Fernando García de Cortázar: «Muchos lugares de mi libro los he conocido en bodas. ¡He casado a más de 500 parejas!»
Bilbao, 1942. Soy catedrático de Historia Contemporánea, director de la Fundación Vocento y jesuita. Mi nuevo libro es ‘Viaje al corazón de España’ (Arzalia). Por Virginia Drake / Foto y vídeo: Javier Ocaña
XLSemanal. Se trata de un libro de viajes muy particular.
Fernando García de Cortázar. Hago un recorrido, desde la historia, la literatura, el arte, el pensamiento, la gastronomía, la cartografía…, por los lugares de España que más me han gustado. Es un libro vivido.
XL. La edición es un lujo.
F.G.C. Sí, son 1000 páginas escritas desde la razón y el sentimiento. He echado mano de más de 50 años de mi vida.
XL. En cada parada mezcla personajes, monumentos, mitos, leyendas…
F.G.C. Claro; para mí no es comprensible Oviedo sin Clarín, ni Bilbao o Salamanca sin Unamuno, ni Madrid sin Galdós. Soy heredero de esa cultura humanista y jesuítica.
XL. ¿Todos esos sitios le gustaron tanto?
F.G.C. No entro en juzgar, por ejemplo, si el urbanismo es mejor o peor en cada uno; he querido dar una imagen positiva de España.
XL. Dice que aprendió a amar España desde el País Vasco.
F.G.C. Los hombres del 98 decían que el País Vasco es la abuela de España, como madre de Castilla. Quizá por el problema del nacionalismo, he vivido con más intensidad la conciencia de España.
XL. Nuestros jóvenes conocen Múnich, Londres o Sídney, pero no la Alhambra.
F.G.C. Exacto, por eso es bueno que los padres lean este libro y los lleven a ver el Corpus de Toledo, la Universidad de Salamanca o la desembocadura del Miño.
XL. Llevamos tres siglos, dice, coqueteando con el suicidio de la unidad de España.
F.G.C. Los políticos no han sabido defender la unidad de España a través de nuestra cultura. Se han preocupado de crear vascos, catalanes, andaluces o gallegos, no españoles. Y yo trato de enmendar esto porque siempre me ha dolido España, que decía Unamuno.
XL. Nos une la Roja, aunque este año no hemos llegado muy lejos en el mundial.
F.G.C. Bueno, a mí nunca se me ocurriría decir ‘la Roja’. La gente evita llamarla por su nombre. selección nacional o selección española. Así están las cosas.
XL. Si conoce los 650 sitios que incluye, no ha dormido en el convento tres días.
F.G.C. Los he pateado todos: los jesuitas somos muy itinerantes y no tenemos el voto de estabilidad que tienen otras congregaciones [ríe]. Muchos de esos lugares los he conocido celebrando bodas: he casado a más de 500 parejas.
XL. ¿Y qué tal les ha ido? Porque el 55 por ciento de los matrimonios se separa.
F.G.C. No, no; a los míos les va bastante mejor y están lejos de esas cifras.
Desayuno: todo, muy español
«Tomo zumo de naranja valenciana, una tostada de pan de hogaza con aceite picual de Jaén, un sobao cántabro y un vaso de leche templada».