Kabir Bedi, de 75 años, cuenta en unas memorias su intensa vida. Por F.U.
Era un príncipe de Borneo que luchaba contra los ingleses porque le habían arrebatado a su familia y su reino. Sandokán, el Tigre de Malasia, fue un exitoso héroe televisivo de los años setenta. Su rostro era el del actor indio Kabir Bedi, seductor en la pantalla y en la vida real.
El intérprete, que acaba de cumplir 75 años, se ha casado –por cuarta vez– con una mujer que es cuatro años más joven que su hija mayor.
Kabir Bedi –hijo de un indio sij y de una británica que luego se convirtió en la primera mujer occidental en ser ordenada monja budista tibetana– ha permanecido muy activo: en los últimos 30 años ha trabajado en más de 60 películas de Bollywood, se enfrentó a James Bond como el malvado Gobinda en Octopussy.
Acaba de escribir sus memorias y sigue atento a nuevos papeles. Pero ahora quien empuñará la cimitarra contra los ingleses es el actor turco Can Yaman. Será el nuevo Sandokán.