Su uniforme de colegial es uno de los grandes iconos del ‘rock’. Su banda, AC/DC, con medio siglo de carrera y ventas millonarias, es hoy quizá la más popular del planeta. Tras superar la muerte de su hermano, Young lanza a los 65 años nuevo disco. Hablamos con él. Por Fernando Goitia / Foto: Sony Music y Getty Images

Hay leyendas inaccesibles y hay leyendas como Angus Young. Este tipo bajito de 65 años, hosca expresividad y alopecia galopante es un auténtico dios para millones de rockeros y, sin embargo, mantiene el entusiasmo juvenil con el que lleva rascando guitarras desde que era un mocoso de 7 años. Comenzó con un viejo banyo reencordado con cuerdas de guitarra, su madre le compró después una acústica barata y, en cuanto pudo, adquirió una Gibson de segunda mano que exprimió «hasta que, debido al sudor y al agua en los conciertos, se pudrió la madera y se le dobló el cuello».

Hoy, su modo furioso de tocar y su imagen de colegial enloquecido sobre el escenario conforman uno de los iconos más reconocibles del rock. También de los más millonarios. Su banda, AC/DC, ha vendido más de 200 millones de discos desde que lanzó el primero, allá por 1975, y cuenta en su haber con el segundo álbum más popular de la historia de la música: Back in black, con 50 millones de copias y solo superado por Thriller, de Michael Jackson. Dicho de otro modo, son lo que se dice un valor seguro para la industria.

Angus Young: "El mundo no necesita una balada de AC/DC" 4

Nació en Escocia. Hijo de un obrero y un ama de casa, su familia emigró a Australia cuando él tenía 8 años. El menor de ocho hermanos, en 2017 perdió a dos en menos de un mes: Georges y Malcolm.

Por eso, nadie mejor que ellos para animar el mercado en plena pandemia. Su nuevo disco de estudio -y van 17-, Power up!, es una imperativa invitación a cargarse de energía. Meritorias intenciones para una banda a la que muchos daban por enterrada porque, en apenas 3 años, ha sufrido la muerte del guitarrista Malcolm Young, hermano de Angus; los problemas de audición de su cantante, Brian Johnson -sustituido por Axl Rose en su última gira-; el retiro de su bajista; y el alejamiento del baterista por problemas judiciales. Superado el duelo, sin embargo, Angus recuperó una docena de canciones escritas mano a mano con Malcolm, llamó a sus colegas y todos estuvieron de acuerdo. Desde el otro lado del mundo, en Sídney, Angus levanta el auricular y habla con XLSemanal.

XLSemanal. Lo primero, ¿cómo lleva esto de la pandemia?

Angus Young. Bastante bien, ya que no hemos tenido tantos casos como en otros países (menos de 28.000). Al principio sí que hubo confinamiento, pero no me afectó mucho porque trabajo en casa. Aunque ya sabes cómo es esto. basta que te digan que no salgas para que quieras salir [se ríe].

XL. Lanzan nuevo álbum sabiendo que no se podrán ir de gira por un tiempo. ¿Por qué ahora?

A.Y. La verdad es que grabamos el disco hace un año, filmamos un videoclip, ensayamos y, con todo listo para publicarlo e irnos de gira, nos concedimos unas semanas de vacaciones. Pero, de repente, el mundo entero se puso patas arriba y todo quedó en el aire. Hace unos meses, la discográfica nos dijo que ahora podía ser un buen momento.

XL. ¿Lo cree también usted?

A.Y. Sí, me gusta la idea de animar a la gente con nuevas canciones de AC/DC. Quién sabe, quizá le inspiremos a un científico para hallar un remedio contra este virus [se ríe].

«Que un psicópata dijera que una canción nuestra le inspiró un asesinato es de locos. Nunca nos hemos tomado muy en serio las letras que escribimos»

XL. Escribió estas canciones con su hermano Malcolm. ¿Piensa en él cuando las toca, se pone triste?

A.Y. Siento su presencia en cada una, sí, pero, más que tristeza o melancolía, siento felicidad al tocarlas porque es el mejor homenaje que le podemos hacer. Esto es lo que más le gustaba en el mundo. Nuestra vida juntos siempre fue un constante y mutuo desafío para crear canciones.

XL. En su caso, ¿es la música la mejor terapia?

A.Y. Totalmente. Crear música y tocarla ayuda mucho a superar momentos duros. Te trasladas a otro lugar, es algo poderoso.

Angus Young: "El mundo no necesita una balada de AC/DC" 3

Él y su hermano Malcolm, dos años mayor, fundaron AC/DC en noviembre de 1973: Angus a la guitarra solista; Malcolm, a la rítmica. El nombre fue idea de su hermana Margaret tras ver las iniciales ‘AC DC’ en su máquina de coser. Añadieron un rayo en medio y sintieron que simbolizaba a la perfección la energía de su sonido. Otro hermano, Georg, les produjo su primer disco.

XL. La banda se sobrepuso en su día a la muerte del cantante Bon Scott y ahora a la pérdida de Malcolm. ¿Es la historia de AC/DC una huida hacia delante?

A.Y. Ante los problemas, nuestra respuesta siempre ha sido seguir, es cierto. Pero es que tanto Bon como Malcolm querían que siguiéramos.

XL. Scott murió por intoxicación etílica y broncoaspiración (ahogado por su propio vómito), Malcolm tuvo problemas con el alcohol y demencia, el batería Phil Rudd tuvo problemas por drogas… Usted se ha mantenido siempre al margen de todo eso. ¿Cuál ha sido su secreto?

A.Y. La música, supongo. Mucha gente se siente atraída por lo que algunos llaman ‘el estilo de vida del rock‘, pero yo nunca necesité nada eso. Solo me interesa la música, ser músico y vivir de ello. Lo tuve claro desde muy joven. He conocido a mucha gente con talento cuyo estilo de vida se impuso a su propia personalidad. Triunfaron y dejaron de ser ellos mismos. En lugar de concentrarse en su talento, se entregaron a un modo de vivir que los superó. Y eso abunda en la historia del rock.

XL. ¿Fue Bon Scott una de esas personas?

A.Y. Bon tuvo sus momentos en que se pasaba, es obvio, pero en lo que respecta a la música nunca dejó que su estilo de vida interfiriera. Siempre estuvo ahí, llegaba puntual… Poseía una buena ética del trabajo. Nunca fallaba en el estudio ni en el escenario. En realidad, Bon fue mi mejor maestro. Él tenía 9 años más que yo y siempre me decía: «Todo lo que me veas hacer no lo hagas» [se ríe]. Me lo repetía mucho.

XL. Su sucesor, Brian Johnson, por cierto, vuelve a cantar. ¿Se ha recuperado totalmente de sus problemas de audición?

A.Y. Sí, bueno, lo tiene controlado. Usa unos aparatos nuevos para los oídos que probó con el equipo de sonido que llevamos a los conciertos y quedó muy contento. Todo parece solucionado en ese aspecto.

XL. ¿Alguna vez ha compuesto una balada? A una novia siendo adolescente, a su mujer…

A.Y. Nunca. El mundo no necesita una balada de Angus Young [se ríe]. Ya hay mucha gente a la que eso se le da mejor. Nosotros tocamos rock and roll. Nunca hemos hecho cosas porque estén de moda o por adaptarnos a la actualidad. De hecho, cuando compongo y me sale algo que no me suena a AC/DC, lo dejo correr.

XL. Hubo un tiempo en que los vincularon con el satanismo. Richard Ramirez, un asesino capturado en 1985, dijo que su canción Night prowler lo había incitado a cometer uno de sus 14 asesinatos. ¿Cómo vivieron aquello?

A.Y. Fue ridículo porque nunca nos hemos tomado muy en serio las cosas que escribimos. Contamos historias, pero lo importante es que la letra y la voz encajen con la música. Que un psicópata diga luego que le has inspirado es, precisamente, de locos. Imagina un escritor de novelas de terror: si pensara que lo que describe puede servir de inspiración para un crimen, no escribiría nada.

Angus Young: "El mundo no necesita una balada de AC/DC"

Angus es hoy el único miembro fundador en el grupo. Brian Johnson, cantante, se unió en 1980 tras la muerte de Bon Scott. El batería, Phil Rudd, lo hizo en 1975; y el bajista, Cliff Williams, en 1978. A Malcolm lo sustituye su sobrino Stevie. (De iz. a dcha) Cliff Williams, Phil Rudd, Angus Young, Brian Johnson y Stevie Young.

XL. Al menos, entonces no existía Twitter. Les hubieran montado una buena en las redes sociales…

A.Y. Sí [se ríe], se hubiera exagerado todo mucho más. Las redes sociales tienen su lado bueno y su lado oscuro, claro. Ahora, todo el mundo tiene este gran altavoz a su disposición y puede lanzar mensajes de todo tipo, criticar. Si te acusan de algo que no eres y se viraliza, poco puedes hacer.

XL. ¿Cuál es su primer recuerdo de rock and roll?

A.Y. Con 7 años: mi hermana escuchando a Little Richard en su tocadisco. Puso Keep a-knockin’ (but you can’t come in) y aluciné. Lo escucho hoy y sigo flipando. Ahí empezó todo. Aquel fue mi bautizo de rock and roll. En mi casa, además, éramos ocho hermanos, siete chicos, y todos tocaban algún instrumento. Cada uno tenía sus gustos, pero sonaba mucho rock, así que crecí escuchando a Elvis, Buddy Holly, Chuck Berry…

«Muchos se sienten atraídos por lo que llaman ‘estilo de vida del rock’. Yo nunca. Lo tuve claro desde muy joven. He visto a muchos triunfar y dejar de ser ellos mismos»

XL. ¿Y cuándo empezó a tocar?

A.Y. Ahí mismo. Cuando yo tenía 9 años, mi hermano George ya tocaba con los Easybeats y escuchaba a los Beatles y todas esas bandas de los sesenta… Él nos enseñó a Malcolm y a mí.

XL. ¿Jugaba a otras cosas o se pasaba el día con la guitarra?

A.Y. Me gustaba pintar, como a mi madre. Ella me enseñó. Y jugábamos al fútbol. Eran tiempos en que los niños estaban todo el día por ahí.

XL. ¿Y qué decían sus padres en medio de todo aquello?

A.Y. Siempre nos apoyaron. Les gustaba la música y el arte y nos dejaron seguir nuestro camino. «Si es lo que te gusta, adelante», decían.

XL. ¿Nunca le insistieron para estudiar e ir a la universidad?

A.Y. No, mi padre nunca nos pidió que fuéramos abogados, ingenieros o cosas así; mientras trabajáramos, para él no había problema. Cuando me expulsaron del colegio y le dije que no quería estudiar más, se limitó a decirme que buscara un empleo. Empecé a trabajar en una fábrica y por las noches tocaba con amigos. Alguien decía: «Necesitamos un guitarrista», y ahí iba yo. Hubo un par de bandas, tocamos por ahí sin parar, hasta que Malcolm me dijo: «¿Por qué no montamos un grupo tú y yo?».

XL. Y nació AC/DC…

A.Y. Yo tenía 18 años. Le dije a mi padre que quería vivir de la música y, cuando nos vio tocar, nos soltó un: «No entiendo nada, pero parece que a la gente le gusta lo que hacéis» [se ríe]. Dos años después grabamos nuestro primer disco y conseguimos hacer de la música nuestro medio de vida. Somos muy afortunados.

XL. Usted no tiene hijos, pero ¿qué le dicen sus sobrinos al ver al tío Angus vestido de colegial haciendo locuras sobre un escenario?

A.Y. A los más pequeños les encanta. Soy un tío guay [se ríe]. Pero ellos saben que es solo un personaje. En el escenario me transformo, pero cuando bajo vuelvo a ser yo mismo.

Angus Young: "El mundo no necesita una balada de AC/DC" 1

Antes que de colegial, se subía a escena como El Zorro, Spiderman, de gorila y de Super-Ang, un Superman con un toque glam. El uniforme fue idea de su hermana, que le hizo uno a medida. Con su 1,57, en todo caso, le servía el suyo del colegio.

XL. Vestir ese uniforme lo ayuda a concentrarse, ¿como una espoleta que lo lanza a por el concierto?

A.Y. Ayuda, sí. Es parte de un ritual. Mi traje de actuar. Y tiene otra cosa buena: a diferencia de los demás, no necesito pensar en qué me pongo para cada actuación [se ríe].

«La primera vez que toqué vestido de colegial, decidí que no iba a parar de moverme por si empezaban a tirarme botellas. Y así llevo 46 años»

XL. Al principio tocaban en pubs ante rudos rockeros. ¿No le daba miedo presentarse de esa guisa?

A.Y. Miedo y nervios, sí. Recuerdo bien la primera vez. Decidí que no iba a parar de moverme por si empezaban a tirarme botellas [se ríe]. Y es lo que sigo haciendo en el escenario desde hace 46 años.

XL. ¿Cómo reaccionó el público en aquellos primeros conciertos?

A.Y. Mucha gente, al verme, pensó que era un payaso: «¡Pero qué broma es esta!» [se ríe]. Ahora bien, en cuanto empezamos a tocar, ya vieron que íbamos muy en serio: «¡Coño, pues sí que…!». Y la gente volvía a vernos, corría la voz; todo siguió su curso.

XL. ¿Ayudaba el uniforme a la hora de ligar?

A.Y. No mucho. Cuando me lo quitaba, nadie me reconocía. Sin el traje perdía encanto [se ríe]. Muchísimas veces hablaba con gente que ni siquiera imaginaba que yo era el colegial aquel de minutos antes.

XL. Y una última pregunta. En sus letras la política brilla por su ausencia, pero ¿cómo ha vivido la posible independencia de Escocia, su tierra natal, o el brexit?

A.Y. No son temas sobre los que pueda decir gran cosa. Además de que vivo en Australia, no me gusta ir diciéndole a la gente cómo debe pensar. Que cada uno se forme su propia opinión.

Te puede interesar

Patti Smith: «Leo la Biblia desde siempre, y sigo haciéndolo»

La vida y las juergas inéditas de los Rolling Stones

Nuevo XL Semanal
El nuevo XLSemanal

A partir de ahora consulta los nuevos contenidos en la web de tu periódico

Descúbrelos