El coctelero Alejandro Cabrera nos ayuda a encontrar el contrapunto entre el cóctel y la comida. Por Alicia Hernández
• Paco Roncero y Alejandro Cabrera: ¡Hoy comemos con cócteles!
1. Para empezar una comida… ¡nada de burbujas! La copa de champán o de cava nos da sensación de estar llenos, así que tampoco cócteles con tónica, soda o refrescos con gas.
2. Un buen cóctel de aperitivo debe contener sabores ácidos o amargos y con un bajo nivel alcohólico para estimular el apetito, como un Daiquiri o un Spritz.
3. Combinar sabores no es reproducir los del plato en el cóctel, al contrario: hay que buscar el contraste, el contrapunto con la comida.
4. Si el plato se toma de un solo bocado, el cóctel igual, en uno o dos sorbitos, para no saturar el cuerpo de alcohol y líquido.
5. ¿Cócteles healthy? El cóctel es mucho más que alcohol. El mocktail es un trago complejo y funciona igual que un cóctel a la hora de maridar un menú.
6. Sustitutivos del azúcar como la melaza de granada, el néctar de agave o la miel son alternativas más saludables para endulzar y equilibrar sabores.
7. ¿Digestivos? Junto con los aperitivos, el otro gran grupo de cócteles se conoce como ‘digestivos’ o ‘tragos cortos’ -short drinks– por ayudar a digerir la comida, como el clásico Manhattan.
8. Y para terminar… ¿un café? El Espresso Martini es un final perfecto.