Nací en el barrio de Triana (Sevilla, 1954). Soy cantante y bailaora. Durante más de 20 años formé parte del dúo Lole y Manuel. El 23 de agosto actúo en Pamplona en el Festival Flamenco On Fire. Por Virginia Drake / Foto y vídeo: Javier Ocaña
XLSemanal. Está a punto de cumplir 50 años en los tablaos.
Lole Montoya. Con 12 o 13 años ya acompañaba a mi madre (La Negra) a las ferias y a los 16 empecé a bailar en Madrid y Sevilla.
XL. Le gustaban Rocío Dúrcal y Raphael.
L.M. ¡Claro! Imitaba sus canciones. Y me gustaba la música árabe. Con 12 años empecé a aprender ese idioma.
XL. ¿Es verdad que de niña bailaba fandangos con Isabel Pantoja?
L.M. Sí, en el patio; éramos amigas y vecinas, también de Chiquetete, de Los Morancos… Su madre ya la llevaba a concursos. Todo era tan distinto y tan bonito… Ahora está todo muy saturado.
XL. En 1972 formó, con Manuel Molina, el dúo flamenco más popular de entonces.
L.M. Ese año, sí. Fuimos precursores del flamenco fusión.
XL. Eran buenos tiempos para el flamenco: Camarón, Paco de Lucía…
L.M. Sí, pero nosotros abrimos las puertas. Camarón y Paco hacían lo tradicional. El flamenco nuevo lo hicieron Lole y Manuel. Después nos han seguido tres y cuatro generaciones.
XL. Hablaban de paz y amor en una España un tanto gris.
L.M. Es verdad, dejamos huella en los corazones de muchos españoles porque teníamos, sobre todo Manuel, un mensaje que otros flamencos no tenían.
XL. Para ser gitanos eran muy atípicos: viajaban a Ibiza, vestían la moda de allí…
L.M. Nos gustaba mucho la poesía y decíamos cosas como «que grite la flor y se calle el cardo» [sonríe]. Tratábamos temas de la mujer; rompíamos la tradición y los moldes.
XL. Se casaron en 1975 y, 3 años después, nació Alba Molina, su hija, que ahora recuerda a sus padres cantando.
L.M. Ella lo ha vivido de una forma muy natural; siempre nos ha oído cantar. Es muy perfeccionista y ha sacado un disco con nuestras canciones. Es un homenaje, sobre todo, a su padre [Manuel murió en 2015].
XL. Como el Guadiana, usted ha tenido etapas desaparecida.
L.M. Te tiene que apasionar esto mucho para trabajar continuamente. No me gusta la vida del arte ni trasnochar. No participábamos de un montón de cosas: no nos emborrachábamos antes de cantar ni tomábamos drogas…
XL. Y ahora toca volver.
L.M. Me he animado otra vez, sí. Hago flamenco con guitarra, como siempre, y también repaso mis discos antiguos. He hecho espectáculos de Falla, el de Inolvidable Sinatra… y espero que vengan a verme el día 23 a Pamplona.
Desayuno: empezar con energía
«Antes tomo una pastilla de colágeno. Después un mollete con oliva virgen, tomate triturado y, a veces, un poco de buen jamón. Y un café con leche»
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