La empatía es instintiva y ayuda a la supervivencia, por eso es contagiosa. Se trata de un sentimiento que nos ha acompañado durante la evolución, tanto al ser humano como a otras especies. Sentir lo que otros sienten nos hace reaccionar al unísono ante una amenaza. Nos mantiene alerta.
¿Por qué el ratón regala tarta?
La empatía nos conecta unos con otros. También en el mundo animal. Los perros nos miran a los ojos para saber cómo nos sentimos. Pero la compasión va un paso más allá… convertimos el sentimiento empático en una acción altruista. Se han hecho experimentos con delfines, chimpancés y ratones. Peggy Mason, neurobióloga de la Universidad de Chicago, comprobó que un ratón puede liberar a otro que está encerrado en una jaula con la única recompensa de «la satisfacción de ayudar a un congénere». En otro experimento, un ratón al que se coloca ante dos jaulas una con un trozo de pastel y otra con otro ratón abrirá ambas y compartirá la tarta.
¿Por qué los bostezos son contagiosos?
Un bostezo es una forma primitiva de empatía. Todos los animales bostezan, no solo los mamíferos, también los peces, pájaros, reptiles… El bostezo intriga a los científicos. ¿Cuál es su función? Una hipótesis es que el bostezo sirve para sincronizar los ciclos de sueño. Si alguien bosteza y los demás lo imitan, todos empiezan a tener sueño. «La sincronía es importante en la vida en grupo», explica el primatólogo Franz de Haal. Las especies nómadas se sincronizan: bancos de peces, bandadas de pájaros… También los humanos tendemos a la sincronía. Si caminamos con otra persona, adoptamos el mismo ritmo. Y los espectadores de un concierto aplauden al unísono.
¿Por qué tenemos vergüenza ajena?
Sentir vergüenza ajena es una forma de empatía. Frieder Paulus, de la Universidad de Marburgo, sometió al escáner a decenas de voluntarios para conocer qué circuitos neuronales se activan cuando somos testigos de que alguien está haciendo el ridículo y demostró que son los mismos que cuando compartimos el dolor emocional y el estrés. «La vergüenza empática es parecida a la preocupación que nos causa ver a un semejante expuesto a un peligro». En este caso, el peligro es la reacción del grupo ante alguien que rompe las normas sociales del decoro. El abochornado quiere que la tierra se lo trague, igual que los espectadores empáticos.