Walter Riso: «Idealizamos mucho el primer amor»

Walter Riso Nací en Nápoles en 1951 y crecí en Argentina. Soy psicólogo, especialista en terapia de pareja, cognitiva y bioética. Enseño en la universidad, en España y América. Mi nuevo libro es ‘Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido’ (Planeta). Por Virginia Drake

XLSemanal. La mitad de sus más de 25 libros tratan del amor.

Walter Riso. Porque el 60 por ciento de mis pacientes vivía problemas de ese tipo. Este es una guía para sacarse al ex de la cabeza y del corazón.

XL. ¿Se sufre mucho por amor?

W.R. Hay quienes sufren mucho, sí. Yo intento que sufran menos y ayudarlos a sobrellevar el duelo, a que generen cierta inmunidad a los trastornos posibles tras una ruptura.

XL. Según los boleros, un viejo amor ni se olvida ni se deja ni dice adiós…

W.R. El primer amor lo tenemos, generalmente, en formol para que nos dure mucho porque lo idealizamos; pero con el tiempo nos damos cuenta de que no es así. No habría que prohibir los boleros, pero casi.

XL. «Mi vida sin ti no tiene sentido. Le pido al Señor que me ayude a olvidarte…». ¿Se cargaría de un plumazo tanto sentimiento?

W.R. El concepto del amor que venden esas canciones es enfermizo. Esas letras no ayudan a superar la ruptura.

XL. Quién se queda más enganchado: ¿el hombre o la mujer?

W.R. La mujer sufre más, pero sale más rápido. Se harta antes si la relación se ha roto y está más preparada para manejar la soledad. Emocionalmente, es más inteligente que el hombre.

XL. ¿Es un tópico que ellos solo rompen cuando ya tienen el recambio esperando?

W.R. No, es cierto. El hombre solo se atreve a dar el paso si hay otra persona, entre otras cosas porque le cuesta más vivir sin sexo.

XL. ¿Los ricos y los políticos sufren igual el desamor o el poder los anestesia?

W.R. Sufren exactamente igual. He visto políticos de rodillas llorando y suplicando para que no los dejen. Cuando uno sufre por amor, no funciona el poder, la plata ni la raza. El político, el presidente de una multinacional y el carpintero son igualitos en el desamor.

XL. Tras la ruptura, usted propone hacer una fiesta de despedida. ¡No es mala idea!

W.R. El desamor no es siempre malo. Si tu pareja te hace infeliz, hay que festejar la ruptura: «Te invito a mi separación, que se va a llevar a cabo el día tal…». Si te hacía la vida insoportable y se fue con otra mujer… ¿De qué te estás quejando? ¡Ganaste la lotería!

XL. Sus libros se han traducido a 12 idiomas, ¿sirven los mismos consejos para un chino?

W.R. Sí, la gente sufre por amor de manera similar.


 Desayuno: napolitano y francés

 

«Dos huevos fritos y un par de cruasanes para mojar en las yemas. Ese enredo de dulce y salado es muy simpático. Y un zumo de naranja».

 

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