Este juez de menores de Granada lleva más de 30 años reconduciendo la conducta de los jóvenes con sentencias ejemplares. Le preguntamos por el comportamiento de los adolescentes durante la pandemia, y sus respuestas no tienen desperdicio. Por Fátima Uribarri / Foto: Susana Girón
• Coronavirus, la triple carga de los jóvenes
El magistrado Emilio Calatayud [Ciudad Real, 1955] no envía a los culpables a la cárcel: los obliga a patrullar con la Policía o a acompañar a los bomberos; o a trabajar en centros de rehabilitación. El juez de Menores del Juzgado número 1 de Granada lleva más de 30 años reconduciendo la conducta de los jóvenes y metiéndose en polémicas con sus declaraciones. Le preguntamos qué medidas tomaría con los jóvenes que incumplen las normas de precaución ante la COVID-19. Y se moja.
XLSemanal. ¿Los jóvenes están siendo irresponsables?
Emilio Calatayud. No se puede generalizar. Muchos lo están haciendo mal, pero no todos. Aquí lo ha hecho mal todo el mundo: el Gobierno, las autonomías, el parlamento… y los adultos.
XL. ¿Nadie lo ha hecho bien?
E.C. Ni la Policía. Hay muchas ciudades con botellones y cachondeos. Todos sabemos dónde se hacen los botellones. ¿Cómo no ha actuado con más contundencia la Policía? Hemos fallado todos.
XL. Los jóvenes tienen menos miedo de contagiarse.
E.C. Claro. Los chavales son inconscientes, pero no todos. Y también son irresponsables los no jóvenes, porque los que salían en un vídeo de una discoteca de Marbella escupiendo whisky eran adultillos con pasta.
«La mayoría de los políticos no vela por los ciudadanos, sino por sus intereses. A esos también los mandaba a las UCI a hacer trabajo social»
XL. ¿Cómo podemos concienciar a los jóvenes?
E.C. Yo no les podría multas. Yo los llevaba a los hospitales a limpiar los váteres, a estar allí viendo a la gente que se está muriendo. Trabajos en beneficio de la comunidad.
XL. Las multas las pagan los padres.
E.C. Efectivamente. El poder legislativo ha tenido tiempo para preparar la segunda ola -que sabíamos que iba a venir- y no lo ha hecho. Me siento muy desengañado del Gobierno y de las Autonomías. En Educación y en Sanidad, el Estado de las Autonomías no ha funcionado.
XL. Los jóvenes no comprenden la preocupación de los adultos.
E.C. No la comprenden hasta que se peguen cien horas en la UCI viendo cómo está allí la gente.
XL. Hay edades en las que se tiende más a transgredir las normas.
E.C. Los chavales son inmaduros. Todos hemos hecho barbaridades. La única manera de concienciarlos es que vean las consecuencias de los hechos, y ahí los medios de comunicación y el comité de expertos lo han hecho mal porque han dicho que a los jóvenes no les pasa nada. Deberían haber reconocido que no sabían mucho del virus; tenían que haber dicho que se trata de un bicho del que no tenemos ni puta idea. Pero han engañado a todo el mundo. Y se ha transmitido la idea de que los jóvenes pasan una pequeña gripe. Ha sido un error, sobre todo, del comité de expertos. Yo no sabía que había tantos virólogos en España: han salido más virólogos y epidemiólogos que albañiles; ahora todo el mundo es experto.
«El comité de expertos ha fallado. Tenía que haber dicho que no tenía ni puta idea. ¡Yo no sabía que había tantos virólogos en España! ¡Hay más que albañiles!»
XL. ¿Qué pueden hacer los padres?
E.C. Decir ‘no’ a sus niños. Que les digan que no se sale. Es muy duro decir que ‘no’ a nuestros hijos, pero hay que hacerlo.
XL. Entonces replican que salen todos sus amigos.
E.C. Pues les dices: «Resulta que yo no soy el padre de tus amigos. Qué mala suerte; tu padre soy yo, y esto es lo que hay». Pero mis opiniones son discutibles, yo no doy consejos para ser un buen padre porque yo no sé si lo soy.
XL. Que abran las discotecas no ayuda.
E.C. Yo no digo que no abran las discotecas, pero el problema es que salen a altas horas de la noche y con copas. Por eso pasa lo que pasa, no por ser jóvenes. Salimos los adultos y al tercer cubata ya estamos cantando Asturias, patria querida. Y yo, el primero.
Un juez diferente. Sus famosas y peculiares condenas a menores suelen ser -más que penas judiciales al uso- auténticas lecciones de vida. Aquí, el magistrado en su despacho.
XL. ¿La sociedad está culpabilizando a los jóvenes?
E.C. Yo no lo hago. Yo siempre les digo a los psicólogos «ni mediaciones ni nada, en este país funcionamos a base de palos». Somos un pueblo obediente, pero cuando hay autoridad: lo hemos demostrado en el confinamiento. Pero se ha abierto la veda, no han cambiado la legislación y ya estamos otra vez. Además, hay contradicciones, y eso crea dudas y provoca que la gente se cabree y se rebele.
XL. ¿A qué se refiere?
E.C. No me puedo juntar en Madrid con mis hermanos si somos más de seis, pero mi mujer, que es profesora, se puede juntar con 38 alumnos. Esos chavales salen el fin de semana, y el lunes mi mujer está lidiando con ellos, así que tiene muchas posibilidades de contagiarse.
XL. ¿Qué es lo más peligroso?
E.C. La noche, las copas, es muy complicado controlar las distancias habiendo alcohol de por medio. En este país se ha cumplido bien el confinamiento porque cerraron los bares. Pero tenemos dos problemas, la salud y la economía. Y el sistema no está pensado para que seamos responsables porque me obligan a la mascarilla y los dos metros de distancia, pero luego me meto en el Metro o el Ave y mira lo que hay. Jugamos un poco a la lotería, a que no me toque a mí.
XL. Le parece bien que cierren los bares a las diez?
E.C. Hombre, a lo mejor a las diez no, pero a las once o doce, sí. Y que los dispersen para que se vayan a su casa.
XL. Se van a otro sitio.
E.C. Claro. A la playa, al mirador del pueblo o a un descampado. Ese es el problema.
XL. Es difícil dejar de celebrar.
E.C. Me cuentan que el otro día se han contagiado 15 sanitarios por celebrar una jubilación. Manda huevos. No hay que celebrar. Es que ahora tienes ganas incluso de abrazar a tus cuñados con los que te peleas en Navidad. Yo tengo una nieta de un año y medio y no le he dado un beso desde hace ocho meses. Y no pasa nada.
XL. ¿Cuál sería su mensaje para los jóvenes?
E.C. Que sean consecuentes y apechuguen.
XL. Algunos tienen abuelos y eso los conciencia.
E.C. Lo de los abuelos me duele: con ellos se muere nuestra historia. Y lo que más me duele de esta situación es que, cuando son las elecciones, me siento ciudadano, pero ahora me siento un número de estadística. Y que la mayoría de los políticos no vela por los ciudadanos, sino que tiene sus propios intereses. A esos también los mandaba a ayudar en las UCI.
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