Entre su campaña electoral y su presidencia, Donald Trump lleva más de tres años dando protagonismo a toda su familia… ¿A toda? No. Por Fernando Goitia
Su segunda esposa, Marla Maples, y la hija de ambos, Tiffany, no gozan de la proyección mediática ni las responsabilidades de las que disfrutan tanto su otra ex, Ivana, como su actual mujer, Melania Trump, y el resto de sus hijos.
Con sus dos mujeres. En 1999, año del divorcio de Trump y Marla, Melania posa con ambos, cuando ya era la nueva novia del magnate
Divorciado dos veces, padre de cinco hijos de tres esposas distintas y casado con una exmodelo que ha posado desnuda, Donald Trump nunca ha sido muy cercano a Marla y Tiffany. «Su prioridad era hacer dinero -declaró Marla tras su divorcio-. No es el mejor modo de criar a una niña». Trump era un hombre casado, con Ivana, cuando la conoció en 1989.
«Su prioridad es ganar dinero, no su hija», dijo de él tras su divorcio
Tiffany nacería en 1993, dos meses antes de la boda de sus padres, que se separaron en 1997, después de que Marla fuera pillada de madrugada con un guardaespaldas en una playa desierta.
Se casaron en 1993, dos meses después de que naciera Tiffany, ante mil invitados
Ambas se alejaron entonces de Trump. Tiffany visitaba a su padre con frecuencia, pero nunca gozó de la intimidad que tenían con él sus tres hermanastros.
Marla y su hija Tiffany Trump en 2017, en una fiesta organizada por su padre
La campaña electoral lo puso en evidencia. Marla no apareció y Tiffany apenas lo hizo para leer un discurso escrito por manos ajenas el día en que su padre se convirtió en candidato.
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