javier Ocaña

XLSemanal. No paran de felicitarla.

Raquel Meroño. Sí, me han escrito hasta compañeros del colegio y de la carrera [no terminó Periodismo]. Nunca me habían felicitado tanto por algo.

XL. Socia de un chiringuito playero, ¿tenía la tentación de meterse en la cocina?

R.M. No, no, las cocinas son templos sagrados donde mandan los cocineros. Como socia inversora no tienes derecho a opinar absolutamente nada.

XL. Así que es verdad que, antes de MasterChef, era una ‘madre microondas’.

R.M. Absolutamente. Mi familia ha comido siempre gracias a la señora que trabaja en casa y a mi sagrada madre, que me traía purés ricos para mis niñas.

Raquel Meroño: "Cuando entré en 'MasterChef', me sentía insegura. ¡Ahora, me como el mundo otra vez!"

XL. ¿MasterChef ha sido un reto o un modo de volver por la puerta grande?

R.M. Ha sido una oportunidad de oro de trabajar durante una pandemia donde no tenías otra que encerrarte en casa.

XL. Y, ahora, ¿a cocinar para los amigos?

R.M. Como tenga que hacerlo para todo el que me lo ha pedido… [ríe]. Seguiré cocinando con la profesora que cogí –nos hemos hecho íntimas amigas– y haré cosas para las redes, pero no abriré un negocio. El padre de mis hijas es hostelero y veo cómo lo pasa de mal. Mi ilusión es volver a la interpretación.

XL. Cuesta creer que personas habituadas a la televisión sufran, lloren y lo pasen tan mal en un reality de cocina.

R.M. Porque no se ve todo el proceso. Si te lo tomas en serio, el cansancio es profundo. Yo me encerré a estudiar y practicar cada día que no grabábamos, doce semanas, con una profesora. No me di ni un día libre. Se nos exige un temario de vanguardia que no es fácil.

XL. ¿La convivencia entre egos fue difícil?

R.M. No, todos éramos conscientes de la suerte de estar trabajando y viajando por España en pleno confinamiento. Los piques eran reales, pero se olvidaban a la vuelta en el autobús.

XL. ¡Dos meses sabiéndose ganadora y ni siquiera a sus hijas se les escapó!

R.M. Eso fue lo más difícil. A mis hijas les enseñé la cláusula de confidencialidad de 100.000 euros y les dije que como tuviera que pagarla se iban a quedar sin vacaciones y sin respirar el resto de sus vidas. Y lo entendieron perfectamente [ríe].

XL. Ha dicho: «Me he dado cuenta de que soy una mujer fuerte y me he empoderado».

R.M. Yo no soy una ñoña, soy una tía muy rock & roll que ha viajado y vivido mucho, pero me había ido apagando. Cuando entré en MasterChef, me sentía descatalogada e insegura. Ahora, me como el mundo otra vez. ¡Me como a mi padre! [Ríe].

‘Detox’, pero sabroso

Raquel Meroño: "Cuando entré en 'MasterChef', me sentía insegura. ¡Ahora, me como el mundo otra vez!" 1

 

«Me encanta la focaccia para desayunar. Hoy la he tomado tostadita, de tomates secos, mozzarella y rúcula. Un buen café con leche y un zumo detox verde».

 

 

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