Madrid, 1985. Soy especialista en Física de la Atmósfera y la responsable del área de meteorología de eltiempo.es. Publico ‘¿En qué se parecen las gotas de lluvia al pan de hamburguesa?’ (Ediciones Martínez Roca). Por Virginia Drake / Fotografía: Javier Ocaña

XLSemanal. ¿Las gotas de lluvia no tienen forma de lágrima?

Mar Gómez. No, esa es una idea preconcebida desde niños, pero la verdad es que son más aplanadas por la base y circulares por arriba.

XL. Y las nubes algodonosas, dice, pesan 300 toneladas, igual que 50 elefantes.

M.G. Sí, porque están formadas por millones de gotitas de agua que tienen un peso considerable. Las nubes oscuras pueden llegar a pesar miles de toneladas, el equivalente a miles de elefantes.

XL. ¿Y cómo flotan miles de elefantes?

M.G. Hay una explicación: las gotas se organizan de una forma muy homogénea y distribuyen su peso. Además, se ayudan de las corrientes verticales que impulsan la nube hacia arriba.

XL. Entre las 120 curiosidades científicas de la meteorología que recoge en su libro, habla de los rayos dormidos que caen en los árboles, pero que no los queman hasta varios días después.

M.G. Aquí, los hemos padecido varias veces y son un peligro para los incendios. Este fenómeno se produce porque dentro del tronco hay una falta de oxígeno que hace más lenta la combustión y retrasa el efecto.

Mar Gómez: "Colón llegó a América de milagro: sin saberlo, partió en plena época de huracanes"

XL. Asegura que hay multitud de animales mucho más capacitados que el hombre para captar estos fenómenos.

M.G. Sí, nosotros hemos avanzado en tecnología y los animales, en adaptar sus sentidos al hábitat para sobrevivir. Los elefantes advierten las tormentas a decenas de kilómetros de distancia y los camellos, el agua…

XL. Oiga, por lo que dice, parece que Colón descubrió América casi de milagro.

M.G. [Ríe]. Si hubiese conocido la meteorología de hoy, Colón no hubiera partido el 3 de agosto, en plena temporada de huracanes. Tuvo suerte a la ida; y a la vuelta hizo modificaciones en su rumbo y descubrió el anticiclón de las Azores sin enterarse.

XL. Hablemos de Filomena. Los políticos se han hartado a decir que nadie sabía que la nevada sería tan grave. ¿Les sorprendió a los meteorólogos tanto como a ellos?

M.G. No, la previsión estaba bastante clara. Con varios días de antelación previmos niveles de nieve de cuarenta centímetros y más; sí esperábamos lo que pasó y lo advertimos. Desde la Agencia Estatal de Meteorología se emitieron los avisos de nivel rojo que nunca se habían emitido en Madrid.

XL. ¡Pues menos mal que tenemos buenos meteorólogos!… para no hacerles caso.

M.G. Por suerte, en España no abundan fenómenos tan extremos como el de Filomena; pero creo que la sociedad debe poner más en valor nuestra profesión.

Desayuno: estabilidad

Mar Gómez: "Colón llegó a América de milagro: sin saberlo, partió en plena época de huracanes" 1

 

«Siempre tomo lo mismo, no fallo. Un zumo de naranja natural; una tostada de pan integral con pavo; un yogur natural y un kiwi».

 

 

 

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