Oktoberfest, ¡qué ‘bavaridad’!
1 La fiesta de todas las fiestas · El festival se celebra al oeste de la ciudad, en el Theresienwiese, un prado de 42 hectáreas donde se plantan 14 carpas, para 10.000 personas cada una, y otras 20 con capacidad para 3000. Con todos los hoteles a rebosar, el Oktoberfest da empleo a 13.000 personas, entre camareros, cocineros, feriantes, músicos, seguridad…
2 Unos bailes para abrir boca · La fiesta se desata en cuanto el alcalde abre el primer barril. Luego llega un desfile donde los hombres visten el tradicional lederhosen bávaro y bailes con música local.
3 La pureza de la cerveza · En las carpas solo se sirve cerveza de seis marcas locales, elaboradas bajo el estricto Reinheitsgebot, un edicto de 1516 sobre el modo en que debe fabricarse.
4 Todo empezó con un beso · La primera edición fue, en realidad, una boda…
5 Todo empezó con un beso · … la del príncipe Ludwig con la princesa Teresa de Sajonia, en cuyo honor recibe su nombre el prado donde se celebra el festival.
6 Por poner algo en el estómago · Los asistentes se comen medio millón de pollos, 200.000 pares de salchichas de cerdo, unos 80.000 codillos, más de 120 bueyes, unos 60 terneros, pretzels para parar un tren…
7 El destino inevitable · Ocho millones de litros de cerveza solo pueden acabar en un lugar… Por eso se instalan mil inodoros, un kilómetro de urinarios y el consumo de agua en Múnich crece un 30 por ciento. Los hospitales, por cierto, atienden a una persona ebria cada 10 minutos.
8 Orgullo de ser bávara · El dirndl es el atuendo tradicional de las bávaras, popularizado por el Oktoberfest como símbolo de orgullo regional. El lazo del delantal indica el estado civil. A la derecha: «tengo pareja». A la izquierda: «soltera».
9 Una avalancha humana · Durante las dos semanas que dura la fiesta, la ciudad recibe a más de 6 millones de visitantes. Solo por comparar, Pamplona recibe en San-fermines a 1,4 millones.