Islas Baleares: ocho hoteles de postal
Granjas abandonadas y torreones del siglo XV convertidos en alojamientos de lujo. O antiguas pastelerías que ahora son hoteles ‘boutique’ en el centro de la ciudad. En las islas Baleares, dormir puede ser una experiencia única. Por Ixone Díaz Landaluce
Te puede interesar
Claves para disfrutar de un verano seguro
1 Islas Baleares: ocho hoteles de postal · Can Mostatxins. En el corazón histórico de Alcudia, al noreste de la isla de Mallorca y a 40 kilómetros de Palma.
Su secreto. Asentado sobre un torreón del siglo XV y una casa solariega del XIX con elementos modernistas. La estructura histórica, con sus paredes de arenisca y sus vigas vistas, combina con una decoración moderna y minimalista. El spa, bajo una impresionante bóveda a modo de gruta, es la joya del hotel construido con paredes de arenisca y vigas vistas.
Ideal para…Quienes quieren explorar la zona de Alcudia o la cercana Pollensa, muy popular entre los cicloturistas. El hotel se encarga de gestionar el alquiler de bicicletas.
2 Islas Baleares: ocho hoteles de postal · Es Mares. En Formentera, en pleno casco urbano de Sant Francesc Xavier y junto a la iglesia del pueblo.
Su secreto. En una isla tan pequeña parece que el adjetivo ‘urbano’ no debería aplicarse, pero este pequeño hotel de decoración acogedora es el lugar ideal para descansar después de un día de sol, chiringuito y playa. Su patio con piscina es un oasis dentro del oasis.
Ideal para... Parejas en busca de un ambiente íntimo y viajeros que quieren disfrutar de una mañana de spa.
3 Aguas de Ibiza. En plena bahía de Santa Eulalia, una zona famosa por sus maravillosas playas.
Su secreto. Desde muchas de las terrazas de sus habitaciones se puede ver Formentera. Y las vistas desde la azotea con piscina son aún más espectaculares. Lujoso, pero sin ostentaciones, y construido pensando en criterios de sostenibilidad y siguiendo la filosofía feng shui. Además, tiene un spa y un hammam.
Ideal para... Los amantes de la buena mesa, pues el hotel alberga tres de los restaurantes más animados de la zona. El último en llegar fue Maymanta, dirigido por el joven chef peruano Omar Malpartida. Presumen de servir los mejores tiraditos y ceviches de la isla.
4 Islas Baleares: ocho hoteles de postal · Fontenille. Enclavado en las antiguas fincas agrícolas de Santa Ponsa y Torre Vella, a 20 kilómetros de Mahón.
Su secreto. Ahora, un hotel de lujo donde la madera, la piedra y las paredes blancas visten los espacios y garantizan la tranquilidad.
Ideal para… Los amantes del slow travel (‘viajar sin prisas’) y los visitantes que, pese a estar en una isla, no necesitan pisar la playa. Pasear por sus jardines es tan terapéutico (o más) que hacerlo por la arena.
5 Islas Baleares: ocho hoteles de postal · Hotel Sant Francesc. Estratégicamente situado en pleno centro histórico de Palma y rodeado de restaurantes, tiendas y pequeñas plazas.
Su secreto. Inaugurado en 2015 después de una intensa rehabilitación, el hotel está asentado sobre una antigua mansión neoclásica construida en 1860. Ha conservado frescos y murales originales y ha incorporado piezas de diseñadores como Philippe Starck o Gordon Guillaumier y decenas de obras de arte contemporáneo. Su azotea con piscina ofrece una de las mejores vistas de la ciudad.
Ideal para… El viajero exigente y pudiente. cuenta con servicios de entrenador personal e instructores de yoga, pero sus habitaciones cuestan a partir de 325 euros la noche, desayuno incluido.
6 Islas Baleares: ocho hoteles de postal · Son Brull. Enclavado en mitad del campo al norte de la isla de Mallorca, desde sus habitaciones se puede ver la bahía de Pollensa.
Su secreto. Desde el siglo XII, el edificio principal albergó un monasterio jesuita que ahora es un lujoso hotel de 23 habitaciones. Su sofisticado spa ofrece circuitos termales, tratamientos naturales y masajes.
Ideal para… Familias con niños: habitaciones dobles, menús adaptados, servicio de guardería, actividades multiaventura…
7 Islas Baleares: ocho hoteles de postal · Antic. Se encuentra a las afueras de Alaior, un pueblo de casas encaladas entre Mahón y Ciutadella.
Su secreto. La naturaleza que lo rodea y que es la esencia de la experiencia, con frutales y encinas centenarias y bosques de pinos. Sus propietarios cultivan una gran diversidad de árboles autóctonos. En su restaurante manda la gastronomía de kilómetro cero.
Ideal para… Sus 30 hectáreas de terreno son garantía de desconexión. Por eso es un hotel adults only. Es decir: para parejas que necesitan desconectar y reconectar con la naturaleza.
8 Islas Baleares: ocho hoteles de postal · Can Sastre. Ubicado en una casa familiar del siglo XVII en el casco antiguo de Ciutadella.
Su secreto. En 1862, Leopoldo Sastre fundó su pastelería, La Sin Nombre, en el edificio y el negocio pasó de padres a hijos durante cuatro generaciones, hasta 1987. Convertido en un hotel boutique de 13 habitaciones, conserva el mostrador antiguo (que ahora es la recepción del hotel), los botes de cristal, las balanzas o las máquinas de hacer caramelos de 1840.
Ideal para… Quienes quieren disfrutar de la animada vida de Ciutadella y de su puerto, que está apenas a cinco minutos andando.
La riqueza natural y cultural de las islas Baleares atrajo el año pasado a más de 16 millones de visitantes. Por razones obvias, este año serán muchos menos. Pero su catálogo de postales sigue siendo el de siempre, con una oferta de hoteles boutique tan diversa como los diferentes tipos de viajeros que llegan a las islas y que, este año, además, contarán con todas las medidas de seguridad sanitaria.
Al gel hidroalcohólico en cada esquina, la distancia de seguridad, los aforos reducidos en las zonas comunes, la limpieza exhaustiva y el uso de mascarillas por parte de todos los empleados, muchos establecimientos han querido añadir otros protocolos adicionales. Desde máquinas de ozono para limpiar habitaciones y zonas comunes hasta la retirada de textiles como alfombras y cojines u objetos de decoración. Algunos hoteles, como el Antic de Menorca, dejan ventilar las habitaciones 24 horas hasta alojar a nuevos huéspedes. Y otros, como el Sant Francesc o el Son Brull, han automatizado el check-in para evitar el intercambio de papeles y documentos de identificación con los empleados. Y en Can Sastre, con un plan de contingencia avalado por un laboratorio, todo el personal ha llevado a cabo una formación antes de reincorporarse a sus puestos. Toda medida de seguridad es poca para recibir a sus clientes. Este año más que nunca.