El vestuario de Oscar de la última versión de ‘Mujercitas’ ha logrado lo imposible: que su estilo viaje en el tiempo hasta colarse en la tendencia de hoy en día. La magia es obra de Jacqueline Durran, creadora de los más bellos trajes de época del cine reciente. Por Lola Fernández / Getty Images y Cordon Press
• El vestuario de la película ‘Mujercitas’, en imágenes
La sensación es general e intergeneracional: las espectadoras sienten una gran cercanía con la más reciente versión para el cine de Mujercitas. Y es que su directora, Greta Gerwig, se empeñó desde el principio en conseguir esa familiaridad desde el vestuario de sus protagonistas. No es extraño que muchas mujeres jóvenes salgan del cine queriendo vestirse como Jo March.
La culpa la tiene la diseñadora Jacqueline Durran, londinense de 53 años y filósofa de formación, reconocida en la industria por su talento para darle a la indumentaria de época un giro moderno y ganadora de un Oscar por Anna Karenina (2012).
Suyo es el legendario vestido verde esmeralda que lució Keira Knightley en Expiación (2007), un diseño que se convirtió en el objeto de deseo de millones de mujeres en todo el mundo. Este año, Durran opta de nuevo al Oscar, aunque tendrá que competir con Sandy Powell, creadora del vestuario de los mafiosos de El irlandés; o Todd Phillips, autor del icónico traje de Joaquin Phoenix para Jocker.
La diseñadora quería que los diseños de los personajes pasaran por ropa del día a día y no por disfraces.
«No tenía ni idea de que mi vestuario hubiera conectado con la moda o sirviera de inspiración para el vestir de hoy», admite Jacqueline Durran. Sea como fuere, los amplios vestidos florales, las blusas románticas con mangas globo, las capas y los botines acordonados han viajado desde las pasarelas del lujo a las tiendas de la moda rápida a toda velocidad. Y quien ha querido adornarse con un pañuelo flúor como el de Meg (Emma Watson) o llevar una gorra marinera como la de Jo (Saoirse Ronan) ha podido hacerlo con total facilidad. los ha vendido hasta Zara.
Una declaración de personalidad
El trabajo de Jacqueline Durran reúne conocimiento profundo, perspicacia psicológica y factura exquisita, pero sobre todo una capacidad apabullante de conectar con el espectador. De hecho, el vestido verde de Expiación fue replicado rápidamente por la industria textil, atentísima a la hora de aprovechar cualquier demanda viral.
Como en todos sus vestuarios de época, partía de un estudio riguroso de la época (los años treinta) para añadir elementos ajenos que reforzaran el factor fascinador que debe producir cualquier personaje protagonista. Por eso, la directora de Mujercitas la eligió para su vestuario: «Jacqueline comprendió perfectamente que quería un diseño fuerte, auténtico y tangible, pero que sobre todo pareciese ropa real, del día a día, y no disfraces. Creo que es algo que ayuda mucho a que el vestuario dé esa sensación de modernidad», asegura Gerwig.
Desde el rodaje del Batman que interpretará Robert Pattinson, su próximo gran reto, Durran explica que «cada vestido se creó con una mezcla de referencias, imaginación y, finalmente, con la interpretación del personaje que aportaba cada actriz». Sin embargo, sí que hubo una idea rectora para todo su vestuario: el interés de la directora por mostrar que los March no eran una familia convencional, sino que su espíritu radical les permitía no respetar los convencionalismos sociales.
«Mi punto de partida fue la investigación de Greta: absorbió totalmente el mundo de los Alcott (la familia de la escritora): pensadores libertarios, artistas y radicales. Por eso no visten exactamente como esperamos que lo hagan las mujeres del siglo XIX -continúa Durran-. Creo que la razón por la que las hermanas March y también el personaje de Laurie (Timothée Chalamet) resultan tan cercanos tiene que ver con que sus personajes visten algo que es muy atractivo en cualquier siglo: un espíritu libre».
«Las March resultan tan cercanas porque visten con algo muy atractivo en cualquier siglo: un espíritu libre»
La diferencia queda claramente marcada en la película gracias al personaje de la tía March (Meryl Streep), cuya palidísima piel y rígido vestuario narran las estrictas reglas que debían respetar las mujeres de la época, impedidas para moverse bajo corsés y crinolinas y obligadas a mantenerse alejadas de la naturaleza y el sol.
Las March, incluida Marmee (Laura Dern), se mueven con total libertad: corren, patinan, bailan. Pero, además, su personalidad se expresa a través de la ropa de una manera fácilmente perceptible. «Quise que cada personaje pudiera expresar su carácter a través del vestuario -confirma su creadora-. La madre, Marmee, tiene muchas facetas. Por un lado es muy maternal, pero por el otro es muy radical. Quiero transmitir que es una persona práctica: se viste de forma que pueda saltar a la acción en cualquier momento. Jo es la más masculina: ansía la libertad de un chico y se identifica tanto con Laurie que están cambiándose ropa continuamente. Meg es más romántica y le encanta el teatro, por eso viste un poco como en un cuento de hadas medieval. Beth es la más infantil y la que se queda más en casa. No tuvo realmente la oportunidad de crecer y ver el mundo exterior, así que mantiene los rosas suaves. Amy es, sin duda, la hermana que está más a la moda, incluso antes de ir a Europa. Es determinada y lista».
Inspiración de museo
Jacqueline Durran recurrió a artistas de la época para imbuirse de la estética que luego habría de adaptar a cada uno de los personajes de Mujercitas.
- Los retratos de la fotógrafa y pintora Julia Margaret Cameron (1815-1879), una de las retratistas más importantes del siglo XIX, que tuvo su propio salón en Londres, al que acudían artistas prerrafaelistas, poetas y aristócratas con inclinaciones artísticas.
- Ciertas obras del pintor estadounidense Winslow Homer (1836-1910).
- Los pintores prerrafaelistas, especialmente Dante Gabriel Rossetti (1828-1882), en cuya obra se mira el personaje de Meg, y la popular Ofelia, de John Everett Millais (1829-1896).