Un lector nos mandaba esta carta a la sección El bloc del cartero de âXLSemanalâ
Allá por el 15 de marzo escuché los sabios consejos de un experimentado responsable de Médicos Sin Fronteras (MSF) en pandemias. Nos hablaba de mantener la calma, filtrar noticias por un canal adecuado, comer de forma saludable y hacer algo de ejercicio. Y asà empecé yo. Preguntaba a mi mujer cuántos pasos daba al dÃa. Entre 10.000 y 15.000. Yo cambié esos pasos por kilómetros, bicicleta estática al estar confinado, el caminar al trabajo y, últimamente, acompañándola en coche al hospital para hacer mi vuelta desde allà corriendo. Ella aún no lo sabe, pero ayer llegó a los 1000 kilómetros. He perdido 28 kilos. Pero el mérito no es mÃo, es de mi mujer. Ella es enfermera y sus pasos y carreras por pasillos, habitaciones, ascensores de la planta de COVID los decidà cambiar por kilómetros. Fue mi forma de unirme al esfuerzo, disciplina y sacrificio que como a muchos otros enfermeros les ha tocado hacer. Ahora toca ser también esa primera lÃnea y estar unidos, estas personas son la primera lÃnea de un virus que no ha dado descanso. A todas ellas debemos ofrecerles nuestro compromiso de que cada dÃa cuando salgan y se quiten sus trajes, patucos, gafas, guantes y aparezcan sus marcas en la cara sudada con ojeras van a ver una sociedad que responde a un virus que se combate haciendo solo lo ‘esencial’. Será entonces cuando veremos sus sonrisas dibujadas en las caras y rostros brillar de nuevo, señal de que vamos por el ‘buen camino’.
Pablo Gozalbes Alonso. Correo electrónico