Tras el 11-S decidió alistarse en el Ejército de Estados Unidos. Comenzó su carrera de francotirador. Ha matado a cerca de cien personas. A sus 35 años cuenta su experiencia como SEAL en el libro ‘El último francotirador’ (Crítica). Por Daniel Méndez
XLSemanal. Usted ha matado a cerca de cien personas. Pero en su libro habla de su trabajo como de algo cool, como algo guay…
Kevin Lacz. En el Ejército matas a gente. Muchos creen que, si te gusta, algo dentro de ti no marcha bien. Pero lo juzgan fuera de contexto: es un trabajo.
XL. ¿Disfrutó haciéndolo?
K.L. Sí, hay satisfacción laboral.
XL. ¿Satisfacción laboral?
K.L. Formar parte del Ejército es un estilo de vida, pero también un trabajo. Nadie me obligó a alistarme. Y disfruté de mis experiencias en el frente.
XL. Pero se mata a gente…
K.L. Tenemos que proteger a los americanos, a otros SEAL, a las fuerzas de coalición… Y eso incluye matar a los malos.
XL. ¿No le afecta hacerlo?
K.L. Tendemos a quitarle importancia. Es trabajo. No estás ahí atacando a personas majas, sino a lo peor de lo peor. Se trata de gente que quiere hacer daño. No hay remordimientos.
XL. Se habló mucho de los SEAL cuando mataron a Bin Laden. ¿Le hubiese gustado participar en esa misión?
K.L. ¡Sin ninguna duda! Los SEAL somos muy competitivos. A todos nos hubiese gustado pillar a Bin Laden.
XL. Se enroló tras el 11-S.
K.L. Pasé de ser un estudiante gris a tener un objetivo en la vida. El padre de un amigo mío murió en las Torres Gemelas. Como casi todos los norteamericanos, me enfadé. Y decidí unirme a las Fuerzas Armadas.
Matas a gente que es lo peor. Es un trabajo. No hay remordimientos
XL. ¿Se ha arrepentido de su decisión?
K.L. ¡No! Me gustaría haberlo hecho antes [ríe].
XL. ¿Ni siquiera durante los durísimos entrenamientos de los SEAL?
K.L. En el campo de batalla no hay opción de abandonar. El entrenamiento te pone en situaciones extremas para seleccionar a los individuos que no tirarán la toalla en situaciones difíciles. ¡Cuando tu vida depende de otro, no quieres a tu lado a uno que no pueda con ello!
XL. Quedó satisfecho con su participación en la película El francotirador, de Clint Eastwood?
K.L. Por muchos motivos, una película de Hollywood no puede ser realista al cien por cien. Por tiempo, por presupuesto…
XL. ¿Y un libro sí?
K.L. Escribí el libro porque yo quería transmitir mis experiencias, que el lector sintiera el sudor y el polvo, los días que pasábamos corriendo de un lado para otro, el hambre, el calor…
XL. Le han criticado que saque partido de contar su experiencia.
K.L. ¡Hollywood saca mucho dinero de lo que hemos vivido los soldados! Y la mayor parte de ese dinero no llega a quien lo ha vivido.
XL. ¿Lo ha hecho por dinero?
K.L. No me voy a forrar escribiendo un libro, pero si puedo transmitir mi experiencia y con ello educo al público ya habré conseguido algo. Yo pretendo que se nos respete contando las cosas como son realmente.
XL. Su libro tuvo que ser aprobado por el Pentágono. ¿Se mordió mucho la lengua?
K.L. Me dijeron qué podía contar y qué no. Es para proteger a otros americanos. Yo quería que el lector se pusiera en mi piel, pero sin poner en riesgo la vida de mis conciudadanos.
XL. Usted se ha mostrado crítico con Obama.
K.L. Obama fue por muchos países pidiendo perdón por lo que América había hecho en el mundo.
XL. Y a usted eso no le parece bien.
K.L. Creo que eso no ayuda a los hombres y mujeres americanos que están luchando contra los terroristas en esos mismos países. Y creo que la decisión de abandonar Irak fue errónea y una traición a mucha gente.
XL. Los soldados tienen que obedecer órdenes.
K.L. No entras en el Ejército porque crees en un partido o en otro, sino porque crees en el país al que sirves. Vas donde te manda el Ejército y haces lo que el Gobierno quiere que hagas.
Pregunta a bocajarro
Dijo que Hillary Clinton no era la opción adecuada para la Casa Blanca. ¿Y Donald Trump?
No tiene miedo a llamar al enemigo por su nombre. Es lo que hay que hacer para derrotarlo. Creo que sus políticas en materia de inmigración y antiterrorismo funcionarán.